Tokwaj es como un pícaro, pero es el que hizo funcionar el mundo como funciona. A veces bien, a veces mal.
Así las cosas funcionan. Muchas de las cosas del mundo las hizo Tokwaj.
Tenía poderes.
Podía ser un pájaro un oso hormiguero. Todo depende de las ganas que tenía.
Podía ser un tigre y podía estar muerto y después estar vivo de nuevo.
Grandes poderes tenía.
Por eso les enseñó las cosas a los hombres.
Y los hombres aprendieron cosas buenas y malas.
En esa época en que los hombres hablaban con los animales, y muchas veces eran hombres y animales, las aguas y los peces estaban encerrados.
Estaban encerrados adentro del yuchán.
Los ríos y los peces estaban encerrados adentro del yuchán.
A Tokwaj le gustaban las mujeres. Muco le gustaban las mujeres.
Un día quiso llamar la atención de una muchacha, y se le ocurrió adornarse con las aletas tornasoladas del dorado.
El dorado estaba en el interior del yuchán, junto con las aguas, junto con todos los peces, pero no estaba permitido tocar ese yuchán.
Tokwaj fue a pescar un dorado. Y abrió el yuchán.
Allí fue cuando se derramaron las aguas y se formaron los ríos. Y los peces se desparramaron junto con las aguas.
Desde entonces hay que buscar los peces en los ríos.Gustavo Roldán- Cuentos que cuentan los indios (Tobas, Matacos, Guaraníes) -Editorial Alfaguara Juvenil