Héctor Raul VergaraLAS PAPELERAS |
Buenos Aires, 17 de febrero de 2006 El Partido Popular de la Reconstrucción –P.P.R.- de la Provincia de Entre Ríos, quiere por este intermedio hacer pública su posición con respecto al sonado caso de la instalación de dos complejos productivos destinados a la industrialización de la madera con el objeto de producir pasta celulosa que se utiliza para la fabricación del papel. Antes de llegar a la situación central que es de público conocimiento, queremos hacer una breve reseña de lo acontecido políticamente sobre el tema, principalmente en la figura del actual Gobernador Dr. Jorge Busti, ya que el mismo en su primer mandato no se oponía a las instalaciones de estas industrias (publicado en el Diario “EL Heraldo de Concordia año 1987/88), llegando inclusive a tener reuniones con representantes de algunas de ellas con la posibilidad que tuvieran el asentamiento en el territorio entrerriano. Más aún, se dice en círculos muy cercanos al Gobernador, que inclusive los representantes de las firmas en cuestión tuvieron también reuniones formales con el primer magistrado provincial en su período 87/91. ¿Que pasó en aquel entonces?, ¿por qué no se llegó a un acuerdo?, solo Dios sabe lo ocurrido. Llegando a nuestros días nos encontramos que las dos fábricas se encuentran en plena construcción en la rivera del Río Uruguay, en el país homónimo, puntualmente cerca a la Ciudad de Fray Bentos, frente a la ciudad argentina de Gualeguaychú; con un grado de conflictividad que apunta a extenderse en el tiempo y que amerita analizar prudentemente, por la salvaguarda de los intereses de los entrerrianos en toda la Provincia y particularmente de las ciudades cercanas a las fábricas mencionadas. Por tal motivo abordaremos sintéticamente la problemática bajo tres ejes que creemos importantes: uno es el político, otro ambiental y el último el económico laboral. Si no tomamos como mínimo los mencionados ejes, estaríamos instalados como organización política en un grado absoluto de irresponsabilidad, situación en la que ha caído la mayoría de la dirigencia política entrerriana, inclusive el Sr. Gobernador. Analizando el aspecto político podemos mencionar que los miembros del Poder Ejecutivo Provincial quisieron tomar ventajas políticas y utilizar el conflicto con vista a conseguir beneficios personales y partidarios, creyendo que instar a la población al reclamo con cortes de ruta sería por un tiempo corto y que luego se podría encuadrar en la solución, obteniendo de esta manera laureles políticos redituables que los pudieran ubicar en un lugar preponderante para las elecciones del 2007. Pero claro el Sr. Busti no tuvo en cuenta las intenciones solapadas de la organización Greenpeace, a quienes convocó para utilizarla en sus demagógicas intenciones y termina siendo utilizado por esa misma organización, derrumbándosele los propósitos fijados sobre la problemática. El otro tema es el medio ambiente, en el que este Partido se encuentra a favor de buscar soluciones científicas y técnicas, para disminuir los efectos nocivos que perjudican y contaminan nuestro sistema ambiental. Pero como mencionamos precedentemente, una organización ambientalista como es Greenpeace logró influenciar en la población de Gualeguaychú a llevar la situación hasta las últimas consecuencias, tal como lo afirmaron sus activistas en algunos medios de comunicación. Lo preocupante de esta organización es su origen, vinculación internacional y de capitales que la sustentan, radicados en Gran Bretaña. Los argentinos debemos abrir los ojos ya que la historia nos marca vivencias nada favorable para Argentina, de estos mentores del Nuevo Orden Mundial y de la Globalización. El más conocido de los organismos no gubernamentales ambientalistas del mundo se denomina Greenpeace cuyos proyectos de creación han sido uno de los mayores éxitos del “Club de las Islas” para la configuración del movimiento ambientalista, el cual fue ejecutado por intermedio del WWF y de algunos veteranos de los servicios de información británicos. Su fundación se remonta a 1969, en Vancouver, Canadá, con el nombre de Comité “¡No hagan Olas!”, a fin de hacer protestas contra las pruebas atómicas estadounidenses (Vancouver es un conocido “asilo para retirados” para ex funcionarios de los servicios de espionaje británicos y es también un centro para las operaciones que dichos servicios realizan en los Estados Unidos y otras naciones de la cuenca del Pacífico). Los primeros integrantes del organismo fueron reclutados de entre socios del Sierra Club canadiense, del grupo terrorista estadounidense Weathermen, del Frente de Liberación de Vancouver y de grupos locales de hippies, maoístas, trotskistas, etc. Otro grupo de relevancia en esta fase fue el Cuáqueros Canadiense por la Paz. Dirigido por Irving Stowe y financiado por el Fondo Cadbury. La familia Cadbury, que integra la cúpula de la oligarquía británica, ocupa puestos de importancia en el WWF, siendo Peter Cadbury