Ricardo Mastrizzo

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Salgo a caminar

Salgo a caminar entre los sonidos
de una partitura Barroca.
Duermo sin sueño,
entre la música de pensamientos.

Transito levemente el aire de la rivera ,
y contemplo el vuelo de cariño.
Bebo del agua
la transparencia fresca del Ilamado.
Almuerzo, meriendo, y ceno
en la almohada Ilena de candor.
Reposo frente al mate
tibiecito del humo que elevándose,
anuncia el beso.
Escribo de los versos,
tratando de reconciliarme con otros versos,
pero la lluvia enajena de mis poemas
las palabras que suenan a gotas.

Llora la guitarra
por el abandono de mis manos,
estas manos que un poema frenó
el oscilar de sus cuerdas,
¿verso o sonído?, sonido y verso,
guitarra y poemas, manos y caricias ?
Escucho, tras los umbrales de la arcilla
el cuenco vacio,
contando historas de su hueco.

Río como un río en su andar,
embelleciendo de su cause
la causa por existir.

Material enviado por el autor.

El viento norte

El viento norte pasa de a golpes
caliente y cansado.
Se siente el olor fuerte de la hierba,
tan peculiar, tan cansada,
tan al borde del alma,
de su alma misma.

La diferencia por las mañanas,
es que el rocío cambia el ambiente
como las lágrimas nuestras almas.

Extraído de la Revista Literaria «Círculo Mitre».

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