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La
convergencia de la informática y las telecomunicaciones está causando que
todos aquellos elementos que uno asocia con un estándar de vida alto - desde la
educación y el cuidado de la salud hasta el desarrollo económico y los
servicios públicos - se conviertan cada vez más dependientes de un flujo de
información que aumenta continuamente. En áreas altamente urbanizadas, esta
exigencia de información está siendo saciada a través de las conexiones de
anchos de banda altos y de alta calidad de fibras ópticas. Cada vez más, las
instituciones y los individuos están utilizando conexiones de banda ancha para
tener acceso al Internet, operar computadoras en red, agregar y concentrar
enlaces de líneas telefónicas, servicios de ocio y entretenimiento, y
teletrabajar. Pero, al salir de las ciudades, estos servicios de
telecomunicaciones similares a fibras ópticas resultan de un costo prohibitivo
o sencillamente no se encuentran por ningún precio.
Las
nuevas redes de satélites de banda ancha, como Teledesic, Celestri, …
extenderán de forma transparente la infraestructura terrestre existente basada
en fibra óptica para proveer servicios avanzados de datos a cualquier parte del
mundo. Habrá una gama amplia de clientes, desde los trabajadores de información
que no están dispuestos a ser encerrados en ciudades cada vez más
congestionadas, a países que están haciendo conexiones terrestres con líneas
telefónicas agregadas desde estaciones celulares remotas, a empresas
multinacionales conectando sus sucursales a través del mundo a sus existentes
redes empresariales globales. El objetivo básico de estas nuevas redes es
proveer conectividad transparente a todas las instituciones e individuos, cuando
y donde quieran, obteniendo el acceso a servicios de telecomunicaciones
semejantes a aquellos provistos a través de fibra óptica y que solamente están
corrientemente disponibles en áreas urbanas altamente desarrolladas.
Las
comunicaciones globales por satélite han sido relegadas desde sus comienzos al
ámbito institucional (sobre todo en el área de defensa) y a la navegación marítima
y aérea. Pero los grandes avances tecnológicos han verificado que las
constelaciones múltiples de satélites de comunicaciones en órbita baja son un
ente viable económica y técnicamente hablando. Actualmente, proyectos como
Iridium, GlobalStar, Teledesic o Celestri aglutinan un movimiento empresarial
sin precedentes.
"Los
sistemas vía satélite son capaces de proveer servicios de comunicaciones
virtualmente a cualquier parte del mundo sin discriminación en precios o
geografía.
Ninguna
otra tecnología – incluyendo fibra óptica - puede conseguir este objetivo, y
ninguno puede lograr la promesa de universalidad geográfica"
La
primera idea que sugirió el establecimiento de comunicaciones mediante un satélite
puede situarse en 1945, cuando el escritor Arthur C. Clarke publicó un artículo
que abordaba la posibilidad de enviar y recibir señales de un lugar a otro del
planeta situando una estación en el espacio a nivel del ecuador terrestre y a
una distancia de aproximadamente 36.000 Km, de forma que esa estación
apareciera como si estuviera fija respecto de la Tierra. A esta órbita se le
llama órbita o cinturón de Clark o, mas científicamente, órbita terrestre
Geoestacionaria (GEO).
En
efecto, ésta es la idea en que se basan los sistemas tradicionales de
comunicaciones vía satélite: Las señales se transmiten entre las diferentes
estaciones terrestres mediante un satélite situado en una determinada órbita
de la Tierra. Estas señales viajan sobre una onda portadora en el margen de
microondas, que permiten transportar grandes cantidades de información al mismo
tiempo que pueden focalizarse en haces extremadamente estrechos, lo que las hace
especialmente apropiadas para las comunicaciones vía satélite.
Esta
focalización se realiza en las estaciones terrestres a través de una antena,
de forma que la portadora de microondas con la información asociada se focaliza,
mediante una antena, en un haz muy estrecho que se dirige al satélite. Cuando
el satélite recibe el haz, las señales que recibe son extremadamente débiles
debido al camino recorrido por que debe amplificarlas para compensar las pérdidas
de potencia sufridas durante la transmisión por el espacio; tras amplificar el
haz lo retransmite a la Tierra, en concreto, a las estaciones receptoras que
deben recibir la señal. En este sentido, el satélite actúa como una estación
repetidora en el espacio.
Cuando
el satélite está diseñado únicamente para esta función de repetidor, es
decir, para acoger la señal y retransmitirla otra vez a la tierra, se dice que
el satélite es transparente. Los avances en la tecnología han permitido
agregar a esta función básica inherente funciones de valor añadido en términos
de control y comando de los circuitos de microondas del satélite, así como de
procesamiento on-board, entre otros.
En
el contexto de la transmisión se utilizan dos conceptos fundamentales: el
enlace ascendente o uplink y el enlace descendente o downlink. El modo en que se
utilizan estos enlaces es el siguiente. En la estación terrestre, la señal se
superpone a la portadora a una determinada frecuencia y se envía al satélite
(enlace ascendente); en el satélite, una vez que se ha amplificado la señal,
se superpone a una portadora a una frecuencia diferente de la anterior y se envía
a la Tierra (enlace descendente).
Los
satélites se lanzan al espacio y se sitúan en una determinada órbita de la
tierra que puede ser circular, con velocidad constante y utilizadas para
comunicaciones o elípticas, con velocidad variable (más rapidez en el perigeo
y más lentitud en el apogeo) y utilizadas para actividades de reconocimiento
debido a que el satélite se acerca mucho a la Tierra durante el perigeo.
Una
vez situado en la órbita circular, el satélite se mantiene en ella gracias al
equilibrio de fuerzas que se produce entre la fuerza gravitacional de atracción
entre la Tierra y el satélite, y la fuerza centrífuga que actúa sobre el satélite
debido a su movimiento circular con la Tierra como centro de dicho movimiento.
Existen
dos tipos generales de sistemas de satélites: los satélites que se encuentran
en la órbita terrestre geoestacionaria (GEO) y los satélites no
geoestacionarios (NGEO), principalmente de órbita terrestre media (MEO) y baja
(LEO). Existiendo también sistemas elípticos y de gran altitud.
3.1.
