Jardín de Infantes |
Imaginado desde siempre , comienza a tomar forma en 1992 cuando se
decide comenzar la experiencia con una sala integral para veinte niños de tres
, cuatro y cinco años.
En
el barrio ni en sus alrededores existían instituciones oficiales que brindaran
el servicio de educación inicial para los niños de tres años y las pocas
salitas de preescolar estaban saturadas.
Además había que enfrentar la resistencia de
adentro y de afuera de quienes con buenas intenciones y también de las otras se
oponían a la existencia de un Jardín de Infantes que funcionara dentro del
barrio, con el falso argumento de la integración posterior .
Con gente del
barrio y colaboradores se comienza a transitar el camino que nos debería
aproximar, cuanto antes, a la posibilidad cierta de inaugurar el Jardín de
Infantes en Villa 15.
No fue fácil, ni rápido.
Durante cinco años, hasta mediados de 1997 fuimos enfrentando y
resolviendo los problemas provocados por la falta de recursos y debimos pagar el
precio de no estar alineados con ningún partido político.
Como es histórico
en nuestro país los fondos públicos son asignados no por la necesidad ni por
algún criterio de justicia sino fácil y simplemente por ser amigo, conocido, o
estar dispuesto a trabajar para algún funcionario influyente.
Así las cosas, y gracias al apoyo de amigos que creyeron en nuestra propuesta
de trabajo, año tras año fuimos acompañando el crecimiento de nuestros chicos
y recibiendo el reconocimiento de las maestras de la escuela primaria qu los
recibían, por el grado de maduración y aprestamiento escolar con el que se
incorporaban.
También nosotros crecíamos, poco, agrandamos la salita, recibimos más chicos
y ganábamos experiencia.
En diciembre de 1997 presentamos un proyecto para la construcción del
edificio que seria el Jardín de Infantes al Ministerio de Trabajo. Fue
aprobado.
La falta de espacio nos obligó a negociar con un vecino al que le ofrecimos
cambiar el techo de chapa por una losa a cambio de poder usar el espacio aéreo.
Aceptó y en esa superficie pudimos planificar la construcción de dos salitas
mas.
En seis meses de trabajo solidario en el que participó una gran cantidad de
nuestros vecinos terminamos el edificio que nos permitiría
recibir hasta sesenta niños.
La atención de los mismos era garantizada por mamás jóvenes y estudiantes
secundarios del barrio quienes realizaban un curso de capacitación para
desarrollar la tarea. También recibimos alumnos de institutos que debían
realizar su pasantía. Los alimentos los conseguimos a través de un programa de
ayuda a grupos comunitarios que depende del GCBA pues (era jornada completa).
La demanda crecía. Los recursos no.
Necesitábamos
garantizar el funcionamiento del Jardín, para siempre.
Empezamos a explorar la alternativa de algún convenio con la Secretaria de
Educación. Encontramos funcionarios que nos escucharon y se empezó a delinear
la propuesta que terminó en la donación del CPM a la Secretaría, del edificio
que - debería ampliarse e incorporar al sistema.
Desde abril del 2000 es el Jardín de Infantes Nº 4 , del Distrito Escolar Nº
20 de la Ciudad de Buenos A
Más de cien chicos reciben educación inicial.
Quizás mañana podamos ver los resultados.