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David Carlos Pellicer

“Iluminados por el Imperio”

1982     2    de   Abril    2006

Luego del estrepitoso fracaso político, económico, social y militar del autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional”, sobreviene en la República Argentina y en el resto de Sudamérica el período de las “Democracias tuteladas”.

Es así que estas democracias formales - que lo único que sustentan como tales es el ejercicio automático del voto- no sólo no dan de comer, no curan, no educan, sino que sumergen a sus pueblos en altísimos índices de necesidades básicas insatisfechas (subterfugio utilizado para no mencionar la palabra miseria).

A 23 años de la vuelta de “esta democracia”, la Argentina debe 3 veces más que en 1983 (150.000 millones de dólares de deuda externa), mantiene al 40 %  de su población por debajo de los niveles de pobreza, ha vendido sus tierras, sus aguas, su petróleo, sus minerales, su medio ambiente....hipotecando a  las próximas generaciones.

Esta “democracia” ha desarmado el misil Cóndor, instrumento disuasivo de tecnología ultramoderna...Mientras tanto Chile se ha armado como nunca, produciendo un desequilibrio bélico nunca visto en el Sur del Continente.

Esta “democracia” ha frenado sin justificación alguna el Plan Nuclear, a tal punto que Atucha II se tendría que haber terminado hace... ¡20 años! En un mundo que se está quedando sin hidrocarburos, Argentina los ha privatizado y ha demorado al principal sustituto que el resto de los países está potenciando: la energía atómica.

Brasil, en estas últimas décadas ha superado ampliamente la inversión en recursos materiales y humanos de la Argentina en materia nuclear.

Esta dirigencia política que criticaba el alineamiento de la “dictadura” con EEUU de América ha permitido que la ingerencia de dicha potencia en los asuntos internos de nuestro país  haya superado los límites de lo imaginable. Aún con discursos pseudoprogresistas se sigue haciendo lo que la potencia del Norte dispone.

Mientras la mayoría de los países serios enfrenta ese nuevo proceso de dominación llamado globalización con 2 componentes indispensables: identidad nacional y proyecto nacional, los políticos argentinos han destruido hasta el hartazgo cualquier intento de vertebrar un modelo de desarrollo sostenible en el espacio y el tiempo. Cualquier esbozo de recrear una común unidad en el pueblo argentino es destrozado por el espíritu de facción que anida en los partidos políticos, especialmente en el gran protagonista de todo este proceso que es el Justicialismo. Tribus con reminiscencias feudales se apoderan del poder y hacen exactamente lo contrario de lo que enunció doctrinariamente su fundador: recrean dependencia política, provocan injusticia social y se alejan de una política exterior soberana, independiente.

Se han dejado de lado las grandes obras de infraestructura que toda gran Nación necesita:

-                      No se ha canalizado el río Bermejo.

-                      No se han buscado sustitutos a los combustibles fósiles. Es más, éstos se han vendido desaprensivamente (Ejemplo: el gas a Chile), y es por esto que siempre estamos al borde de la crisis energética.

-                      No se ha potenciado el desarrollo ferroviario del país.

-                      No se ha roto el aislamiento de la Provincia de Tierra del Fuego. Todavía hoy debemos pasar por territorio chileno para acceder a la Isla Grande.

-                      No se han saneado las cuencas hídricas altamente contaminadas. Ejemplo: Matanza-Riachuelo.

-                      No se ha integrado al país. Seguimos siendo macrocefálicos con un cuerpo raquítico. No se ha potenciado un plan de desarrollo regional que vuelva a arraigar a los compatriotas del interior que viven hacinados y en condiciones infrahumanas en el AMBA

-                      No se ha recreado una industria de punta y avanzada tecnológicamente. Estamos recreando la industria de los setenta cuando en el primer mundo se habla de actividades económicas cuartarias: robótica, genética, informática de altísima especialización.

-                      Se siguen importando bienes no necesarios, imprácticos, que generan una sangría de divisas que achican el superávit comercial.

Mientras tanto el gran mal que aqueja a los argentinos desde siempre carcome la esencia de cualquier recuperación económica. La corrupción se engalana y la obra pública es el principal botín de los que succionan la savia de la recuperación Argentina. Grupos económicos que vieron la luz en la época militar subsisten ahora asociados al Estado, antes lo hacían asociándose a las empresas extranjeras que participaron en los espurios procesos privatizadores. La víctima siempre es la misma: la Nación Argentina, y por ende las distintas generaciones que vemos como pasan los años y los dirigentes y se consume nuestra vida añorando lo que pudimos ser y no somos.