GEO (Geosynchronous Earth Orbit)
Cuando
la órbita está en el plano ecuatorial de la Tierra, a una distancia de
aproximadamente 36000 Km (equivalente a 5,6 del radio de la tierra), y en
consecuencia, el período orbital es exactamente igual al período de rotación
de la Tierra (o sea, 23 h, 56 min y 4 s), conocido como día sideral, entonces
se dice que esa órbita es geoestacionaria y el satélite que discurre por esa
órbita es un satélite geoestacionario. De esta forma, se consigue que los satélites
aparezcan como fijos para un observador situado en la Tierra y, en consecuencia,
se pueden recibir las señales del satélite mediante antenas receptoras fijas
en la Tierra sin necesidad de hacer un seguimiento y, por tanto, sin necesidad
de conmutar. Mediante estos satélites geoestacionarios se puede cubrir la
Tierra con facilidad. De hecho, desde un punto de vista teórico, con tres satélites
geoestacionarios se puede conseguir una cobertura global, exceptuando las zonas
polares.
A
esta altura, las comunicaciones a través de un GEO perpetúan una latencia mínima
de transmisión de ida y retorno - un retardo de extremo a extremo - de por lo
menos medio segundo (una onda electromagnética tarda en recorrer 36000 Km aprox.
0,12s = 360000/300000; en una comunicación unidireccional el retardo es de
aprox. 0,25s y en una comunicación bidireccional el retardo es de aprox. 0,5
s). Esto significa que los GEOs nunca podrán proveer demoras similares a las
fibras ópticas. Esta latencia de GEO es la fuente de la demora fastidiosa en
muchas de las llamadas telefónicas intercontinentales, impidiendo que se pueda
entender la conversación y deformando el matiz personal de la voz. Lo que puede
ser una incomodidad en una transmisión telefónica, sin embargo, puede ser
insostenible para aplicaciones en tiempo real, tales como videoconferencias,
como también para muchos protocolos estándares de datos - aun para los
protocolos subyacentes del Internet.
Las
organizaciones ITU y FCC (en los Estados Unidos) administran las posiciones
orbitales y son las que autorizan los sistemas de satélites.
Los
satélites GEO fueron el punto de arranque de las comunicaciones vía satélite,
y prácticamente todos los satélites utilizados hoy en ida para comunicaciones
por redes corporativas son GEO. Las aplicaciones básicas de estos satélites
son transmisiones punto-a-multipunto y punto-a-punto. Actualmente, las
crecientes necesidades en términos de ancho de banda, la necesidad de minimizar
las tasas de errores y, sobre todo, la necesidad de disminuir la lantencia, todo
ello para que las redes por satélite puedan competir e integrarse con las redes
de fibra óptica, han originado un creciente protagonismo de los satélites MEO
y LEO.
3.2.
MEO (Medium Earth Orbit)
Los
satélites de órbita terrestre media se encuentran a una altura de entre 10075
y 20150 kilómetros. A diferencia de los GEO, su posición relativa respecto a
la superficie no es fija. Al estar a una altitud menor, se necesita un número
mayor de satélites para obtener una cobertura mundial, pero la latencia se
reduce substancialmente. En la actualidad no existen muchos satélites MEO, y se
utilizan para posicionamiento.
3.3.
LEO (Low Earth Orbit)
Los
satélites LEO están situados en órbitas bajas, de 1.500 Km por termino medio,
aunque puede estar entre 200 y 2000 Km; los periodos orbitales se encuentran
entre los 90 y los 120 minutos. Estas bajas órbitas se utilizaron en los
inicios de la tecnología de comunicaciones por satélite como una de las etapas
a cubrir para llegar al objetivo final en aquellos momentos, que era el satélite
geoestacionario, cuando aún no existían medios suficientes para conseguir la
potencia de lanzamiento necesaria para colocar el satélite en los 36.000 Km de
altura correspondiente a la órbita geoestacionaria.
En
aquellos momentos iniciales, las órbitas bajas se contemplaban como el futuro
de los sistemas de navegación, de predicción y vigilancia meteorológica y de
observación de la Tierra, pero nunca para comunicaciones, ya que el satélite,
al tener un período orbital tan corto, es accesible a una estación terrestre
solamente durante un período de tiempo muy corto.
Sin
embargo, el concepto de constelación de satélites, de muy reciente aparición,
ha hecho que los satélites LEO no solamente encuentren su parcela de mercado en
las telecomunicaciones, sino que se constituyan además en el futuro más
brillante para ese sector, debido a las posibilidades que ofrecen en ancho de
banda. Gracias a ello, podrán competir e integrarse con las redes de fibra óptica
y unas excelentes prestaciones en lo que se refiere a la minimización de los
retardos normalmente asociados a las comunicaciones por satélite.
Esa
minimización de retardos o de la latencia permite la generación de
aplicaciones muy sensibles al tiempo real, como la transmisión de voz, la
videoconferencia y aplicaciones avanzadas como el trabajo corporativo.
Los
satélites LEO están divididos en diferentes categorías, basadas en la
frecuencia: los ‘LEOs pequeños’ (little LEOs - 800 MHz), ‘LEOs grandes’
(Big LEOs - 2 GHz) y los LEOs de banda ancha (20-30 GHz). Existe una relación
inversa entre la frecuencia y la longitud de onda, por lo que al aumentar la
frecuencia la longitud de onda disminuye y la terminal receptora (una parabólica
o un teléfono) son de menor tamaño.
Inicialmente
el foco de atención de los LEO fue para voz y datos de banda estrecha. Los
‘pequeños LEOs’ fueron diseñados para mensajería y servicios de búsqueda
y localización de vehículos. Los ‘gran LEOs’ proporcionarán voz a las áreas
que no son cubiertas por las redes celulares o terrestres. También ofrecerán
datos a baja velocidad, de 2,4 Kbps a 9,6 Kbps. Y serán los LEOs de banda ancha
los que proporcionarán datos hasta 155 Mbps.
3.4.
HALE
Las
plataformas de gran altitud y resistencia son básicamente aeroplanos
alimentados por energía solar o más ligeros que el aire, que se sostienen
sobre un punto de la superficie terrestre a unos 21 kilómetros de altura. No se
habla mucho de ellos y en la actualidad constituyen fundamentalmente un proyecto
de investigación. Un ejemplo de HALE que utiliza globos estacionarios es
Skystation.
