Américo RialCON HERMANOS ASÍ, ES MEJOR SEGUIR SIENDO HIJOS ÚNICOS ARGENTINOS |
Creo que los amigos del "campo (¿sojero?) nacional y popular" no festejaron como se debe el acontecimiento, tal vez porque estaban aletargados por el descanso pascual. Pero habrá que felicitarlos por lo que seguramente ellos consideran un éxito: Cervecería Quílmes, una de las mayores empresas locales paso a ser brasileña. Ya no es parroquial, ahora pertenece a la "Patria Grande", Mercasur, con sede -y sobre todo tesorería- en San Pablo. Todo un avance en el camino de la liberación, pensarán. El sponsor de la selección nacional de fútbol -uno de los pocos íconos sanos y vivos que le quedan a los argentinos- sigue el camino de brasileñizacion tras Pecom, Loma Negra, Swift, y una enorme cantidad de empresas grandes y medianas, muchas de las cuales dejaron estos parroquiales pagos para instalarse cerca de los rascacielos paulistas. A algunas les pusieron "rueditas" y se las llevaron enteras en épocas del superministro Cavallo, uno de los principales impulsores del Mercosur, algo que los campestres nacionales y populares no les gusta recordar, por lo que es bastante coherente que el promotor del Mingo, Carlos "Chacho" Alvarez-otro gran socialista-, este ahora al frente del engendro. ¿Pero si constituímos todos la "Patria Grande", que importa que los dueños y los gerentes de las grandes empresas ex argentinas sean brasileños? Preocuparse por esto es "nacionalismo parroquial o comarcal". Casi xenofobia, nos advierten mientras miran hacia el INADI. ¿Y las ganancias? Bueno, claro...se irán a San Pablo, porque ellos manejan mejor las finanzas, vio...Y de ellas se servirá el BANDES (Banco Nacional de Desarrollo de Brasil) para comprar otras empresas del pais vecino en liquidación. Si seguimos asi le pondrán la bandera verde-amarilla hasta a la calesita de Hebe Bonafini en Plaza Congreso. Mientras tanto Petrobras y Vale do Rio Doce avanzan en toda sudamérica y continua viento en popa el programa nuclear y armamentista de Brasilia. Con los compañeros del Movimiento Nueva Argentina hace un par del años lanzamos una campañita contra el Mercosur. Todo el resto del arco político nos miró como si fueramos marcianos. Ahora algunos están empezando a despertar.¿Habrá tiempo..? ¿Cuanto tardarán en abrir los ojos? Pero no es solo el "irmao" socialista Lula, que sigue fogoneando a cuatro manos el subimperialismo de Itamaraty, tal como le enseñaron en su paso por la escuela de serpicos del Brasil, con muy buenos profesores de geopolítica y sin materia "derechos humanos". También tenemos a la "hermana socialista" Michelle Vascolet, jefa de compras de las fuerzas armadas chilenas, que se siguen armando hasta los dientes, comprando a la India misiles que llegan a 2000 kilometros, cazas y bombarderos a los muchachos del "South Command" que tan bien hablan de ella. También tenemos al hermano socialista Evo Morales que esta ocupado en aumentarnos el 60 por ciento el precio del gas -junten leña...- con beneplácito de los hermanos mayores socialistas de Madrid (Repsol). El hermano socialista Tabaré Vazquez y sus Tupamaros Boys ejecutan fielmente las políticas de Batlle Berres, se rien del tratado del rio Uruguay y nos contamirán alegremente. Este al menos concide con nosotros en que el Mercosur no sirve. Y el hermano progresista-colorado (¡que audacia!) Duarte Frutos nos esta poniendo miles de "marines" en la frontera. Es para preguntarse si con estos "hermanos" no es mejor ser hijo único. Aqui, mientras tanto el "campo nacional y popular" sigue divagando sobre la utópica "Patria Grande", con sus maletines siempre listos para aceptar invitaciones a congresos, foros o asambleas en lugares divertidos y exóticos de esta América, que un dia es latina, otro india y otros hispana, tres cosas diferentes por cierto. Mientras estos dilettantes discursean en el living, por el fondo entran los vecinos y se llevan todo lo que encuentran. Ya no necesitan intentar otra invasión -como las tantas del siglo 19-, les basta con la chequera. Me despido con una pequeña historia que lei hace unos dias... Lucinda Liquín es una simpática señora gordita de Salta que ansiaba conocer México. Tal vez pensaba -como yo hace 30 años- que allí comenzaba o terminaba la Patria Grande. Juntó los pesitos y por fin llegó emocionada al Distrito Federal. Apenas bajo del avión la trataron muy mal y la mandaron de regreso. Los funcionarios aztecas la acusaron de ser boliviana, como si esto fuera delito. Todo muy penoso, pero no me extraña. Hace 30 años fuí con ingenuidad y volví con certezas. No nos quieren. Y mas acá, tampoco. Aunque sea politicamente incorrecto, parroquial, comarcal y casi xenofobo yo me permito seguir siendo argentino. Solo argentino. Humildemente argentino. Y orgullosamente argentino. |
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