Roberto SubiranaNO TODA EVOLUCIÓN ES POSITIVA |
Antes fueron la Maffia, extendida desde Sicilia a toda Italia y a buena parte del mundo, la también siciliana Cosa Nostra, la Camorra napolitana y la Sacra Corona Unita de la zona de Puglia. Pero, al presente, esas organizaciones parecen haber sido desplazadas por la N'Drangueta, nacida -pero no limitada- en Calabria, que ha logrado hacerse más fuerte que sus predecesoras, sin determinados códigos ni anacronismos que las otras y mucho más moderna y dinámica. El nombre de N'Drangueta derivaría de una palabra griega que tendría un significado vinculado a los conceptos de virilidad o coraje. La leyenda remonta su nacimiento a la ciudad de Toledo, en la España del siglo XV, y aun en la actualidad sus rituales de iniciación conservarían bastantes características de los caballeros españoles de aquel siglo. Los que aseguran conocer la estructura interna y el funcionamiento de la N'Drangueta señalan que, al contrario de la rigidez que caracteriza a las otras organizaciones (Maffia, Cosa Nostra, etc.) ésta posee una gran flexibilidad debido a una estructuración horizontal (del tipo de las clásicas células subversivas y/o guerrilleras y/o terroristas) que tornan muy dificultoso penetrar sus filas. Otra significativa condición, que las aleja de sus antecesoras y las acerca a las modernas estructuras subversivas, radica en la activa participación de las mujeres en las actividades que desarrollan sus hombres (ya se trate de esposos, novios, hijos, hermanos, etc.). Otra particularidad que diferencia a la N'Drangueta de, por ejemplo, el criterio que, desde sus comienzos y durante muchas décadas, sostenía la Maffia se vincula al negocio del narcotráfico. Se recordará que hasta después de la Segunda Guerra Mundial los padrinos de las principales familias de la maffia norteamericana admitían cualquier tipo de actividad delictiva que les brindase ganancias, menos la vinculada al narcotráfico. Ello tenía cierta explicación en la tradición de familia heredada de Italia. Digo "cierta" ya que, tanto peligro para el ser humano y para la seguridad de su familia se podía encontrar en el alcoholismo; sin embargo la maffia norteamericana no tuvo la menor inhibición en hacer pingües negocios con el tráfico ilegal de alcohol durante los años de la prohibición de ese producto, conocido como ley seca, que no solamente prohibía su venta en lugares públicos sino que también limitaba sensiblemente su elaboración, lo que, en alguna forma, era una manera de reducir su consumo aun en el ámbito privado doméstico. COMBINACIÓN LETAL, AMISTADES PELIGROSASLa N'Drangueta -al menos por el momento- parece haber centrado sus operaciones de dos ámbitos de fácil y frecuente interrelación: el narcotráfico y las operaciones financieras de alto nivel (que, en general, para compensar, presentan baja o nula ética). También separándose nítidamente de los tradicionales mafiosos o miembros de la Camorra, los integrantes de la N'Drangueta mantienen una muy buena relación con las organizaciones colombianas de narcotráfico. Y, por extensión, no son nada considerados con todo lo que estorbe a sus negocios y aun con los ajenos a su cártel, familia o banda, es decir, con el resto de la sociedad. El peso de la organización de la N'Drangueta le ha sido funcional en extremo a los cárteles de la droga colombianos y, no sería extraño que también lo fuera para otras organizaciones similares de otros orígenes. Cabe sospechar que la N'Drangueta no debe tener mayores reparos hacia todo lo que signifique obtener más ganancias. Algo como la afirmación de "el fin justifica los medios". SE NON E VERO E BENE TROVATOEl paso de los años y la experiencia que ello nos aporta si no nos hace desconfiados a ultranza, por instinto y sin mayores fundamentos, al menos nos hace tomar las cosas con una cierta prevención, como "a beneficio de inventario". En los primeros días de mayo de 2005 la policía española realizó un procedimiento en el puerto de la ciudad de Valencia en el que secuestró 300 kilos de cocaína ocultos en un cargamento de carbón vegetal. Se produjeron once detenciones, cuatro de ellas de ciudadanos argentinos. El cargamento había salido del puerto argentino de Campana, provincia de Buenos Aires. Este procedimiento fue conocido como "Operación Ayala" (en dudoso homenaje al jugador argentino que jugaba en aquella ciudad española) o como "Operación Carbón Blanco". Ese procedimiento tuvo -en virtud de la colaboración internacional de las fuerzas policiales- un correlato en nuestro país, donde se llevaron a cabo distintos procedimientos para capturar a los cómplices locales y, al mismo tiempo, determinar las acciones realizadas o planificadas por los integrantes de esa organización. Las declaraciones de los detenidos permitieron saber que se habían