El
espectro electromagnétido es un problema con el que todos nos enfrentamos. Para
empezar, los nombres más comunes para ciertas bandas frecuenciales datan de
antes de la Segunda Guerra Mundial. Además el proceso regulatorio de las bandas
frecuenciales para uso en Telecomunicaciones no está exento de inconsistencias
y vaguedades.
Aunque el IEEE se esfuerza por imponer una convención de nombres estándares fáciles de usar, lo cierto es que la mayoría de las personas del sector se refieren a los segmentos del espectro de radio por una clasificación de bandas basadas en letras que son a menudo imprecisas. En la Segunda Guerra Mundial, los desarrolladores de radares de los Estados Unidos y Gran Bretaña nombraron partes del espectro con letras, tales como la banda L, banda C, Banda Ku o Banda Ka. Las letras fueron escogidas de forma aleatoria, para que el enemigo no pudiera saber sobre lo que estaban hablando. Durante los siguientes años hubieron discrepancias sobre los nombres y sus inconsistencias.
Nombre de la Banda Frecuencial | Rango Frecuencial |
HF-band | 1.8-30 MHz |
VHF-band | 50-146 MHz |
P-band | 0.230-1.000 GHz |
UHF-band | 0.430-1.300 GHz |
L-band | 1.530-2.700 GHz |
FCC's digital radio | 2.310-2.360 GHz |
S-band | 2.700-3.500 GHz |
C-band Canal descendente | 3.700-4.200 GHz |
Canal Ascendente | 5.925-6.425 GHz |
X-band Canal descendente | 7.250-7.745 GHz |
Canal Ascendente | 7.900-8.395 GHz |
Ku-band (Europa) Canal descendente: FSS | 10.700-11.700 GHz |
DBS | 11.700-12.500 GHz |
Telecom | 12.500-12.750 GHz |
Canal Ascendente: FSS and Telecom | 14.000-14.800 GHz |
DBS: | 17.300-18.100 GHz |
Ku-band (America) Canal descendente: FSS: | 11.700-12.200 GHz |
DBS | 12.200-12.700 GHz |
Canal Ascendente: FSS: | 14.000-14.500 GHz |
DBS | 17.300-17.800 GHz |
Ka-band | 18-31 GHz |
Los
organismos FCC e ITU se encargan de gestionar el espectro.
Las
bandas de frecuencia utlizadas comúnmente en las comunicaciones por satélite
comerciales son la banda C y la banda Ku.
La
banda C se refiere al margen 5,9 – 6,4 GHz para el canal ascendente y 3,7 –
4,2 para el descendente. La banda C proporciona transmisiones de más baja
potencia que la Ku pero de más cobertura geográfica, con un plato de la antena
receptora más grande . del orden de 3 metros de diámetro -, aunque también
con un mayor margen de error de apuntamiento.
La
banda Ku utiliza el margen 14-14,5 GHz para al canal ascendente y 11,7 – 12,2
GHz para el descendente. Esta banda proporciona más potencia que la C y, en
consecuencia, el plato de la antena receptora puede ser más pequeño, del orden
de 1,22 metros de diámetro, pero la cobertura es menor.
La
elección entre una u otra banda viene dada en función del análisis del propósito
final de la transmisión y en el tipo de mercado al que se desea llegar. En este
sentido, la banda C está más orientada a los usuarios de los servicios
residenciales, para llegar a antenas domésticas. Esta banda es vulnerable a las
interferencias terrestres, especialmente en áreas urbanas.
Cuando
las zonas donde se va a recibir las señales están controladas por una
determinada entidad, como es el caso de una red corporativa, se utiliza
normalmente la banda Ku; debido a su elevada potencia puede utliizar antes más
pequeñas, más baratas y más fáciles de instalar, lo que hace que esta banda
sea especialmente utilizada en el sector empresarial. Además, a la banda Ku, no
le afectan las interferencias terrestres, pero sí las turbaciones metereológicas
(lluvia, por ej.), que producen distorsiones y ruido en la transmisión. Esto se
puede obviar mediante la utilización de antenas más grandes o aumentando la
potencia, soluciones no válidas.
Existe
actualmente una banda de frecuencias emergente en el sector civil que proviene
del ámbito militar. Se trata de la banda Ka, que opera entre 18 y 31 GHz, con
la que se espera paliar la creciente saturación de las bandas C y Ku. Cabe
citar finalmente en este contexto de las bandas de frecuencia la banda EHF
(Extremely High Frequency), en el margen 20-100 GHz dedicada al sector de
defensa aunque son susceptibles del uso civil.
4.1.
ACTS entra en acción. El gran interés por los sistemas de banda ancha.
Durante
años se han utilizado sistemas de terminales de muy pequeña apertura (VSAT)
para que las empresas alquilaran un cierto ancho de banda durante un cierto
tiempo.
Estos
sistemas utilizan las bandas C y Ku, y están pensados para comunicaciones
precedibles, pero no para la interactividad o lo que se ha llamado
comunicaciones "a cualquier hora, en cualquier lugar". La necesidad de
mayores anchos de banda dirige los esfuerzos de los estudios hacia bandas de
frecuencia mayores.
El
gran crecimiento por el interés de la banda Ka proviene de un estudio realizado
por la NASA lanzado en Septiembre de 1993 y denominado ACTS (Advanced
Comunitacion Technology Satellite), determinando las necesidades para que los
satélites puedieran trabajar en esta banda frecuencial. ACTS probó que era
posible crear un sistema totalmente digital basado en la banda Ka que podría
soportar la atenuación por la lluvia (la longitud de onda es tan pequeña en la
banda Ka que la lluvia interfiere con las ondas, produciéndose desvanecimiento
o perdida de potencia). ACTS es un sistema basado en TDMA que utiliza técnicas
de los satélites comerciales, incluyendo "spot-beam (multibeam)",
"on-board storage and processing" y "All-digital
transmission".
Spot-beam.
Esta tecnología permite a un sistema de antenas subdividir la gran zona de
cobertura de su haz (huella o footprint) en muchos sub-haces o spot beams.
Pudiendo así enfocar sus sub-haces en áreas concretas. Esta subdivisión
permite un algo grado de reuso de frecuencias. Mejor que expandir todas las
frecuencias sobre el haz completo, se expanden subconjuntos o subrangos de
frecuencias sobre haces menores o spot beams. Y lo más importante, la
reutilización de estos subrangos se realiza en haces no adyacentes.
