EL AMOR Y EL ENAMORAMIENTO
Aquello que nos impide amar es el odio. A su vez, la rabia suele resurgir bajo la forma de resentimiento, el cual -a su vez- va de la mano de la desconfianza. Y luego, en algunas oportunidades, para sacudirnos de una carga tan pesada, podemos intentar taparla con la idealización.
Podrá preguntarse porqué, para hablar de amor y enamoramiento, comenzamos por sentimientos que entorpecen la posibilidad de amar. Quizás, porque si no estuvíeramos escaldados por diversas circunstancias de la vida, seguramente podríamos desplegar libremente el cariño sin tanta vuelta e, incluso, no sería necesario escribir sobre el tema.
Pero, claro, en toda vida hay experiencias agradables y sinsabores, comprensiones e incomprensiones, emociones que fluyen y otras que son bloqueadas. La dosis dependerá de cada historia, de lo que cada persona haya hecho con lo vivido, de lo que cada uno reflexione y se aventure a vivir.
Es imposible establecer una frontera entre el amor y el enamoramiento. Porque como cualquier afecto, no son mensurables. Además, al comienzo de un vínculo siempre ambos se hacen presentes. Por eso, al mismo tiempo que amamos, bajo la vivencia de enamoramiento se cuelan tantas expectativas ideales, o apariencias. De modo que, el gradiente o intensidad de uno y otro, esbozará el rumbo y desenlace de cualquier relación.
De acuerdo a la propia historia, todas las parejas establecen juegos inconscientes. Equivalente a "¿dale que vos hacés de todopoderoso y yo te necesito siempre? "; "¿dale que siempre me estás esperando y yo siempre soy bien recibido?"; "¿dale que yo te convenzo que soy tu salvadora y vos el rehabilitado?; ¿dale que tu imperfección compensa y oculta la mía?.
En estos breves ejemplos, quien suele ocultar los 'guiones' o 'libretos' es el enamoramiento. El cual, maquillado, adoptará diversas formas. En el caso de un vínculo tipo sometedor-sometido, es frecuente escuchar cuestiones equivalentes a: "él sabe tanto" (sometedor); "ella es tan frágil, necesita que la guíe" (sometida), "me pone mal la espera porque... lo quiero tanto" (sometida); "es de fierro, haga lo que yo haga está siempre al pie del cañón" (sometedor); "pobre, él no se da cuenta de lo que hace o le pasa, pero yo lo escucho y le aconsejo tanto que seguramente por mí va a cambiar" (sometedora); "ella es demasiado sensible, yo le exijo para que aprenda de mí" (sometedor que no reconoce su propia sensibilidad); "a él le falta empuje, ambición, es un quedado... y mirá que yo no soy para nada interesada, pero yo siempre le digo que haga como el marido de......." (sometedora que no reconoce su propia ambición).
Claro está que, del mismo modo que 'para bailar el tango se necesitan dos', quien juegue en forma evidente el rol de sometedor, a su vez es sometido subliminalmente por quien juega en forma manifiesta el rol de sometido.
En este sentido, la esencia del amor se refleja tanto en ver y aceptar al otro como es, como en mostrarnos nosotros mismos como somos. En tanto emoción, no admite explicación racional. Pero seguramente es el ladrillo de base que mantiene firme un vínculo frente a cualquier tormenta. De la mano de la autenticidad, en términos cotidianos es equivalente a 'querer con lo mejor de uno mismo'. Y de la mano de la paciencia, tiende a pedir en vez de exigir, a sugerir en vez de reprochar, a ayudar al cambio imprescindible en vez de aprovechar la oportunidad para juzgar a alguien que será descalificado.
Así, la cuota de enamoramiento, variable en cada relación, se refleja en maquillarse uno y otro con el fin de 'encantar', 'hechizar', 'encandilar', 'tener presencia para comprobar el propio poder', 'querer' para depositar en otro algo despreciado en uno mismo'. 'querer' porque el otro nos devuelve lo que queremos escuchar'. En fin, todo lo relacionado con 'poseer' a alguien. Pero, naturalmente, como sucede con la cera ante el calor, las vicisitudes de la vida y los años irán derritiendo la capa de maquillaje. Y entonces, se irá haciendo evidente cuánto de amor sustentaba tal relación.
En síntesis, el enamoramiento es equivalente al papel de regalo con cintas de diversos colores (perfumes, indumentaria, cuenta bancaria, auto, tendencia a oir sin escuchar, predominancia de monólogos y pasivos silencios, ausencia de reflexiones, etc).
Mientras que el amor es el contenido del regalo. El cual, es elegido desde lo mejor de uno mismo, de acuerdo a las propias capacidades y limitaciones, pero teniendo en cuenta el gusto y necesidad del otro. Por todo eso, es un regalo duradero.
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