Por estos
días el Partido Obrero (propietario del oriental Partido de los Trabajadores)
está inmerso en la construcción de una de las típicas "revoluciones
trotkistas". Esta vez, asesinaron a tiros a un policía - desarmado - de la
localidad de Las Heras (Santa Cruz), cuando cientos de "iluminados"
rodearon - muchos de ellos con armas de fuego - una estación de policía para
intentar "liberar" a un conocido dirigente sindical petrolero que se
encontraba detenido.
Como toda "revolución trotkista"... al otro día no pasó nada y todo
quedó por esa. Eso sí, las sectas trotkistas porteñas organizaron el clásico
tour por la city, para que sus chochamus liberaran un poco de hormonas,
golpeando durante un rato las rejas que protegen a los policías. Unos cuantos
golpes al metal, alguna que otra botella y al rato se disolvió, pacíficamente,
otra "revolución popular" más.
En el tema que nos toca, ¿cuál es la postura del Partido Obrero con respecto a
las plantas de celulosa de Uruguay, más allá de robar cámara en las marchas de
los asambleistas en Buenos Aires, colocándose detrás de cada entrevistado por
la televisión, sólo para mostrar los cartelitos marketineros con el logo del
PO?
Veamos que decía (1) Juan Ferro, en el pasquín "Prensa Obrera",
uniéndose al mito de que estas industrias huyen del Primer Mundo para recalar
en países como Uruguay:
"Botnia está armando su retiro de la producción finlandesa hacia tierras
donde hay menor control. La cuestión de fondo es que las normas ambientales
europeas exigen un tratamiento antitóxico libre totalmente de cloro, y Botnia
trabaja hoy con el sistema llamado ECF (libre de cloro elemental),
arrojando efluentes de dioxinas (sustancias altamente tóxicas de propiedades
cancerígenas)".
En Finlandia hay actualmente 19 plantas de celulosa. Sólo 2 de ellas utilizan
el método TCF (totalmente libre de cloro) mientras que las
restantes 17 utilizan el método ECF (libre de cloro elemental).Las normas
ambientales europeas NO exigen el método TCF, sólo prohiben el uso de cloro
elemental. Y esa exigencia será obligatoria a partir de octubre de 2007. Por
otra parte, es un error decir que BOTNIA trabaja con el método ECF, ya que esta
empresa cuenta con 5 plantas de celulosa en Finlandia, 3 de ellas utilizan el
método ECF y 2 de ellas el TCF.
Es posible que Uruguay no cuente - aún - con el nivel de control que tienen
países como Finlandia, Suecia o Dinamarca. Al fin y al cabo, esos países
ostentan los primeros lugares a nivel mundial en temas relacionados con el
respeto al medio ambiente. Uruguay anda por un humilde tercer puesto. Pero es
un turrada que un argentino (que andan allá en el fondo, por el puesto 75)
tenga el tupé de opinar sobre el nivel de control que tiene el gobierno
uruguayo, dado que su propio país no sólo no tiene controles de ningún tipo,
sino que además promociona la contaminación con tal de mantener puestos
laborales precarios.
Con calendario equivocado, Juan Ferro, ilustra a la gigantesca masa trotkista
que se informa a través de "Prensa Obrera", explicando (2) que:
"A partir de 2006, el sistema ECF va a ser prohibido en toda Europa".
Antes que nada, el año 2006 ni pincha ni corta. A lo sumo, podrá referirse al
2007, año en que la directiva 96/61/EC (3) exigirá normas ambientales más estrictas
para todas las plantas industriales de la Comunidad Europea, para que operen
según las BAT (Best Available Techniques) correspondientes a su sector. En el
caso del sector que nos preocupa, las plantas de celulosa, las industrias
deberán utilizar (4) métodos libres de cloro elemental. Es decir, podrán usar
tanto el método ECF o el método TCF, pero no podrán seguir usando el método que
es favorito en Argentina.
No sólo le erra fiero con Botnia, para mostrar que su falta de conocimientos es
total, dice (5) que:
"...La Ence española, que se instalará junto a Botnia en Uruguay, tiene el
mismo sistema ECF".
La ENCE española utiliza en Pontevedra el método TCF. Ese mismo método que
tanto GreenPeace Argentina como el gobierno argentino y los asambleistas de
Gualeguaychú le exigen a Uruguay. Sin embargo, parece que el hecho de que ENCE
Pontevedra utilice el método totalmente libre de cloro elemental no le evita
seguir siendo el blanco de las críticas de los que, desde Argentina, se oponen
a la instalación de las plantas de celulosa en Uruguay.
Es obvio que el Partido Obrero tiene tantos conocimientos sobre la industria
del papel como de las revoluciones socialistas y las necesidades de los obreros
y los trabajadores.
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