On-board
Storage and processing. La mayoría
de los satélites son transparentes, una señal llega al satélite e
inmediatamente vuelve a la Tierra. La técnica de Procesado y almacenamiento en
el satélite, permite la captura de información ("catching") hasta
que un haz apunte al destino, permitiendo también la conmutación intersatélites.
All-digital
transmisión. Para evitar el desvanecimiento por la lluvia, las señales
necesitan ser digitalizadas e incorporar códigos detectores de error. ACTS
utiliza el mismo sistema TDMA utilizado en los sistemas terrestres celulares.
Todas
estas técnicas permiten comunicaciones de gran ancho de banda, por ejemplo, el
presidente de ACTS aseguró que se podía conseguir hasta tres canales de 622
Mbps o incluso más.
El
sistema ACTS estaba basado inicialmente en un sistema Geoestacionario (GEO), lo
que sirvió también para determinar o corroborar los problemas de esa órbita.
5.
¿Cómo afecta la latencia a los protocolos TCP/IP?
Todos
los proveedores de servicios vía satélite enfocan su interés hacia los
‘mercados calientes’ como el acceso a Internet. Los proveedores dicen
"Internet requiere un gran ancho de banda rápidamente. Los Satélites
pueden ofrecer este ancho de banda para cubrir las grandes áreas."
Pero
existen como mínimo 3 problemas asociados a las comunicaciones vía satélite
en sistemas tradicionales GEO:
El
retardo de las transmisiones de los satélites puede inutilizar las
transmisiones TCP/IP. Este protocolo requiere un rápido ‘acknowledge’ que
informa que el paquete ha sido recibido correctamente. Los servicios GEO, sin
embargo, añaden un retardo de cómo mínimo 0,5 segundos (el tiempo que tarda
la señal en viajar hasta el satélite y volver a la Tierra). Y este retardo
puede ser mayor debido a las latencias introducidas por los transmisores/receptores.
TCP, protocolo de transporte de los terminales conectados a Internet, emplea una
ventana de transmisión de paquetes transmitidos, que no actualiza hasta que no
ha recibido la confirmación de todos los paquetes que hay en ella. TCP/IP fue
diseñada para funcionar aceptablemente bien en redes terrestres, con un retardo
bajo. Los problemas surgen cuando se emplea en redes con elevado retardo, como
los enlaces geoestacionarios.
La
ventana de transmisión suele ser de tamaño no muy elevado, ya que el mecanismo
de retransmisión de TCP es del tipo Go-Back-N, pero en un enlace con un gran
retardo, sólo el número de bits de la ventana pueden estar en tránsito y en
espera de reconocimiento en cada momento. El tamaño de la ventana de transmisión
en la mayoría de las implementaciones del protocolo TCP/IP actúa como un
cuello de botella en las comunicaciones de alta latencia.
El
tamaño de la ventana representa la cantidad de información que se almacena en
caso de que ocurra un error en la transmisión. Por ejemplo, el buffer por
defecto en las implementaciones de TCP/IP por parte de Windows 95 y Windows NT
es de 64 Kilobytes. Esto significa que en cualquier momento dado, sólo 64
Kilobytes pueden estarse transmitiendo y esperando los acknowledgment. No
importa cuantos bits tenga teóricamente un enlace GEO, si tarda por lo menos
medio segundo para transmitir acknowledgment de 64 Kbps. Por lo tanto, la máxima
velocidad real es de 64 Kilobytes por medio segundo, o 128 Kbps. Por tanto, no
importa cuántos bits pueda transmitir el canal teóricamente, porque se tarda
como mínimo medio segundo en recibir el reconocimiento de los bits de la
ventana, sin el cual no se puede comenzar a transmitir los bits siguientes, con
lo que tenemos impuesto un throughput bastante limitado, y además en caso de
error, las prestaciones bajan mucho más que en un enlace de bajo retardo. Otros
inconvenientes adicionales se observan cuando se estudia el comportamiento de
una aplicación de red soportada por TCP/IP, concretamente la WWW.
Para
cada parte de una página Web (cada dibujo, el texto, los sonidos, etc..), se
establece una transacción TCP distinta, lo cual requiere al menos dos tiempos
de retardo para establecer la conexión. Además se puede dar el caso de que el
tiempo de espera de recepción del acknowledge sea inferior a 0,5s por lo que
comienza a retransmitir el paquete ya que asume que se ha perdido. Existen
varias recomendaciones para resolver este problema, como por ejemplo, RFC 1323,
que permite ventanas mayores, pero causa problemas de asignación de memoria y
requiere la modificación del protocolo en todos los usuarios que intervengan en
la comunicación, lo cual crea incompatibilidades con los sistemas de uso
cotidiano.
TCP
incluye dos mecanismos esenciales de control de congestión llamados "slow
start" y "congestion avoidance". Estos significan que todas las
conexiones de Internet (como ver una página web o enviar un e-mail) comienzan
con un bajo ancho de banda y entonces van aumentando hasta la mayor velocidad si
no se encuentra congestión en el enlace.
El
problema es que cada ciclo de incremento de velocidad, requiere una comunicación
completa (petición) entre el receptor y el emisor, y para conseguir el máximo
ancho de banda de una conexión pueden necesitarse docenas de comunicaciones.
Cuando
una de estas peticiones tarda 500 ms o más, como es el caso de GEO, la
comunicación a menudo finaliza la conexión antes de haya podido llegar a su máximo
ancho de banda. Por ejemplo, para conseguir una conexión T-1 se necesitan hasta
200 peticiones, lo que se consigue cuando ya se ha acabado la transmisión, por
lo que funciona a una velocidad sub-óptima.
Una
de las tendencias de las redes es el desarrollo de la capacidad de alterar dinámicamente
sus características según el tráfico y las aplicaciones demandadas, por
ejemplo, el uso de las pausas entre frases en conversaciones telefónicas en
Internet, para servicios ABR (Avaliable Bit Rate ó Tasa de Bits Residual), como
e-mail. Pero esta multiplexación estadística (permitiendo a varios usuarios
compartir la red) sólo es posible si ambos terminales transmisores pueden
negociar dinámicamente las demandas de ancho de banda en la red. Es
precisamente éste proceso de negociación el que se ve afectado por los
retardos elevados.
