De nuevo tu nombre para urdir los sueños, por Atilio Castelpoggi
De nuevo tu nombre para urdir los sueños
en la irrealidad más absoluta
allí, en ese lugar en que la dicha resulta
una manera de demoler la ausencia.
Aquella sed que entreteje el laberinto
de la imaginación
o las revelaciones de unos labios mordidos
hacia el éxtasis
como un intento de atrapar la posesión
profundamente.
Después quedan los sonidos de un reloj
desde una torre antigua que vuelvo a ver
midiendo el tiempo
y también el recodo de unos brazos rodeando
la forma concreta del amor
cuando el no tenerte es un desconcierto más
para tendernos nuevas tumbas vivientes.