Se
trabaja con los que merecen ser llamados Arquetipos Musicales Clásicos.
Esta
denominación corresponde a obras maestras de grandes compositores clásicos
como Mozart y, sobre todo, Beethoven (a veces no toda la obra sino una
o dos partes). Estos arquetipos están armados con pocas notas básicas,
o sea que tienen una estructura simple que luego es desarrollada por el
compositor. Valga como ejemplo las primeras cuatro notas de la quinta sinfonía
de Beethoven (SOL-SOL-SOL-MIb). Ultimamente se ha comprobado el “efecto
Mozart”: la audición de estas obras o partes arquetípicas producen efectos
terapéuticos y pedagógicos (rapidez en el aprendizaje) asombrosos. La
partituras para órgano electrónico traen estas obras maestras simplificadas,
lo que permite interpretar estas notas, verdaderos mantrams artísticos, en
pocos meses. Existe una asociación mecánica a que una iniciación musical es
fastidiosa y larga. Esto es correcto en la enseñanza tradicional. Holísticamente,
bioenergéticamente, es todo lo contrario.
Este
trabajo se hace en todo nivel con partituras originales, siendo el primer paso
este trabajo simplificado que permite interpretar la esencia de estas obras. El
que sepa tocar piano aprenderá como funcionan los chakras en la ejecución pianística.
No
necesariamente se debe avanzar mas allá de este primer nivel, quedando esto
criterio del practicante. Este primer nivel tiene un gran efecto en el
reconocimiento de los chakras, principalmente el “Yo” en el pecho.
Interpretar estas obras en forma sencilla a su vez permitirá a su vez una mejor
audición del disco, con el consiguiente resultado armonizante. La iniciación
musical debería formar parte de la cultura general y así se lo entiende en los
países desarrollados donde se trata correctamente (aunque no todavía holísticamente)
este tema en el colegio. Voy a dar un pequeño ejemplo holístico: en Argentina,
luego de doce años de colegio primario y secundario no se aprende la ubicación
de las notas en el pentagrama. Con un pequeño trabajo corporal y posterior
visualización del pentagrama con la ubicación de las notas, en una hora como máximo
es posible reconocer las notas en el pentagrama.
El
trabajo corporal de la Musicoterapia Bioenergética es la Anatomía Funcional y
la Biomecánica. El cuerpo funciona como una palanca y es la sumatoria de las
distintas palancas que lo constituyen. En cada articulación nace una palanca y existe
interrelacion de movimientos entre las
distintas palancas. Las articulaciones del cuerpo son muy misteriosas (en
general son elípticas) y si queremos conocernos a nosotros mismos deberíamos
empezar por las articulaciones. El chakra corporal coincide con el centro de
gravedad del cuerpo, aproximadamente en la panza(de pie este centro esta un poco por debajo del ombligo y sentado se desplaza hacia la panza), y a su vez ahí esta la
potencia de la palanca del cuerpo (recordemos que una palanca tiene potencia,
resistencia a vencer y punto de apoyo). La fuerza de las manos llega a ellas
desde el centro de gravedad corporal. El trabajo con el chakra frontal es tomar
conciencia de un sistema de imágenes internas que estamos utilizando para
manejarnos en el mundo físico. Tambien hay imágenes de las articulaciones y de los
movimientos en el espacio – tiempo. Estas imágenes internas las reconocemos
en la cabeza y con el trabajo corporal las vamos colocando en el cerebro
corporal de la panza, que es donde deberían estar. El cerebro de la cabeza es
para percibir la imágenes externas del mundo físico. Se debería pensar con el
centro de la panza, no con el cerebro. El trabajo intelectual implica también
el replanteo y la concientización de nociones básicas sobre materia, energía,
espacio – tiempo de cuatro dimensiones . Este ultimo es muy interesante de
trabajar y concientizar desde los Arquetipos Musicales. Esta alineación de
chakras hace que el “Yo”, esencialmente afectivo, vuelva al pecho, su lugar,
ya que inconcientemente se proyecta en parte a la cabeza. Aquí, en el pecho, es
sobretodo que actúa lo propiamente musical ya que estos Arquetipos Musicales
tiene una estructura maestra, de cuatro dimensiones , en afinidad con el
“Yo” del pecho.
Las
ondas sonoras son acústicas.
Sin
embargo experimentos realizados en laboratorios electrónicos sugieren que al
descomponer una onda sonora esta tiene componentes electromagnéticos.
Como
los centro de energía son de naturaleza electromagnética hay una parte del
sonido que entra por el oído (la parte acústica) y otro va por afinidad
electromagnética (en el caso de los Arquetipos Musicales Clásicos) al pecho.
El
trabajo es individual y/o en pequeños grupos.
Existe
opcionalmente un curso introductorio de pocos meses (la variación varia según
las características de los participantes) donde se trabaja sin teclado sobre
los aspectos antes mencionados (corporal, intelectual y afectivo) y lo
propiamente musical surge de la audición de obras de acuerdo a lo que se va
trabajando. No necesariamente se debe continuar con el curso de teclado (aunque
es recomendable) dado que esta introducción proporciona elementos para que se
pueda escuchar música desde una percepción mas conciente que permite
aprovechar mejor los efectos armonizantes y terapéuticos de la música.