Carlos A. Falchi¿QUIÉN LES ABRIÓ LA JAULA? |
Hace ya muchos años, cuando cursaba Derecho Penal, analizando algunas teorías disparatadas sobre la culpabilidad, el profesor expresaba irónicamente que con ese tipo de razonamientos la responsabilidad del adulterio correspondía adjudicarla al carpintero por haber confeccionado la cama. Hoy, ya entrados en la posmodernidad, nos toca vivir en el reino del revés donde “nada el ave y vuela el pez” y no sería extraño que algún carpintero fuera considerado responsable de adulterio cometido por un cliente que adquirió una cama, por inefables magistrados de la justicia federal. Con tal razonamiento demencial se ha dispuesto la captura de María Estela Martínez de Perón, por considerarla ”prima facie” responsable de un delito cometido por un comisario de San Rafael (Mendoza) Sin embargo, la alteración mental, que frecuentemente afecta sectores dirigentes de nuestra querida Argentina, no es una novedad, aparecía con frecuencia; sin embargo, siempre era neutralizada por la cordura popular de la que hacían gala los dirigentes. En la actualidad, con el avance del “crack”, el “paco”, la “yerba” y la “merca” de calidad dudosa, con la proliferación de “casas” discretas que permiten rentar “taxi boys” por tiempo determinado, de los “Barrios cerrados” y de edificios autosuficientes, los que se arrogan la condición de dirigentes viven aislados y sin dialogar con ciudadanos con sentido común. Su contacto con la realidad nacional es trasmitida por el “opinólogo” que le habla desde el aparato de TV, del libreto que le recita el muchachito que lo “atiende” o de la “gatita” que le explica que “Pérsico” es riquísimo (el helado, por supuesto, no piensen mal del ex quebracho). No soy el unico en advertir el “mundo del revés” que sigue siendo la Argentina, el famoso Juez Espartacus, filmado con escándalo en un prostíbulo masculino al que frecuentaba, y que por sus relaciones políticas consiguiera sobrevivir al menemismo y al duhaldismo, lleva hoy la causa contra Isabel Perón, y algunos autorizados voceros nos manifiestan seguramente tomándonos el pelo, su confianza en que se haga justicia y en que no habrá impunidad para nadie…” (Jorge E. Rulli, Editorial del 14-1-2007). Ahora bien, como si todo este disparate fuera poco, alguien abrió la jaula y les proveyó de una PC a cuanto delirante trasnochado, con signos característicos de humanidad y con capacidad para escribir algunas líneas, para que nos infecte la pantalla con boludeces mayúsculas, con deseos de protagonismo (Félix Rodríguez Trelles), con idéntico deseo y tratando de justificar a los asesinos (Villalobos) y esa “ mezcla rara de Museta y de Mimí…”, como el escrito firmado por “Juan Cruz”. Dado el tenor de los mismos, correspondería que los magistrados citaran a ratificar sus expresiones a los señores Felix Rodríguez Trelles, quien afirma que “la decisión del General, la conformación de los grupos de tareas y los sucesos de septiembre/octubre de 1973, me constan personalmente”, afirmando la veracidad de lo informado en Ámbito Financiero. Igual medida correspondería disponer con Villalobos, según el cual “las AAA eran todos y era nadie... ni López Rega, ni la Federal, ni los servicios, ni todos juntos... era todos y cada uno de los militantes que se oponían a la subversión, al terrorismo, a la intentona ‘marxistoide’ “, si bien más adelante aclara: “No voy a rescatar lo actuado por las AAA, pero sí rescato la lucha antisubversiva, la heroicidad de un pueblo que supo sacarse de encima el trapo rojo que hoy, disfrazado de DDHH y de democracia trasnochada, pretende volver a cubrir la azul y blanca que es la bandera de nuestra Patria”, demostrando conocer exhaustivamente el tema o mejor dicho tener perfectamente estudiada la versión de “inteligencia”. En cuanto al analista mediterráneo, que demuestra en su envío padecer graves alteraciones psíquicas, delirios persecutorios y místicos, se debería disponer su internaciòn en una Casa de Salud o “loquero”. En cuanto a la señora ex presidente de la Nación Argentina, doña María Estela Martínez, viuda de Perón, me limitaré a reproducir lo escrito en “Historiadores o cagatintas” (19-2-2002):
En nombre de la cordura pido a nuestra dirigencia, jueces y políticos incluidos, dejen de actuar para las cámaras de TV, abandonen la política mediática y cumplan sus funciones en esta Republica, representativa y federal. A los integrantes de los grupos enfrentados en los 70, “Partido Militar” y las diversas organizaciones especiales “armadas”, que reconozcan sus errores y dejen de refugiarse detrás de las polleras de una mujer que ejercía la primera magistratura y ellos se encargaron de destituir y encarcelar con responsabilidad compartida. |