Carmen VerlichakCRÍMENES LARGAMENTE SILENCIADOS |
En los momentos en que se derribó el Muro de Berlín – ya un poco antes- comenzaron a conocerse en mayor medida algunos hechos que ocurrieron al terminar la Segunda Guerra Mundial, como la cuestión de la repatriación forzada de prisioneros, y su trágico final. Estas operaciones, fruto del acuerdo entre W. Churchill, Anthony Eden, Stalin y el ministro de Asuntos Exteriores soviético Vyaceslav Mihajlovic Skrjabin – más conocido como Molotov - fueron durante mucho tiempo un secreto sólo conocido por los implicados directamente. El mundo comunista no tenía intenciones de develarlas así como los aliados eran reticentes al momento de reconocer crímenes de guerra propios. Por su parte el hombre común del llamado mundo libre estaba suficientemente espantado por los crímenes examinados en Nuremberg. De manera que nunca hubo juicio, castigo ni pedidos de perdón. Desde la caída de Stalingrado – febrero de 1943 – los ciudadanos soviéticos que trataban de huir del régimen llegaban a unos 5 millones; estos fueron repatriados desde distintos puntos hacia una muerte segura. De 900 mil a un millón de seguidores del ejército ruso de liberación que lideraba el General Andrei Vlasov fueron los primeros en ser obligados a retornar. Esto fue relatado por Aleksandr Solzhenitsyn en su libro Archipiélago Gulag. Las víctimas que siguieron fueron unos tres mil oficiales cosacos en Lienz; luego decenas de miles de oficiales y civiles de varias naciones de Europa que sirvieron a su país durante la guerra. Finalmente, les tocó el turno a millones de refugiados civiles que huyeron de las promesas de Stalin, Tito, Hoxha y otros. Los provenientes de la URSS estaban fuera de toda convención sobre prisioneros de guerra. De manera que si las convenciones habían protegido a algunos en algunos casos, no fue así con los soviéticos ya que Rusia nunca firmó alguna de las múltiples convenciones sobre prisioneros de guerra. La tragedia de BleiburgNo fueron solo ellos; los croatas que habían apoyado al gobierno independiente de Croacia abandonaron su capital, Zagreb, en los primeros días de mayo al saber fehacientemente que no habría lugar para ellos en la Yugoslavia de Tito. Se trataba del ejército y se trataba de la población civil que no adhería a Tito ni a sus partisanos. Marcharon en largas columnas hacia la frontera de Austria para rendirse a los ingleses – que comandaban esa región en el momento – y acogerse a las leyes internacionales sobre prisioneros de guerra. Sin embargo, los hechos fueron totalmente diferentes a lo esperado. Tal como lo consigno el informe de Studia Croatica publicado en Buenos Aires en 1963 y lo que describió en 1985 el historiador anglo ruso Nikolai Dmitrevic Tolstoy Miloslavsky describió en su libro El ministro de las masacres, en mayo del 45 el Quinto Cuerpo del Octavo Ejército Británico entregó a Stalin y a Tito un total de 70.000 soldados croatas, eslovenos y cosacos, y un número de civiles entre 200 y 400 mil que habían buscado refugio en Bleiburg, ciudad de frontera entre Austria y Eslovenia. Los deportados fueron fusilados por los guerrilleros y apilados en fosas comunes. Los sobrevivientes fueron obligados a caminar por toda Yugoslavia en lo que se llamó Marchas de Muerte, y eso fue en verdad, ya que las victimas fueron encontrando la muerte por los golpes, el hambre y la extenuación. Estos acontecimientos recibieron el nombre de Tragedia de Bleiburg por el nombre de la ciudad austriaca de frontera desde donde fueron devueltos en su mayoría. También recibió el nombre de Superkatyn croata en referencia a las fosas comunes de Katyn (1). En este caso el numero de víctimas superó horriblemente al de la tragedia en tierra rusa, de hecho se multiplicó por veinte. Las matanzas colectivas más grandes tuvieron lugar en los bosques de Maribor y Celje (Eslovenia) y en los alrededores de Zagreb, la capital de Croacia. No se les ahorró la crueldad hacia el enemigo muerto y en su desprecio por los principios básicos de humanidad, los comunistas nivelaron y araron los cementerios militares. Arrojaron a los prisioneros