 

Desmalvinización: Prioridad del árbol sobre el bosque

El proceso de desmalvinización empieza con la capitulación de Puerto Argentino el 14 de junio de 1982. Ese reverdecer del sentir nacional, esa introspección que hizo la sociedad argentina duró apenas 74 días. En ese lapso nos dimos cuenta de muchas cosas, quienes eran nuestros amigos, quienes nos traicionaron, que Malvinas era una causa nacional que estaba más allá de cualquier bandería política, que había arte, música y pensamiento nacionales que habíamos dejado de lado. Pero los mismos que tomaron una decisión de reivindicación de lo nacional, no tuvieron los atributos masculinos para independizarnos de las herramientas de la usura financiera internacional. Los personeros de la antipatria seguían manejando los hilos de la economía. El establishment probritánico, conglomerado formado por intelectuales de izquierda y economistas y políticos de derecha empieza a actuar, “hay que renegar del pateo del tablero”. El statu quo mundial no podía permitirse estos ataques de autonomía de un país periférico. Inglaterra puede provocar golpes de estado en África, amparar a regímenes dictatoriales como los de Ferdinando Marcos en Filipinas, Mobutu Zezé Zeko en el Zaire, expoliar riquezas ajenas en todos los puntos geopolíticos y económicos del mundo. El Reino Unido puede avasallar la autodeterminación de los pueblos en el emblemático caso de las Islas Diego García, pero la Argentina, avalada por resoluciones de la Naciones Unidas (1560-2065), no podía salirse del esquema. Hasta Malvinas, la “dictadura Argentina” era representante del Occidente Cristiano Anglo estadounidense, durante Malvinas era la dictadura genocida manejada por generales alcohólicos, que habían dejado de ser “majestuosos”.

Pero no importa, la “pax  del imperio” se restauró y de ahí en más Malvinas pasó a ser sinónimo de guerra improvisada, de dictadura genocida, de mesianismo. Nada se dijo que Deolindo Bittel por el justicialismo, Carlos Contin por el Radicalismo, Arturo Frondizi por el Movimiento de Integración y Desarrollo, Francisco Cerro por la Democracia Cristiana, Abelardo Ramos por el Movimiento Patriótico de Liberación, es decir el 90% de la dirigencia política argentina avaló la gesta de reivindicación nacional, la restauración del honor y el ejercicio del derecho ultrajado el 3 de enero de 1833.

Nada se dice de aquella usurpación hecha por la fuerza avasallando los justos títulos de una nación que recién nacía a la luz de su independencia.

Nada se dice de la vocación pacífica de la república Argentina que soportó estoicamente los desaires del imperio británico.

Nada se dice de la vocación de diálogo de nuestro pueblo y sus distintos gobiernos, frente a la soberbia y vocación de monólogo que sostuvieron y sostienen los británicos.

Es así, que vaya a saber por que oscuros intereses, a los que los ingleses no son ajenos, hoy Malvinas es: la guerra perdida, la aventura de una dictadura, Los chicos de la guerra, El filicidio de una Nación. El andamiaje intelectual mediático periodístico, funcional a los intereses de la potencia usurpadora nos centra el análisis en el 82. Nada dice de la usurpación, del colonialismo, del eurocentrismo, del maridaje anglo estadounidense, de la traición hemisférica de la trilogía Reagan-Haig- Weinberger. Nada se comenta de la violación al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca. Nada se comenta de la actitud del tan amigoactual Chile, cuya dirigencia tanto cívico como militar jugaron para el enemigo.

“Los chicos de la guerra” “Iluminados por el Fuego”, los libros que aparecen como los mediáticos best-sellers son aquellos que critican el fervor del pueblo, el resurgir de lo nacional, critican ácidamente a quienes encarnaron el hecho histórico, que tal vez se lo merezcan y mucho, pero ni un ápice de crítica al enemigo avasallador de pueblos, expoliador de riquezas ajenas, avalador de la esclavitud y de la explotación del hombre por el hombre ¿no resulta sugestivo?

