ABOGADO
A
mis colegas de pasillo
Yo
soy el abogado.
El
que todas las mañanas va recorriendo Juzgados, y anda a los apurones
por ese escrito con cargo. El que soporta la espera el que se banca
los paros, y debe poner la cara justificando el atraso. El que abre el
escritorio y sale a ganarse el mango, porque se vienen las cuentas y
todo sigue a despacho El que no tiene licencias, ni salarios, ni
aguinaldo, y debe pelearla duro porque se cobra salteado. Yo soy el
abogado.
Muchas
veces de pleitero, injustamente acusado. Al que todos lo consultan
cuando se ven apurados en la calle, en el cine, y en la cola del
mercado, y al que nadie le pregunta ¿doctor, se le debe algo?. Yo soy
el abogado.
El
que tantas veces pone su paciencia de artesano para llegar al final
con deudor insolventado. El de cédulas y oficios, a pulmón
diligenciados. El que debe tolerar el sistema colapsado, las nuevas
disposiciones de Rentas y de Catastro, los timbrados del Registro y el
humor del funcionario. El que hace de estratega, de confesor, y de
malo, de mediador y de amigo, de psicólogo y de hermano. El que sale
a cara o cruz, con niebla o lluvia viajando, porque justo le fijaron
una audiencia bien temprano. El que se muerde los labios porque el
testigo ha faltado. El que sufre taquicardia mientras va leyendo el
fallo.
Del
mostrador, para acá. Del pasillo, quede claro.
El
que recorre Juzgados, durante meses y años.
A
mucha honra señor, yo soy, el abogado.
Con
todo mi afecto
Feliz
día del abogado
Horacio
Alberto Vero
Presidente
del Colegio dc Abogados de Mercedes
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