Las
soluciones actuales para soportar comunicaciones TCP sobre GEO se basan en engañar
al sistema. Esencialmente, el router en la compañía engaña al servidor Web al
que está conectado, haciéndole pensar que los paquetes que ha enviado han sido
‘acknowledged’ por el usuario remoto. Mientras, el router simplemente envía
las páginas Web a través del enlace vía satélite al lugar remoto. Este
esquema fundamentalmente altera la semántica de las comunicaciones TCP,
introduciendo la posibilidad de corrupción en los datos. Además, existen
incompatibilidades con la seguridad en los protocolos IP que no permitirán ser
engañados. Desafortunadamente este engaño tampoco es útil con aplicaciones
interactivas en tiempo real.
5.1.
La solución: Constelaciones LEO
La
solución a todos estos problemas es disminuir el retardo en la comunicación,
de esa forma conseguiremos compatibilidad con las redes de fibra óptica, que se
caracterizan por: canales de banda ancha, bajos ratios de errores y bajo retardo.
Los
nuevos sistemas de banda ancha vía satélite serán redes de conmutación de
paquetes en los que voz, video y datos serán transmitidos digitalmente. Para
conseguir gran ancho de banda se usará la banda Ka (20-30 GHz). Para disminuir
drásticamente el retardo se usarán órbitas terrestres bajas LEO que, combinándolo
con un mínimo ángulo de elevación – para evitar los problemas de
interferencias y atenuación asociados con la banda Ka- y una constelación
suficiente de satélites para cubrir la Tierra, proporcionarán un retardo máximo
de 50 ms. Con todos estos elementos las redes de banda ancha estarán a nuestro
alcance vía satélite, dentro de estos proyectos cabe desacatar Teledesic y
Celestri que, entre otros, se describirán en siguientes apartados.
6.
Componentes y funciones de un Satélite
Los
componentes fundamentales son los panales solares, que absorben la energía del
sol, y el payload o carga útil.
El
transpondedor. El núcleo del satélite es el transpondedor o unidad de recepción-transmisión
que consiste en un conjunto de circuitos encargados de recibir las señales que
provienen de la Tierra, las amplifican para compensar las perdidas sufridas
durante la transmisión, cambian la frecuencia mediante un circuito
downconverter y las vuelven a amplificar para proporcionar la potencia necesaria
para llegar a la estación terrena dentro de unos límites de atenuación
tolerables.
La
amplificación de la señal se realiza mediante TWTA (Travelling Wave Tube
Amplifiers), unos amplificadores basados en tubos de vacío que proporcionan las
grandes potencias necesarias en este conexto y que todavía no pueden
conseguirse con sus homólogos SSPA (Solid State Power Amplifier). Los TWTA
presentan, además, mejores características en términos de linealidad y
fiabilidad.
Los
avances en MMIC (Monolithic Microwave Integrated Circuits), circuitos integrados
de microondas con importantes prestaciones en términos de miniaturización y
eficacia del funcionamiento, juegan un papel crucial en el desarrollo tecnológico
del transpondedor. Gracias a ellos, se consiguen importantes disminuciones en
peso y tamaño, lo cual constituye un elemento fundamental para la generación
de constelaciones de satélites.
La
unidad de potencia. La unidad de potencia proporciona la energía necesaria para
el funcionamiento del satélite. Esta energía se obtiene de los paneles solares,
que convierten la energía solar en energía eléctrica. Los paneles solares están
formados por agrupaciones de células basadas, en la actualidad, en Arseniuro de
Galio (AsGa), un semiconductor avanzado de alta eficiencia, tanto desde el punto
de vista óptico como de microondas/milimétricas.
La
unidad de antenas. Como en cualquier enlace radio, donde en cada extremo existe
una antena, en la plataforma existe una unidad de antenas para recibir la señal
enviada desde la Tierra por el enlace ascendente y retransmitirla otra vez desde
el satélite hacia la Tierra (por el enlace descendente). Básicamente, la misión
de una antena genérica consiste en transferir la corriente variable de un
circuito eléctrico en ondas electromagnéticas, concretamente en ondas en el
margen de frecuencias de las microondas si la antena es de microondas.
Este
es el caso de la antena cuando actúa como emisor; cuando se produce el proceso
inverso (capta las ondas electromagnéticas del espacio) se dice que actúa como
receptor. La unidad de antenas forma haces que cubren las áreas de la Tierra a
las que se pretende dar servicio. Los haces o spot beams constituyen el
resultado de concentrar la potencia radiada efectiva de que se dispone
procedente del satélite hacia la Tierra.
En
los satélites de comunicaciones los tipos genéricos de antenas normalmente
utilizados son la antena reflectora y la phased array. La antena reflectora
parabólica constituye el elemento tradicionalmente usado en los satélites de
comunicaciones, por lo que se ha llegado a un buen nivel de madurez en su diseño;
además, no es compleja desde un punto de vista estructural y tiene poco peso.
Sin embargo, los nuevos desarrollos en materia de antenas se orientan hacia los
phased array integrados activos, un tipo avanzado de antena utilizado en los satélites
LEO que permite aumentar considerablemente la fiabilidad, prestaciones y la
eficacia en lo que respecta a la potencia global.
En
términos muy generales, un phased array es un conjunto de antenas individuales
internconectadas, de manera que actúan como una antena grande. La forma es
normalmente la de una superficie plana rectangular, con posibilidades de
adaptación a superficies especiales como, por ejemplo, el fuselaje de un avión.
La tecnología subyacente a estas antenas se basa en MMIC.
7.
Por qué usar servicios vía satélite
El
mercado potencial de usuarios de servicios vía satélite es universal. Podríamos
realizar una división en dos grandes grupos: usuarios finales y empresas. Para
los usuarios finales los servicios más atractivos son todos aquellos
relacionados con el ocio y el entretenimiento, así como el acceso a Internet y
a formación a distancia. El teletrabajo también será un factor muy
importante.
En
cuanto a las empresas, lo que necesitan saber los administradores de red y
comunicaciones es por qué necesitan utilizar satélites. A menudo es la única
forma de acceder a localizaciones remotas. Terrenos montañosos en continentes
como Sud América impiden infraestructuras de fibra debido a su alto coste no
amortizable, siendo los satélites la solución óptima. También podemos
extender este escenario a las comunicaciones entre ciudades o pueblos
subdesarrollados donde las infraestructuras son pobres. Actualmente es la única
posibilidad para las industrias marítimas y petrolíferas.