No resulta sugestivo también que los actos de heroísmo del lado argentino sean silenciados. Usted lector, ¿conoce de la valentía del teniente Estévez? ¿Sabe de la actitud del Contralmirante Robacio a cargo del Batallón de Infantería de Marina 5? ¿Tiene idea de que rol le cupo al Teniente Esteban en la lucha armada? ¿Sabe el nombre y apellido de los aviadores que volaban casi sin combustible para ultimar buques enemigos y que hoy se hallan sepultados en las muy argentinas aguas del Atlántico Sur? ¿Sabe Ud. que a pocos metros suyos puede haber un veterano de guerra que dio todo de sí por una causa que el considera justa? ¿Sabe que quién esto escribe estuvo reunido con los veteranos de guerra del Regimiento de Infantería del Ejército Nº 25 y me aseguraron que irían una y mil veces a Malvinas, aún teniendo 18/19 años de edad?

Así resulta que hay alcoholismos malos, nocivos, pero si ganamos la guerra, se limpia el fantasma del alcohol. Hoy está ampliamente comprobado que Margaret Thatcher era (durante la guerra) y es alcohólica. Pero ese alcoholismo nunca es criticado en los medios argentinos. ¡Hipócritas!!! El alcoholismo de Nixon, el de Churchill, el de Thatcher es un alcoholismo sano. Entonces la paradoja es que no importa si sé es alcohólico o no. Lo importante es si ganamos o perdimos. Perdimos. Entonces somos alcohólicos perdedores.

Es evidente que los británicos nunca tuvieron intenciones de devolvernos las Malvinas. Hoy las relaciones diplomáticas han sido reanudadas, el maridaje peronista-radical que nos gobernó estos últimos 24 años ha logrado:

-                     Que el Reino Unido haya provocado la depredación ícticola del Atlántico Sur.

-                     Que el Reino Unido haya iniciado unilateralmente la prospección de petróleo en el Atlántico Sur.

-                     Que los habitantes de las Islas Malvinas gocen de vuelos frecuentes al continente americano, vía Chile, vía Uruguay.

-                      Que en las Naciones Unidas, por un lapso prolongado, el tema Malvinas permanezca congelado.

-                     Que ningún país en el mundo esté realmente informado de la agresión británica de 1833 y de la paciente acción diplomática argentina durante casi 150 años.

-                     Que el Señor Augusto Pinochet, aliado de Inglaterra durante el conflicto haya sido condecorado por un gobierno argentino.

-                     Que el Presidente George Bush (padre) haya visitado la Argentina, cuando él formó parte del gobierno que traicionó la solidaridad hemisférica, el Tratado Interamericano de Defensa recíproca y la Doctrina Monroe (perdón por mi ingenuidad, siempre debió ser: “América para los Norteamericanos”).

-                     Que el Príncipe Carlos, heredero de la Corona Británica, haya puesto sus pies en estas tierras.

-                     Que empresas británicas hayan adquirido tierras y empresas argentinas.

-                     Que empresarios británicos sean dueños de estancias patagónicas ribereñas de importantes cuencas lacustres, con la importancia que va adquiriendo el recurso agua en la geopolítica mundial.

No existe un mínimo atisbo de autocrítica, ni la menor mención a la involución de la defensa de la soberanía en los Archipiélagos Australes. No se reconoce que lo único que les interesa es la construcción de poder, pero no para que la Nación Argentina, logre lo que merecer ser, una gran Nación. Construyen poder para perpetuarse en él y gozar de las prebendas, junto a sus familiares y amigos. Esto le cabe a la trilogía dirigente de los últimos cincuenta años: militares, peronistas y radicales.

Sin embargo, sostengo fervientemente que en cada argentino anida un 2 de abril, un deseo irrefrenable por ser libres, por vivir en un país con autonomía de decisión y con autarquía para no depender económicamente de quienes son nuestros enemigos.

Es por todo lo precedente que debemos abrir nuestros ojos, nuestras mentes, pensar en quienes quisieron sacarnos del sopor en la que nos sumen los personeros de la dependencia. Volvamos a las fuentes. Argentinos a las cosas!!!!! Porque sino seguiremos “iluminados por el imperio”.

 

Escrito el domingo 2 de abril de 2006, a 24 años de la recuperación de las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur.

David Carlos Pellicer es Miembro del Foro del Atlántico Sur. 

Fuente
PRENSA NACIONAL ALTERNATIVA
http://perso.wanadoo.es/prensanacional/
http://pnaweb.com.ar/
http://pna.deargentina.net.ar/
http://pna.iespana.es/pna/

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