| "Central Acertó en el final" 27/07/02 |
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Central
acertó el tiro del final y
arrancó con una ilusión su desafío
Volvió una noche. Pero, al
revés que en el tango, todos lo esperaban. Central y San Lorenzo, con más de 20.000
personas en la cancha, fueron los encargados de ponerle fin a la larga abstinencia de
fútbol de Primera. Bajo el signo de la paridad y de la medianía, el partido
comenzó siendo interesante, se había desinflado, pero a dos minutos del final, el
ingresado César Delgado paró de pecho un centro de Daniel Quinteros y sacó un derechazo
goleador y ganador.
Los dos equipos, más allá de las imprecisiones lógicas de los primeros minutos jugando
por los puntos, le apuntaron al arco rival. Cuando se hacían de la pelota, Central y San
Lorenzo buscaron atacar. Es más, lo buscaron con tanta intensidad que se expusieron al
contraataque rival y terminaron agotados. Aunque Central le sacó una pequeña luz de
ventaja en el juego a San Lorenzo, sobre todo en el segundo tiempo, y la supo
aprovechar.
San Lorenzo no sorprendió con el planteo. Con Saja en el arco y los cuatro típicos
defensores, lo más pintoresco del fondo fue el debut de Gonzalo Rodríguez (nació el 10
de abril de 1984), quien se enteró ayer mismo que iba a ser el segundo marcador central.
Y el pibe que jugó el Sudamericano y el Mundial Sub 17 en Trinidad y Tobago (disputó
nueve partidos e hizo un gol con los juveniles) respondió bien, con el anticipo como
recurso. En el medio, Michelini y Herrón para la recuperación. Y más adelante, Chatruc
—sobre la derecha— y Romagnoli —a la izquierda—, para la creación.
Más arriba, Cordone y Acosta, dos delanteros que suelen retrasarse para buscar la pelota
y armar juego.
Los mejores momentos de San Lorenzo se vieron cuando en la izquierda se encontraron
Romagnoli, Acosta y el Beto. Porque el Pipi se atrevió a la gambeta. Y demostró que no
hay lesión que valga para apagar el talento de la gambeta. A los 31 tuvieron la más
clara: la inició Romagnoli, Acosta cedió para Cordone y el zurdazo del ex Vélez se fue
desviado.
¿Y Central? Le costó durante los primeros minutos, cuando su joven defensa (faltaron
Germán Rivarola y Daniel Díaz) dudó más de la cuenta entre salir jugando o tirar
pelotazos largos. Más de una vez, Acosta y Cordone presionaron y complicaron al local en
demasía. Esas dudas le costaron a Central muchas infracciones. Igualmente, el equipo
rosarino siempre intenta progresar por abajo, armando la jugada con paciencia.
Para lograr ese objetivo, anoche fue fundamental la inteligencia de Luciano De Bruno para
moverse bien y escaparle a la marca de Michelini y Herrón, con lo cual se hacía
importante para armar juego. Los otros volantes buscaban asociarse al circuito, con Daniel
Quinteros ajustado en la recuperación, e impedían la proyección de Morel Rodríguez y
Paredes. El problema mayor fue que Mandra ofreció poco y nada. Mientras que Figueroa, el
que estuvo en boca de todos, el que todos se querían llevar, estrelló un toque de zurda
en el palo, después de un centro de De Bruno.
A poco del comienzo de la segunda mitad, Mandra cayó en el área por un agarrón de
Gonzalo Rodríguez. Pero Sequeira lo cobró fuera del área. Entraron Esquivel por
Michelini —se fue con un tirón en el muslo derecho— y Frutos por Cordone, pero
todo siguió igual. O peor, porque San Lorenzo —donde debutó Walter Montillo, cuatro
días más chico que Gonzalo Rodríguez— decayó y no tuvo chances.
Central, entonces, se hizo dueño de la pelota, pero no podía con sus carencias a la hora
de transformar el manejo y el dominio en peligro. Terminaba en empate el comienzo del
Apertura. Pero llegó el derechazo de Delgado y gritó Central.
Volvió el fútbol de Primera a las canchas argentinas. Pero todavía hay que esperarlo un
poquito más.