Las
compañías también utilizan los satélites para reforzar sus redes terrestres.
Por ejemplo, los servicios financieros de American International Group (Nueva
York) recientemente han reemplazado dos líneas T1 desde U.S. hasta Japón con líneas
RDSI y una comunicación vía satélite como back up, ahorrándose hasta
$600.000 al año. Cuando la línea RDSI falla por cualquier razón no
controlable, el servicio vía satélite continúa dando servicio.
Existe
una infinidad de proyectos de comunicaciones globales vía satélite. Algunos se
centrarán en zonas concretas de gran volumen de negocio y otros pretenden dar
un servicio global. Algunos de estos proyectos se comentan a continuación.
Inmarsat.
Inmarsat no ha resultado ajeno a estos movimientos. Tras un acuerdo inicial con
Motorola para formar una alianza estratégica a fin de entrar en el mercado de
las comunicaciones móviles globales por satélite, problemas relativos a las
obligaciones previamente contraídas por Inmarsat respecto del servicio al
sector marítimo, el compromiso no llegó a materializarse.
Motorola,
aprovechando su experiencia en telefonía celular terrestre, lanzó su propio
sistema, Iridium, un proyecto que en principio constaba de 777 satélites y que
posteriormente se redujeron a 66 por problemas operativos. Inmarsat, por su
parte, que ha de afrontar una inminente privatización, ha lanzado ICO Global
Communications, empresa filial dedicada a sistemas de telefonía móvil personal
basados en satélites MEO, mientras continúa dando el servicio a barcos y
aviones para el que fue creado.
Iridium.
Los 66 satélites de Iridium están situados en 6 órbitas a 700 kilómetros de
altura; en cada órbita hay 11 satélites. Cada uno de estos satélites,
desarrollados por la División de Comunicaciones por Satélite de Motorola (SATCOM),
pesa aproximadamente 689 kilogramos y cuenta con tres antenas orientadas hacia
la Tierra de tipo phased array en la banda L (1,6 GHz), que constituye el legado
del programa de defensa SBR. Estas antenas suponen aproximadamente 100 módulos
MMIC de transmisión y recepción y elementos radiantes.
Iridium utiliza una filosofía basada en las comunicaciones terrestres: cada satélite proyecta 48 haces sobre la Tierra creando células. Cuando el satélite se mueve, a 24.000 km/hora, también se mueve la célula, originando así un modelo celular dinámico.
La
constelación está diseñada para proporcionar una red de comunicación
personal que permita la transmisión de voz, fax o mensajes (paging) con
cobertura global utilizando pequeños terminales telefónicos.
El
modo de funcionamiento es el siguiente: mediante el teléfono, el usuario
establece una comunicación directa con uno de los satélites, la señal va
pasando de un satélite a otro hasta que llega a uno desde el que se
"ve" al usuario que debe recibir la llamada; entonces la señal se
retransmite por el enlace descendente hacia el usuario (provisto también con un
terminal Iridium) que debe recibir la llamada o bien a un gateway que encamina
la llamada a un teléfono convencional mediante las líneas terrestres
convencionales.
Los
satélites de Iridium utilizan on-board processing para encaminar las señales a
una de las células, al gateway o a otro satélite.
El
proyecto Iridium, que cuenta con un presupuesto de 3.500 millones de dólares,
prevé haber conseguido el lanzamiento de todos los satélites a finales de
1998. Los lanzamientos se efectúan en colaboración con McDonell Douglas, China
Great Wall Industry y el Centro Especial de Investigación y Producción Estatal
Khrunichev de la Federación Rusa.
Globalstar.
Globalstar es una constelación de 48 satélites situados en 8 órbitas
inclinadas 52 grados hacia el Ecuador que utilizan del orden de 7.300 módulos
MMIC y elementos radiantes. Cada satélite, que pesa 450 Kg, tiene 16 spot
beams.
Esta
constelación es transparente, en el sentido de que el satélite actúa sólo
como transpondedor sin ningún valor añadido, es decir, se comporta únicamente
como un repetidor espacial, lo que disminuye su complejidad y, en consecuencia,
sus costes.
Las
empresas implicadas en Globalstar forman un consorcio liderado por Qualcom y el
fabricante de satélites Loral, ambas de Estados Unidos. Otras empresas
participantes son Alenia Apazio, Air Touch, US West, Hyundai, Vodafone, Dacom,
Daimler Benz, Elsag Bailey, Space Systems, France Telecom y Alcatel. El
presupuesto se sitúa en torno a los 1.900 millones de dólares.
Odyssey.
Odyssey es una constelación de 12 satélites MEO situados en dos órbitas
inclinadas 55 grados propuesta por TRW, firma estadounidense del sector espacial
y electrónico, y por empresas como Nortel, Nortel Matra, Spar Aerospace y NC,
con un coste previsto en torno a los 1.800 millones de dólares.
Skybridge.
Promovida principalmente por Alcatel, es una constelación de 64 satélites LEO
con un presupuesto aproximado de 3.500 millones de dólares. Las previsiones de
configuración se sitúan en el año 2001.
Teledesic.
Constituye el proyecto más avanzado y el de mayores dimensiones en el contexto
del estado actual de las constelaciones y, en consecuencia, es uno de los más
controvertidos. Ideado por Craig McCaw, de la antigua Mc Caw Cellular
Communications, financiado por Bill Gates, presidente de Microsoft, y apoyado
por Boeing, que se encarga de fabricar y lanzar la constelación, Teledesic fue
diseñado originalmente para utilizar 840 satélites LEO que funcionarán en la
banda Ka y están situados en 21 órbitas a 700 kilómetros de la Tierra, aunque
posteriormente este número se redimensionó a 288.
Cada
satélite controlará 576 células de 53 kilómetros cuadrados con capacidad
para gestionar 1.400 canales de voz simultáneos de 16 Kbps, 15 canales T1 a
1.544 Mbps o cualquier combinación del mismo ancho de banda acumulativo. La
constelación completa puede llegar a suponer 40 millones de módulos transmisión/recepción
MMIC y elementos radiantes, 1.180.000 antenas phased array y 1.200 baterías
solares para generar cerca de 10 MW de potencia.
