Gardel: El primero que cantó un tango
Carlos Gardel
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... Símbolo indestructible del tango y del porteño, el misterio, la leyenda y
el mito que crecen día a día no opacan el brillo de su voz, que supo cultivar
y cuidar con estudio, esfuerzo y sacrificio. Inventor del tango-canción, ningún
otro intérprete pudo librarse hasta hoy de su paternidad.
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... Empezó a cantar en los comités políticos, en los almacenes del
Mercado de Abasto. El Morocho (en Argentina se dice "morocho" en vez de "moreno")
ya recogía la admiración de todos:
tenía una voz maravillosa y cantaba como ninguno. Despues hizo dúo
con Razzano y por fin estrenó
Mi noche triste, tango de
Castriota y Contursi , en el Teatro Esmeralda.
... El éxito fue rotundo. Carlos Gardel -el francesito que se crió en
Buenos Aires- sería desde entonces el portavoz de nuestra música porteña:
"El Zorzal" , "el mudo" , el ídolo de multitudes. Gardel
triunfó en París, deslumbró a Estados Unidos, filmó varias películas,
grabó discos... Fue el embajador del tango, cantor excepcional, autor,
compositor.
... Todos los públicos de América y algunos europeos, mantienen aún
vivo el fervor por el inimitable Carlitos Gardel.
"Carlitos" Gardel
... Gardel es único por muchas cosas. Una incontrovertible: fue el inventor del tango
cantado. El primer cantor de tangos. Creó el molde del cual nadie pudo escapar
hasta hoy. Cuando en 1917 tomó la letra de
"Mi noche triste" que le acercó Pascual
Contursi -aplicada sobre la melodía de "Lita", un tema instrumental del pianista
Samuel Castriota- y la llevó al escenario del teatro Empire en Corrientes y Maipu,
fijo para siempre los límites del tango-canción. Y cuando a partir de 1925 se volcó
definitivamente al género, desligándose de José Razzano y relegando a lo mínimo
sus condiciones de cantor campero -de estilista, como se decía entonces-, inició el
camino que lo llevaría a lo que es hoy.
... Cuando Gardel se apartó de los cielitos, los estilos y las tonadas apareció la
gran voz, ésa que hoy reconocen las figuras del tango como de una coloratura y una
amplitud de registro sin igual dentro del tango. Atilio Stampone afirma que
los tangos que cantó a partir de aquél inicial de 1917 lo fueron mostrando con el
registro de tenor, cantando siempre a ritmo, como era el estilo de la época, sin
exagerar o dramatizar en exceso las letras. Reconoce, a su vez, que otro elemento
musical que lo hacía inigualable era la resolución anticipada de los finales de
frases, lo que daba a sus versiones un atractivo muy especial. Para Stampone ,
el gran cantor, ya fuera de toda discusión, aparece cuando interpreta sus propias
obras con un registro de barítono que cautivó y seguirá cautivando a sucesivas
generaciones.
... De su voz dijo Eduardo Bonessi , su profesor de canto: "Era de una calidad
extraordinaria y de un timbre maravilloso. Jamás desafinaba. En cuanto a su tesitura,
alcanzaba a dos octavas que manejaba a plena satisfación. Poseía un temperamento
expresivo al máximo y estaba dotado naturalmente de un instrumento en su garganta.
Un instrumento que luego perfeccionó y supo conservar. No derrochaba su voz, como
muchos suponen. Tenía una laringe completamente sana y ésa fue una de las razones
por las cuales le resultaba fácil pasar de los graves a los agudos. Era estudioso
y responsable. Sabíase único en su género y cuidaba su voz.
Consciente de que la voz también se conserva cuidando el físico, hacía gimnasia
diariamente durante una hora o más. De acuerdo a la voz que tenía y al modo de
emplearla, si Gardel hubiese llegado a vivir cien años, hubiera seguido cantando
igual".
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Fuente de los comentarios:
[1] Mi país, tu país: Momentos del pasado.
Editorial Oriente S.A. Buenos Aires
[2] Pagina de Argentina y Japon: http://www.oocities.org/ar/argentinayjapon/
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