Syd es un junkie neoyorkino de clase acomodada que va de mal en peor en su vida. Tras un reventón con pálida incluída, se entera al recuperar la lucidez de que su ex-novia London abandona la ciudad para mudarse a Los Angeles. Él la considera su único "verdadero amor de toda la vida" y se siente impulsado a –al menos- visitarla una última vez antes de su partida. Así pues, ni corto ni perezoso se hace amigo de uno de los invitados ocasionales y consigue infiltrarse en la fiesta de despedida, sin embargo, ahí se enfrentará a la verdadera razón tras su rompimiento y saldrán a la luz otros antecedentes.