Teledesic
ha sido comparado con el lanzamiento al espacio de un sistema de ordenadores de
paralelismo masivo (una arquitectura mainframe en la que una única aplicación
se puede distribuir entre hasta 64 CPU conectadas que operan simultáneamente),
debido a los 282.000 mips que se esperan conseguir, así como al billón de
bytes de memoria RAM.
Está
previsto que estos satélites que operan en modo de transmisión ATM estén en
órbita en su totalidad en el año 2000. Teledesic se dirige a un mercado global
de aproximadamente 125 millones de PC, que crece a un ritmo del 20 por ciento
anual. Un de sus objetivos es crear una red Internet móvil global, llamada
Internet-in-the-Sky, a un mismo y único precio en todo el mundo.
Probablemente
sea esta ambiciosa meta lo que despierta las crecientes controversias. Los
propios integrantes de Teledesic definen a Internet-in-the-Sky como una tecnología
intrínsecamente igualitaria, ya que posibilitará el acceso universal a
Internet y a la sociedad de la información en igualdad de condiciones para todo
el mundo.
Lo
que sí es cierto, independientemente de la definición de objetivos y de las
controversias que puedan surgir en lo que se refiere a posibilidades o
planteamientos, es, en lo que ya se conoce como la guerra de Internet móvil,
que la realidad de poder ofrecer los servicios Internet y multimedia de forma
global y con unos requisitos mínimos de calidad es una función directa de la
superioridad tecnológica del proyecto Teledesic. No obstante, se enfrenta a
unos riesgos reales que surgen de la falta de precedentes en este tipo de
proyectos.
Los
288 satélites operativos estarán divididos en 12 planos orbitales (24 en cada
uno). Para lograr un uso eficiente del espectro de radiofrecuencias, se atribuirán
las frecuencias de manera dinámica, volviendo a utilizarlas muchas veces dentro
de la zona de un haz de cada satélite.
Dentro
de cualquier área circular de 100 Km de radio, la red de Teledesic podrá
soportar más de 50 Mbps de datos hacia y desde los terminales de los usuarios.
La red soporta el ancho de banda bajo demanda, lo que permitirá a los usuarios
pagar exclusivamente por la capacidad que en realidad usan, logrando al mismo
tiempo que la red pueda soportar una cantidad de usuarios mucho mayor. Teledesic
operará en una porción de la banda Ka de alta frecuencia: de 28,8 a 29,1 GHz
en el enlace ascendente y de 18,8 a 19,3 GHz en el descendente.
La
mayoría de los usuarios contará con conexiones bidireccionales que
proporcionan un máximo de 64 Mbps en el enlace descendente y un máximo de 2
Mbps en el enlace ascendente. Los terminales de banda ancha soportarán 64 Mbps
bidireccionales.
Celestri.
Celestri LEO System es un sistema global de satélites no estacionarios (NGSO),
que ofrece un gran abanico de servicios de comunicaciones de banda ancha en
tiempo real dentro del marco de servicios denominados FSS (Fixed-Satellite
Services). Celestri LEO System esencialmente completa la arquitectura Celestri
de Motorola para comunicaciones de banda ancha vía satélite. Los otros ejes de
esta arquitectura son los sistemas Millennium y M-Star.
El
sistema Celestri incluye el Celestri Multimedia LEO System y el Celestri GEO
System que se integran para proporcionar servicios de alta velocidad entre
punto-a-punto, punto-a-multipunto y punto-a-difusión a todo el mundo.
El
sistema Celestri LEO es una constelación de 63 satélites en la órbita baja
(1400 Km de la Tierra), operando en la banda Ka, concretamente en las bandas
18,8-19,3 GHz y 19,7-20,2 GHz (espacio-a-Tierra) y 28,6-29,1 GHz y 29,5-30,0 GHz
(Tierra-a-espacio). El sistema LEO esta diseñado para proporcionar 80 Gbps de
ancho de banda útil a la Tierra. Los satélites en la constelación forman una
red conmutada inteligente, interconectada a 4 Gbps de velocidad en enlaces
intersatélites mediante laser para conseguir una robustez excelente.
Este
sistema proveerá principalmente comunicaciones globales en tiempo real
punto-a-punto. El Sistema Celestri GEO consiste en 9 satélites en la órbita
geoestacionaria proporcionando cobertura a las grandes áreas pobladas de la
Tierra. Cada uno de estos satélites proporcionan 84 haces o spot beams en cada
región de cobertura con una capacidad máxima de 2,8 Gbps. Este sistema está
pensado para servicios punto-a-multipunto poco sensibles al retardo, en el
hemisferio Oeste.
También
está prevista la incorporación del sistema M-Star en el sistema Celestri,
proporcionando comunicaciones de banda ancha en la zona de 40-50 GHz. El sistema
M-Star tendrá funciones de backbone. La combinación de los tres sistemas
permite un servicio completo de aplicaciones de banda ancha tales como
multimedia y aplicaciones de ancho de banda bajo demanda, a usuarios, pequeñas
empresas, multinacionales y proveedores de servicios de Telecomunicaciones en
todo el mundo.
El
sistema Celestri LEO ofrecerá dos categorías de servicios. Primero, a través
de proveedores de servicio, usuarios finales (no dedicados a negocios) usarán
el sistema para acceder y conseguir contenidos en tiempo real. Las aplicaciones
incluirán acceso a Internet, videoconferencia, transacciones financieras,
entretenimiento, enseñanza a distancia y telemedicina. Esta clase de servicio
proveerá acceso a la red con ancho de banda bajo demanda con velocidades hasta
10 Mbps. La segunda categoría permitirá a las compañías multinacionales y a
las portadoras terrestres agregar señales de voz y datos.
La
arquitectura Celestri permitirá el uso de terminales terrestres relativamente
pequeñas, de baja potencia y bajo coste. También ofrecerá comunicaciones con
retardos equivalentes a las comunicaciones terrestres para servicios globales en
tiempo real.