y fugitivos masacrados en pozos, ríos y zanjas. Según el informe publicado por Studia Croatica hay centenares de millares de tumbas desconocidas (3). Tanto Tolstoy como el informe de Studia Croatica dejan bien sentado que esto fue responsabilidad de los comandantes, ingleses y del ejército yugoslavo de Tito y de ninguna manera fueron hechos aislados que se puedan atribuir a excesos de la soldadesca. Un crimen aun envuelto en el misterioLas narraciones de las víctimas que han sobrevivido Bleiburg son más o menos conocidas, pero lo que me interesa en particular y desconozco, es la relación que hubo entre Tito y los ingleses, es decir cuáles eran sus acuerdos, que en aquel entonces eran un secreto de estado. No sé cuales fueron, pero evidentemente el régimen de Belgrado impedía el acceso a la documentación. Mientras en Serbia no haya un gobierno libre y democrático, este aspecto fundamental de la tragedia de Bleiburg quedará sin revelar, dijo Tolstoy quien concentró su atención en un aspecto que hasta ahora sigue siendo según sus palabras un misterio siniestro y extraño: la decisión de las autoridades militares británicas de devolver a los croatas sabiendo que serían masacrados nunca tuvo una explicación satisfactoria. Es un enigma que investigo durante varias décadas y que aun hoy no puedo dar una cuenta coherente. Explícitamente en ocasiones - e implícitamente – el comando británico aceptó que tenían 25,000 personas que el 15 de mayo se pusieron bajo su protección y la de las leyes internacionales. El Gobierno británico era responsable por su protección y el trato humano como prisioneros de Guerra bajo los términos de Ginebra de 1929. Aparentemente el comando del Quinto Cuerpo no había contemplado actuar como lo hizo, si ese hubiera sido el caso los refugiados hubieran estado prevenidos. ¿Qué fue lo que causó ese dramático y deshonroso cambio de política? Los hechos muestran claramente que hubo una intervención decisiva el día 13 de mayo. Harold Macmillan era ministro residente en el Mediterráneo, asesor del mariscal de campo Alexander. Tenía, por tanto, la autoridad para comunicarse directamente con el Foreign Office y el Primer Ministro. El día 12 había convenido con Alexander volar hacia el Octavo Cuerpo del ejército asentado en el noroeste de Italia. En ese momento ocurrió algo que dio lugar al violento cambio en la agenda de Macmillan. No viajó a Nápoles como era lo planeado sino que inesperadamente voló al norte hacia Austria. Lamentablemente las anotaciones que McMillan llevaba en su diario presentan en esos días grandes anomalías y expurgaciones atribuidas a su biógrafo sicofante. Por lo que, sigue el misterio acerca de lo sucedido en esos días. (1) Fueron 4433 intelectuales y oficiales polacos hallados en el bosque de Katyn, cerca de Smolensko, Rusia, asesinados por la NKVD (policía política soviética) en 1940. En 1952 informe de la comisión de la cámara de representantes de Washington. (Datos de Studia Croatica) Declaraciones de TolstoyPor distintos medios Tolstoy declaró que fue un crimen particularmente abominable ya que era absolutamente innecesario. Con respecto a los cosacos y rusos blancos que lucharon por el Eje, puntualizo que no era que luchaban del lado alemán, era que luchaban contra el régimen soviético cuya tiranía ya habían experimentado. Así los cosacos, no tenían elección, y no sabían que estaban en un lado tan perverso como el que habían dejado. Por supuesto que no era la intención de Hitler crear una Rusia libre, sino lo opuesto – pero si era la intención de los rusos que combatían de ese lado. Tolstoy propone un estudio más completo de este tema. Ya que, en verdad, son muy complejos los problemas que trae el estudio de estos hechos. A diferencia de los estudios sobre el holocausto judío, éste se encuentra solamente en los límites de las naciones que fueron envueltas en ellos. Si la historia la escriben los vencedores, ya se puede apreciar la relación difícil que hay entre los perdedores y hacer conocer la verdad. Nadie escucha a los sobrevivientes que, por otra parte, están destinando todas sus fuerzas a hacer una vida, en