Es solo Rocanrol, “but I like it”.

NOTA: EL ACOPLE

El sábado 22 de noviembre, LA 25 se presentó en el Templo del Rock por segunda vez en el año. A pesar que el talle de Obras les quedó grande, la banda de Quilmes y su agite brindaron una fiesta surtida de muchos invitados a puro rocanrol..

Mucho ruido, pocas nueces

El tráfico, los petardos, una caravana de banderas y la gente haciendo una larga cola sobre Libertador, daban la sensación de un Obras desbordandante. Sin embargo, en el corazón de “El Templo del Rock”, el panorama era otro, no por la falta de fiesta, sino por la escasez de gente, como contracara de su anterior presentación, en mayo pasado.

22.00hs: Petardos y otros fuegos ofician de respuesta a los primeros acordes que se escuchan detrás de una bandera con la cara de la banda de la noche, colgaba de un extremo al otro del escenario. Se apagan las luces, las dos pantallas a los costados del escenario hacen foco en el público quien, cada uno con una vela en la mano, presenta un paisaje único.

Todavía sin descolgar el trapo que dividía los músicos de su gente, comienza a escucharse una base de percusión encendiendo las 2 primeras bengalas de la noche. Ahora sí, cara a cara y con las banderas al mando, desenmascaran la escenografía: un paisaje de edificios graffiteados, y una escalera con la cara de LA 25, tocando las cimas del escenario.

Entre cantitos contra LA PULPOSA (motivo de un conflicto entre los grupos seguidores de las dos bandas de Quilmes) y alrededor de 5 bengalas prendidas, comienzan con “Bienvenido”, seguido por “Viajes de vida” que desató el primer pogo de la noche sobre los solos del piano.

“Mi facultad es esta calle”

“Me da pena” saca a bailar a la gente del fondo, que se podían desplayar con facilidad debido a la poca cantidad de gente, combinando los petardos y las bengalas que se centraban cerca de las vallas. JUNIOR levanta la guitarra para el final, como levantando la copa para el brindis y dice: “¿Estamos flotando en el Quilmes rock? Esto es Berazategui rock, Budge rock, Lomas rock, [...] hay algo más que rock acá [...] ustedes son rock”, invitando a EL MONO -la voz de KAPANGA- a cantar “Chico común”.

Una ola de cantitos y las populares iluminadas por bengalas, reciben a KORNETA (cantante y guitarrista de LOS GARDELITOS), durante “Pidan lo que quieran”. “Dando vueltas” saca a todos a bailar prendidos del sonido de la armónica.
Cambiando el clima, llega “Mil canciones”, un tema con otra estructura que -como pocos- desencuadra aquel clásico rocanrol.

El panorama en Obras se dividía en dos: de un lado, en la entrada, un embudo de gente apretada desde donde se veía un Obras lleno; atravesando esa línea, cuerpos tirados o disfrutando el recital desde el suelo abrumados por el calor, o bien bailando algunos rocanroles. En “Cosas viejas” optan por revolear las botellas y largar a sus chicas, para zambullirse en el pogo que se completó con “Quiero 25”: ”Vi un trapo de San Juan que decía con 24 horas vivo un día y con 25, ¡toda la vida!” grita JUNIOR, cerrando el tema con euforia.

Ante la presencia de integrantes de distintas bandas camuflados entre el público, el cantante envía un mensaje para todo el under: “hay que ser más compañeros porque sino nos rompen el c... GARDELITOS, CALLEJEROS, SEXTO SENTIDO, ¡pongan huevo! Hagan lo que a ustedes les gusta, diga lo que diga la prensa. LA 25 no toca para la prensa, ¡toca para ustedes!”, dando pie a “Así es el rocanrol”.

Se despliegan todos los trapos enfrentándose al escenario, armando una barrera entre el pogo y los de más atrás, marcando en cada mensaje “Varias emociones”, donde el sentimiento se hace bandera decorado por el sonido del violín.

Se infla el pogo en “Volver a casa”, invitando a BARRIOS BAJOS al escenario para compartir “Vicios y Rocanrol” junto a la banda. Adelantan lo que se vendrá y vuelven a “Ya todo pasó”, seguido por “La 25”. “¿Dónde están las velas?”, pregunta el cantante, pero el calor que se desliza por entre los cuerpos, supera al de cualquier cantidad de velas encendidas.

Presentan otro tema nuevo donde JUNIOR suelta la guitarra para cantar junto a la gente sobre el sonido de las tumbadoras. En la oscuridad, el público pedía “Sucio Sheriff”, pero la banda remata con “Hasta el 66”, seguido por “Astillas”, dejándolos en la marea más difícil de surfear.

“Si son 40, parece que haya 200”: esta frase sintetiza el panorama del momento. Luego de agradecer a la gente y al lugar, anticipa diciendo “la vigilancia de Obras no son Sucios Sheriff”, donde sube MANU de LA MANCHA DE ROLANDO, cerrando un recital completamente de fiesta.

“Gracias por el aguante. ¡Los queremos mucho!”. Se apagan las luces y vuelven a salir tentados por el riff del tema nuevo presentado anteriormente, mientras JUNIOR camina sobre los costados del escenario, dejando el sentimiento hacia su público en cada estrechar de manos. Ahora sí, el sabroso final: mientras el video de “Mil canciones” se reproduce en cada pantalla, una mejor imagen resalta en los músicos saltando sobre el escenario acoplándose al pogo que se vive por debajo de las banderas.

A pesar de la poca repercusión de la banda que le impidió llenar el Estadio, un recital que le puso aceite al motor del under, dejó a su gente atravesando una nube de calor -entre cantitos y los últimos petardos- como reflejo de lo que se había vivido a lo largo del recital.

Michelle Méndez
michupm@hotmail.com
  Redacción de El Acople.