efectuado otros dos envíos de droga, también disimulados en carbón vegetal, despachados del mismo puerto de Campana. El segundo envío, como el anterior, fue secuestrado en el puerto de destino. Contenía 708 kilos de cocaína. En ambos países la investigación continuaba. En el nuestro fueron detenidas otras diecisiete personas involucradas en al transporte de 190 kilos de la misma droga, igualmente colocada en bolsas de carbón vegetal a bordo de un camión que fue interceptado en las inmediaciones de Capilla del Señor, provincia de Buenos Aires. En el marco de las investigaciones en torno a este caso, tiempo después la Gendarmería Nacional, el 31 de diciembre de ese mismo año, allanó una casa quinta en la localidad de José C. Paz, secuestrando otros 752 kilos de cocaína, igualmente escondidos en bolsas de carbón vegetal. En este lugar fueron detenidas once personas, la mayoría integrantes de una familia oriunda de la localidad salteña de Salvador Mazza. Este operativo fue conocido como "Carbón Blanco II". En todos los casos se estableció que la droga provenía de Bolivia y que, ingresada a la Argentina, era llevada a Tucumán donde se la fraccionaba y se disimulaba en bolsas de carbón vegetal. Desde Tucumán se trasladaba, por tierra, a Campana desde donde, en contenedores, se despachaba hacia España. Una parte de los envíos era reenviada a Italia donde era recibida por la N'Drangueta" que se ocupaba de su distribución y/o comercialización. En nuestro país periódicamente se llevan a cabo operativos contra el tráfico de drogas. Los mismos -algunos bautizados como "Operación Langostino", "Merluza Blanca", "Silla Blanca", etc.- logran un éxito relativo[i] si se toman en cuenta los volúmenes de los secuestros. Poco tiempo atrás, también en la zona norte del segundo cinturón del Gran Buenos Aires fue descubierto un laboratorio, muy bien equipado para el procesamiento de cocaína. Al principio de este ítem hablé de tomar la información publicada "con beneficio de inventario". Lo hice porque dada la visible actitud de los funcionarios locales puede llegar a dudarse que todos estos procedimientos involucren verdaderamente a organizaciones como la N'Drangueta. Esta puede ser importante pero, sin dudas, no es la única ni la más antigua de las dedicadas a este perverso negocio. Imputarle todas estas operaciones puede ser acertado… o no. Lo que no desmerece lo positivo de haberlos frustrado. Podrá decirse que mi prevención es estéril, injustificada o hasta mal intencionada. Nada de eso. Usted, estimado lector, ¿podría decirme en qué quedó el caso de la desaparición de droga del depósito de un juzgado de la provincia de Buenos Aires? ¿Esa maniobra fue hecha exclusivamente por un empleado de menor jerarquía y por un suboficial de policía que solía prestar servicios de custodia en ese juzgado? De ser así… ¿supone que esas dos personas -vulgo piruchos-, tras retirar los paquetes de droga del juzgado salían a vender dosis, al menudeo, por las callecitas de Buenos Aires, con o sin ese no sé qué que las ha tornado tan atractivas… y rentables. ¿Puede usted creer que un escándalo como el de las valijas de Southern Winds, que determinó la disolución del cuerpo de Policía Aeronáutica Nacional (PAN) de manera fulminante y su reemplazo por otro cuerpo, pudo ser organizado por empleados de menor jerarquía, por un minúsculo gerente de base y por unos pocos oficiales aeronáuticos tangencialmente vinculados a la actividad de la mencionada empresa. ¿No se profundizó la investigación en relación con la denuncia de que el envío de valijas y bultos "no acompañados" era algo que se repetía prácticamente todas las semanas? ¿No se pudo… o no se quiso? ¿No les cupo ninguna responsabilidad al presidente y vice de la empresa ni a los restantes altos directivos? A mediados de los '80 se produjo un misterioso y nunca aclarado incendio en los despachos judiciales federales que tenían sus sedes en la Unidad Penitenciaria U22 (Viamonte al 1100, de Capital Federal). Poco tiempo atrás, por una cuestión menor, una supuesta turba de ciudadanos indignados incendiaron un juzgado de provincia. En ambos casos las llamas destruyeron gran cantidad de expedientes de causas que se hallaban en trámite. En ambos casos una considerable parte de los expedientes se referían a casos de narcotráfico, los que, al perderse todos los actuados, con sus correspondientes declaraciones, testimonios y pruebas, debieron darse por anulados, liberados los imputados que se hallaban detenidos e impunes los autores e implicados en los mismos. En el primero de los casos el incendio se produjo durante la noche, cuando nadie se encontraba en el lugar y, por ende, no había luces encendidas. Pero se imputó el origen a "un cortocircuito"… algo extraño no habiendo luces encendidas ni aparatos funcionando. En el otro