Cada
satélite contiene todo el hardware necesario para enrutar el tráfico de las
comunicaciones a través de la red, incluyendo conexiones Tierra-a-espacio,
espacio-a-Tierra y espacio-a-espacio. Con esta arquitectura, una señal recibida
por un satélite puede ser retransmitida directamente hacia la tierra en el
mismo o en un haz diferente, o retransmitida mediante el enlace óptico intersatélite
a otros satélites desde los cuales se transmitirá hacia la tierra. Esta
arquitectura permite interconexiones globales para la provisión de multimedia
en tiempo real, datos, video y voz.
LOS SATÉLITES DE COMUNICACIÓN PERSONAL
1998
y 1999 probablemente pasaran a la historia como el año de los satélites de
comunicación personal (PCS). Los primeros de los dos grandes contendientes para
el mercado de los PCS "Gran Leo", Iridium y Globalstar, estarán
preparados en 1998 y 1999 para comenzar a operar sus sistemas de satélite
suministrando comunicaciones a nivel internacional.
El
mercado primario para estos sistemas de telefonía vía satélite serán los
ejecutivos de negocios que en ocasiones viajan a áreas las cuales no se
encuentran bajo la cobertura de la telefonía celular convencional pero también
servirá para hacer llegar el teléfono a amplias áreas de los países del
tercer mundo los cuales nunca han conocido ese medio así Globalstar prevé que
el empleo de su sistema de satélites de comunicaciones podrá estar al alcance
de tres mil millones de personas de países subdesarrollados.
Internet
va a ser también la gran beneficiada por la puesta en marcha de los PCS. Los
satélites permiten el envío de datos a alta velocidad de una manera más
fiable y eficiente que los sistemas por cable, la estructura cliente-servidor de
Internet hace que los usuarios reciban mas información que la que envían así
que se piensa en un sistema de conexión en el cual el usuario envíe la
solicitud de información a su proveedor vía cable y reciba la respuesta vía
satélite alcanzándose por este medio velocidades de transmisión de datos
comparables a los que permite la fibra óptica.
Servicios
como DirecPC vía Eutelsat-Hotbird ya se encuentran en funcionamiento aunque la
infraestructura necesaria para su uso todavía se encuentra solo al alcance de
empresas importantes, se espera que más adelante con el uso de la banda Ka y el
empleo de las constelaciones de satélites en órbita baja el acceso sea mucho más
fácil para el usuario medio de Internet.
Entre
los proyectos más avanzados en este campo caben destacar: Teledesic, Celestri,
Skybridge, Astrolink, Spaceway, GE(x) Star y Spacebridge. Los sistemas
principales PCS que se están poniendo en marcha son los siguientes:
ECCO.
Tipo
de constelación: Gran LEO (Orbita terrestre baja)
Propietario:Constellation
Communications Inc.
Masa
de Lanzamiento:12 satélites con una masa cada uno de 280 Kg. Operacional para
el año 2000.
Configuración
órbital:11 satélites operacionales espaciados a igual distancia y un satélite
de repuesto en una órbita ecuatorial de 128 minutos de periodo.
ELLIPSO.
Tipo
de constelación: Gran LEO
Propietario:Mobile
Communications Holdings Inc.
Masa
de Lanzamiento:17 de satélites de 700 a 800 kg. cada uno. Funcionamiento
operacional para el año 2000.
Configuración
órbital: Constelacion elipso-boreal consiste de dos planos inclinados de 116º.
Cada satélite estará en una órbita elíptica (7500 x 670 km. con un periodo
de 178 minutos) con cuatro satélites operacionales y uno de repuesto por plano,
GLOBALSTAR.
Tipo
de constelación: Gran LEO
Propietario:Globalstar
L. P. (Loral Space and Communications and QUALCOMM)
Masa
de Lanzamiento: 56 satélites de 456 kg. cada uno, el sistema se prevé que esté
operacional en 1998.
Configuración
órbital: Ocho planos con seis satélites operacionales cada uno y un satélite
de repuesto por plano. Cada satélite estará en una órbita circular a 1400 km.
inclinada 52º con un periodo órbital de 114 minutos.
ICO.
Tipo
de constelación: MEO (órbita terrestre media)
Propietario:
ICO Global Telecommunications
Masa
de Lanzamiento: 24 satélites cada uno con una masa de 2450 kg. El sistema será
operacional en el año 2000.
Configuración
órbital: Dos planos con 10 satélites operacionales cada uno y dos de repuesto
por plano. Cada satélite estará en una órbita circular a 10300 km. inclinada
45º con un periodo órbital de 360 minutos.
IRIDIUM.
Tipo
de constelación: Gran LEO
Propietario:
Iridium LLC (Spacecraft built by Motorola)
Masa
de Lanzamiento: 72 satélites con una masa de 689 kg. cada uno. El sistema será
operacional en 1998.
Configuración
órbital: Seis planos con 11 satélites operacionales cada uno mas un satélite
de repuesto por plano. Cada satélite estará en una órbita circular a 780 km.
inclinada 86º con un periodo órbital de 101 minutos.
Tipo
de Constelación: MEO
Propietario:Odyssey
Telecommunications International, Inc. (TRW and Teleglobe, Inc)
Masa
de Lanzamiento: 18 satélites con una masa de 2200 kg. cada uno. Será
operacional para el año 2001.
Configuración
órbital:Tres planos con cuatro satélites operacionales y dos satélites de
repuesto por plano. Cada satélite estará en una órbita circular de 10300 km.
inclinado 50º con un periodo órbital de 360 minutos.
Tipo
de Constelación:Pequeño LEO
Propietario:ORBCOMM
(Orbital Sciencies Corp and Teleglobe, Inc)
Masa
de lanzamiento: 24 satélites con una masa de 40 kg. cada uno. Será operacional
en 1998.
Configuración
órbital:Tres planos con ocho satélites operacionales por plano. Cada satélite
estará situado en una órbita circular de 770 km. con una inclinación de 45º
con un periodo órbital de 101 minutos.
Tipo
de Constelación: Broadband LEO
Propietario:Teledisc
Corp (Bill Gates and Craig McCaw)
Masa
de Lanzamiento: 288 satélites con una masa de 1500 kg. cada uno. Será
operacional para el año 2002.
Configuración
Orbital:12 planos con 24 satélites operacionales mas algunos de repuesto en
cada plano. Cada satélite estará en una órbita circular de 1350 km. inclinada
90º aproximadamente con un periodo órbital de 113 minutos.