general en tierras lejanas e idiomas extraños; así fue el caso de los croatas y eslovenos exiliados en la Argentina. Por eso es tan valioso el informe que Studia Croatica publicó en Buenos Aires en 1963, en momentos en que el comunismo aun se cobraba vidas de disidentes. Según Tolstoy debería haber una disciplina particular llamada "Repatriation Studies".Y esto es importante porque las repatriaciones no fueron hechos que simplemente sucedieron, tienen causas y efectos y aunque las causas pueden ser varias su legitimación sucedió en Yalta. Hasta hoy Yalta es mucho más que el lugar donde Franklin D. Roosevelt, Winston Churchill y Joseph Stalin se reunieron con sus ministros de asuntos exteriores y jefes de estado. Yalta quiere decir partición de Alemania, los juicios de Nurenberg y la división de Europa entre democracia y totalitarismo. Yalta significa la partición de Polonia a pesar del hecho de que se supone que fue esa partición la que hizo comenzar la Segunda Guerra. Yalta sacrificó a Letonia, Lituania y Estonia y ratificó la anexión de Rumania, Eslovaquia y Finlandia a la Unión Soviética. Al firmar el acuerdo de Yalta, Roosevelt y Churchill llegaron a ser cofirmantes del pacto de Hitler-Stalin de 1939. Yalta es símbolo del colonialismo, en el que tres reyes se dividieron el mundo sin tomar en cuenta los deseos de cada nación. Remite al modo casual y banal cómo lo hicieron según el relato del propio Winston Churchill en su libro The Second World War: Triumph & Tragedy: nos pusimos a hablar sobre los asuntos de los Balcanes.....Let us settle about our affairs in the Balkans...how would it do for you to have 90% predominance in Rumania, for us to lo have 90% in Greece, nd go 50/50 en Yugoslavia?" Lo escribió en una media hoja de papel y se la tendió a Stalin. Este la tomó y la tachó de un plumazo. Así fue que el Oeste le dio a Stalin todo lo que pidió sin que el diera nada a cambio; esto es de tal magnitud que desafía toda comprensión, subrayó Tolstoy. Que los americanos sabían de la iniquidad de lo que hacían lo demuestra es que le pusieron el nombre de Operation Keelhaul "Operación pasar por la quilla" por el antiguo castigo al que se sometía a los marineros encontrados culpables. Y es de lejos el episodio más vergonzoso de la Segunda Guerra mundial, aunque más no sea porque todo eso ocurrió una vez terminada. La Tragedia de Bleiburg fue un crimen que empezó cuando terminaron las matanzas legales que se llaman guerra. Ya que los croatas se rindieron a ellos frente a la promesa de que no serían forzados a volver a Yugoslavia. Las matanzas empezaron el 16 de mayo de 1945 y siguieron sin parar por dos años más. Ellos fueron hambreados, golpeados, violados y ridiculizados. Los que no pudieron seguir eran fusilados. Lo que destacaron Tolstoy y el informe de Studia Croatica es que a diferencia de Hiroshima o Dresden, la tragedia de Bleiburg no fue un hecho solamente sino cientos de ellos a través de un largo período. Y también a diferencia de Hiroshima o Dresden, Bleiburg no un hecho de guerra sino una venganza de posguerra. Después de las matanzas en la frontera llego la ejecución de los miembros del gobierno croata. Hubo masacres en otros lugares; algunas como Kamnik involucraron a varios miles, en otras, como la de Maribor, murieron más de 40.000 personas. Es muy interesante como Tolstoy empezó a trabajar en esto. Siempre creyó que se trató de hechos aislados y órdenes y contraordenes erradas. Hasta que en 1973 se dio cuenta de que había una historia única detrás de todas esas tragedias personales que no se podían adjudicar a la casualidad. El primer libro sobre el tema, Victims of Yalta, le tomó cuatro años, sobre todo porque trató de entrevistar a todos los sobrevivientes que pudo, eso incluyó no sólo a los que fueron ciudadanos soviéticos sino soldados americanos y británicos. Cuando se publicó el libro en Inglaterra en 1978 causó un gran escándalo, ya que implicó severamente al secretario del Foreign Office Anthony Eden y sus empleados civiles por la responsabilidad en ese enorme crimen.
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