presidente del Fondo Cadbury en esa época, igualmente socio del Club 1001. A su vez, Christopher Cadbury integrante del consejo ejecutivo del WWF del Reino Unido. En 1971, el Comité “¡No Hagan Olas!” cambió su nombre por el de Fundación “Greenpeace”. Su primer jefe fue Ben Metcalf, veterano del servicio de información británico. Otro importante integrante de Greenpeace fue Robert Hunter, corresponsal dedicado a temas ambientales del periódico The Sun de Vancouver. En una entrevista con el escritor de temas ambientales Fred Pearce, Hunter habló abiertamente sobre la táctica de propaganda de la entidad: ”No es que hayamos mentido. Eso nunca se hace en la propaganda moderna. Pero pintamos un cuadro muy exagerado sobre los múltiples peligros que podrían desencadenarse… tsunamis, terremotos, nubes radioactivas, disminución de la pesca, bebés deformados. Nunca dijimos que esto sucedería, pero que podría ocurrir.” Según él, “en lugar de proyectiles, disponemos de imágenes: bombas mentales transportadas por la prensa mundial”. En 1972 se unió al organismo canadiense David McTaggart, quien luego asumiría su dirección. Aunque la “historia oficial” de Greenpeace lo describa como un ex empresario inmobiliario, otras fuentes afirman que tiene un oscuro pasado en los servicios de espionaje. Su ascenso en la jerarquía del grupo fue facilitado en gran medida por la muerte de Irving Stowe, en 1994, pues este se oponía a la creciente tendencia hacia el terrorismo abierto que iba tomando el grupo. A partir de 1977, con el respaldo financiero explícito del WWF, Greenpeace inició su expansión internacional con la instalación de una oficina en Londres y con la adquisición del primer buque de su flota, el Rainbow Warrior. Otro organismo no gubernamental ligado al Estblishment anglo-americano que ayudó al ascenso de Greenpeace fue Friends of The Earth, el que le proporcionó no sólo dinero, sino también personal para dirigir sus primeras oficinas europeas. Disponer el conocimiento del currículum de esta organización, es necesario para difundir fehacientemente las intenciones de sus representantes ambientalistas en Entre Ríos, que es buscar desacreditar y desalentar toda instalación o emprendimiento industrial significativo con el argumento de la contaminación y así lograr desolar industrialmente a las naciones que quieren recuperar sus emprendimientos productivos e industriales para favorecer económicamente a sus pueblos y de esta manera lograr apoderarse de sus riquezas naturales. Nosotros sabemos, entre otras cuestiones, cual es el bocado apetecible de estas corporaciones internacionales apoyadas por sus gobiernos: EL AGUA DULCE que dispone Argentina entre otros estratégicos recursos y precisamente el Río Uruguay cuenta con este vital líquido, donde cabe la preocupación que esta importante vía fluvial sea declarada “patrimonio de la humanidad” y así perder parte de nuestra soberanía sobre el mismo. Estas últimas afirmaciones se las pueden considerar como viables y no improvisadas porque tenemos en nuestro país ejemplos concretos de lugares declarados patrimonio de la humanidad. El tercer eje es puntualmente la parte humana – económica que se plantea ante un derecho y una necesidad de nuestro Pueblo y también del Pueblo uruguayo, del sustento salarial para que sus familias se desarrollen dignamente ante la vida. Nosotros nos oponemos a que se ataque el medio ambiente. Pero no podemos permitir que se produzca un vaciamiento productivo-industrial y así desamparar a nuestra gente para que quede a merced de la contaminación de los designios internacionales, en un continente vacío de posibilidades de progreso. Contaminaciones, encontramos permanentemente en nuestro suelo, por Ej: un niño con necesidades extremas dando vuelta en un basural de cualquier ciudad para buscar alimento, es un ataque lisa y llanamente con alevosía a la dignidad humana, con un alto grado de contaminación a la niñez, por los residuos de toda clase que existen en los basurales. Por ello debemos ser equilibrados en nuestras apreciaciones sin caer en la negligencia de permitir los efectos contaminantes de estas fábricas, ni tampoco en los oscuros intereses de los miembros de Greenpeace. En síntesis decimos que la solución no pasa por elevar las actuaciones al Tribunal de La Haya porque son los mismos intereses internacionales que se encuentran allí, sino arbitrar los medios necesarios entre los dos Presidentes, elaborar un protocolo de seguridad y control del funcionamiento de las dos fábricas, a través de una comisión experta conformada por técnicos designados de los propios municipios involucrados directamente como son Gualegauychú y Fray Bentos, con la asistencia del resto de los municipios de las dos riveras del río, y así mantener una permanente inspección para evitar situaciones que alteren el buen vivir de ambos pueblos. Y de esta manera decir:
NO A LA CONTAMINACION SI AL TRABAJO LIMPIO CON SALARIOS DIGNOS |
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