caso, los vecinos apedrearon el frente del juzgado… pero un pequeño grupo lanzó bombas tipo Molotov… que llevaban en bolsos. Hasta donde conozco, nadie sale de paseo o va a visitar a amigos con un bolso lleno de bombas Molotov. La indignación de los vecinos se debía a la demora de las diligencias judiciales; incendiar el juzgado sólo entorpecería más dichas diligencias. Antes de generalizarse el incendio se sustrajeron computadoras o se las destruyó por completo (con lo que desapareció cualquier información contenida en las mismas). ¿Debemos pensar que fueron indignados vecinos los que llevaron a cabo estos hechos? COMO "CABARET"… PERO SIN LIZAComo bien expresaba uno de los temas del film Cabaret, protagonizado por Liza Minnelli (1972), "Money make the world go around…"[ii]. ¡Y vaya en la forma que lo hace girar! El dinero que genera el narcotráfico supera nuestra imaginación y hasta las imperfectas estadísticas que suelen elaborarse, aun cuando sus datos nos parezcan enormes, asombrosos, tremendos. Personalmente, estimo que las cifras reales son mucho más elevadas que lo que señalan esas informaciones. El contrabando, que es uno de los delitos más antiguos de la humanidad, ha logrado situaciones increíbles. Cuatro años de prisión le costó a don Hernando Arias de Saavedra (Hernandarias) hacer que su monarca se convenciese de su inocencia y de que los cargos por los que se le había despachado, encadenado, como el más abyecto de los delincuentes, desde nuestras costas con destino a España, eran simplemente un falso armado de los españoles de nuestra ciudad de La Trinidad (hoy Buenos Aires) que obtenían enormes beneficios con el contrabando, estafando a la propia corona. Contrabando cuya eliminación era una de las misiones fundamentales que traía don Hernandarias a su llegada a nuestra tierra. De allí al fundamentadamente dudoso suicidio del brigadier Rodolfo Etchegoyen, a los asesinatos del subcomisario Jorge Omar Gutiérrez, de Lourdes Di Natale, del comisario Jorge Luis Piazza, de Diego Matías Sánchez Saíz y de tantos otros que se me escapan en este momento han estado relacionados con el contrabando y/o el narcotráfico. Hasta un alto funcionario del área de la lucha contra las adicciones se permitió deslizar la liberalidad en el consumo de estupefacientes en el seno mismo del Congreso… y no precisamente por parte de modestos empelados de baja jerarquía. Un rubro del contrabando, de mucha menor rentabilidad que el de las drogas, como lo era el de cigarrillos permitía a los delincuentes abandonar camiones (semirremolques o con acoplado, autos de muy recientes modelos y hasta aviones) cuando los campos que utilizaban para aterrizar subrepticiamente (generalmente pertenecientes a estancias particulares) trayendo mercaderías de contrabando estaban embarrados por las lluvias y no permitían el despegue del avión o la huída de los vehículos. No les importaba excesivamente; eran pérdidas relativamente menores con relación a lo que ganaban con cada embarque exitosamente concluido. Si pensamos que el narcotráfico arroja ganancias cien, quinientas o más veces mayores que las del contrabando de cigarrillos comprenderemos el motivo de su peso en Colombia; de la razón por la que nunca fuera hallado el asesino del ex premier sueco Sven Olof Palme; de la cíclica aparición de noticias acerca de los vínculos de conocidos narcotraficantes con las más diversas esferas del poder y con los movimientos subversivos, revolucionarios o sectarios de los más disímiles países. Por lo tanto, estrictamente en lo personal, aplaudo los positivos resultados de los procedimientos contra el narcotráfico… pero, de ninguna forma, cerraré los ojos a la realidad autoconvenciéndome de que eso es suficiente, o que es lo mejor y más acertado que se puede hacer y que se está luchando en condiciones favorables contra ese flagelo y que podemos aguardar éxitos significativos en el futuro mediato. En especial porque, generación tras generación, la edad de iniciación en el consumo de drogas es más baja y que, año tras año, las drogas que se utilizan son más y más destructivas. ¡Hasta la próxima, semejante,… y gracias por su paciencia! [i] Si los analizamos desde el punto de vista de la tarea investigativa, todos han sido altamente exitosos, en especial teniendo en cuenta el aleatorio respaldo que autoridades nacionales, provinciales y municipales le prestan a las distintas fuerzas policiales y la crónica escasez de recursos materiales y tecnológicos que padecen las mismas. En realidad, son muchas más las discursivas campañas publicitarias contra el consumo de drogas que el apoyo, la voluntad y la acción concreta de todos los funcionarios para respaldarlas y darles efectividad.
[ii] Traducido: El dinero hace girar a el mundo.
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