Luna en cuerno (dos), por Héctor Urruspuru
Y ahora por Internet
las hilachas de tu alma viajan
quién sabe hacia qué solitario en Casablanca
2 ó 3 boludeces le tecleas, Mónica,
como para que se excite el Marroquí.
En un rincón después
en blanco y negro y desnuda
con la piel de tu sexo ahogando tu cuello
escaneas desde mi bajo vientre
el comienzo ritual del invierno rojo.
Llegan mis manos hacia vos
como las de un demiurgo
y descargo sobre tu cabeza amarilla y verde
a la Buenos Aires nocturna la desesperada
la de la hora 4
nos inoculamos la embriaguez más virtual
...hay aves en nuestro cuarto Mónica
...ahora hay aves!
Somos carne transgredida.
Somos carne transgredida.
Así abrazados y con frío
debajo de la mesa de la P.C.
enviamos por fax
el colofón de un siglo
que arde y está en ruinas...
Y somos... la bendita luna en cuerno
que pide permiso en la ventana...
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