Año 2000

Gente de mí país:


Me dirijo a Uds. porque sé que son los únicos capaces de entender lo que escribo a continuación.


Tengo la necesidad de decir lo que estoy segura, la mayoría de Uds., al igual que yo, tiene ganas de decir o gritar a cuatro voces.


Tengo un gusto enorme por la vida. Es más, le estoy agradecida por todo lo que tengo, una familia maravillosa, un techo, comida todos los días, y salud. Aún así, estoy cansada, harta, indignada de los gobernantes que nos han tocado aguantar.


¿No es sorprendente que a pesar de todo lo que se han robado en este país, todavía sigan robando?


No les alcanzó con estatizar deudas privadas; privatizar monopolizando sin darnos opciones; aumentarnos el IVA por un año, para que quede para siempre; cobrarnos por adelantado los impuestos a las ganancias; aumentarnos el combustible para bien de los jubilados que siguieron cobrando igual; revalorizarnos las propiedades que si las quisiéramos vender cada vez nos dan menos; crear entes reguladores que para lo único que sirven, es para que unos cuántos cobren sueldos, porque a la hora de regular, siempre regulan en contra nuestra; crear las AFJP, para que cantidad de gente pierda los aportes hechos hasta ese momento; engañar a cantidad de trabajadores independientes (como mi Padre), que durante los últimos diez años aportó en la caja de jubilaciones a la categoría más alta, para después de más de 40 años de aportes, cobre 220 pesos; quedarse con los plazos fijos de la gente, muchos de ellos ahorros de años y años; asignarse jubilaciones de privilegio (como si las merecieran, o las necesitaran después de robar cientos de miles); crear más impuestos; aumentar el combustible cuando el precio del barril en el mundo sube, para jamás bajarlo cuando baja; cobrarnos alumbrado, barrido y limpieza por lugares que jamás se alumbran, nunca fueron barridos y lógicamente en la vida limpiados...


Podría seguir, pero la lista es ¡tan larga!


Uds. ¿ no están cansados? ¿ no están podridos de tanto cinismo, tanta corrupción y tanta inmoralidad?


¿No se indignan cuando quieren justificar lo injustificable, y tratan de explicarnos con tecnicismos, lo que nadie puede entender?


Esto sólo se llama de algunas maneras; inoperancia, negligencia, estafa, mentira, robo, canallada, insensibilidad, abuso, falta de lo que ponen las gallinas.


Es curioso, pero en conferencias de prensa, o programas televisivos, los políticos dicen estar en contacto con la gente, caminar las calles y saber que el país está mal y lo que necesita. Pues si lo saben no les interesa.

 Siguen consintiendo estafas económicas a costa de nuestros bolsillos y engordando los de ellos.


Ahora, en un acto heroico y solidario, decidieron que van a equiparar dietas de legisladores.


Resulta ser que muchos de ellos cobran hasta 4 veces el sueldo del Presidente. (Más los gastos que no nos enteramos de celulares, remises, viáticos y quien sabe que otras menudencias).


Yo creo, por ahí soy muy tonta, que nadie tendría que cobrar más que el Presidente. Es más, todos tendrían que estar por debajo del Vicepresidente. ¿Estoy tan equivocada? Que alguien me explique por qué, un diputado cobra más que la persona que dirige el país.


Más aún, cada legislador, no tendría que cobrar más que lo que gana un médico de hospital público, y me parece mucho todavía, porque el médico salva vidas, y generalmente, los legisladores las arruinan.


¿Cuánto debería cobrar la persona que destruye ilusiones mintiendo, estafando, holgazaneando? Porque salvo honrosas excepciones, son holgazanes. Buenos para nada, ineptos, irrespetuosos que permiten que se los filme leyendo el diario o haciendo una siesta, mientras alguno de sus colegas debaten una ley. Eso cuando van. Pero aún así, vayan o no vayan, dormidos o desatentos, no sólo para ellos no es lo del presentismo, sino que aparte de cobrar en un mes, lo que la mayoría de nosotros no cobraríamos ni en un año, se jubilan jóvenes, con mucho dinero y por si eso fuera poco, cuando terminan su mandato, siguen percibiendo el 30% de sus haberes durante 2 años más, hasta que se puedan reinsertar en sus actividades, como si la mayoría de ellos no tuviera actividades paralelas.


Pero ahora les van a equiparar las dietas y están estudiando si les bajan el sueldo a los empleados públicos que cobran más de 800 o a partir de los que cobran mas de 1200 pesos.


¡Mequetrefes inescrupulosos! ¡Abominables seres sin sensibilidad! ¡Patanes infames! ¡Inmorales!
¿Qué saben ellos lo que es vivir con 1200 pesos? Por más que se bajen los sueldos, nunca llegarán a menos de 10.000.


Les propongo un ahorro aún mayor; ¡¿Por qué no cobran todos ellos 1200 pesos y se dejan de jorobar?!


Si no se dieron cuenta, ellos también son empleados públicos. Si argumentan que dejan sus provincias para ejercer la legislatura en Bs.As. , entonces les diré que nadie les puso un revolver en la cabeza para que lo hicieran. 

Ellos son servidores públicos, si no les gusta el sueldo, que se vayan y dejen el lugar a gente que no va por el sueldo, sino por el país. Si un médico, un maestro, un profesor, que son verdaderos servidores del pueblo, pueden vivir con mucho menos, ellos también pueden. Si no saben que aprendan y si no quieren aprender, todos estaremos muy felices de que nos digan adiós. Total, tenerlos o no tenerlos es lo mismo. Por lo menos en muchos casos así es. Pagarles para que lean, duerman o no vayan, es como pagarle a un fantasma. Peor aún, porque al fantasma no le vemos la cara y a ellos si.


¿Cómo puede ser que nuestros jubilados no tengan para vivir, y ellos nos digan que no se les puede aumentar, cuando no están dispuestos a renunciar a sus sueldos y cobrar una remuneración común y corriente?


¿Por qué creen que merecen más que un empleado de la construcción, o un pescador, o un barrendero?

 ¿Alguno de ellos sabrá lo que es trabajar de verdad? Y si lo saben, ¿por qué esa falta de respeto por el hombre que trabaja?


¿Qué factura nos están cobrando? ¿Cuánto más? ¿Qué les hicimos sino más que aguantar ajustes tras ajustes? ¿Cuándo se ajustarán ellos?


Destruyeron la educación, arruinaron los hospitales públicos, jamás subvencionaron a las mentes brillantes y se fueron, nuestros jóvenes hacen cola en las embajadas extranjeras para conseguir visa e irse del país, permitieron el ingreso de compañías extranjeras sin proteger las nuestras, y éstas juntan la plata y se la llevan a su país de origen, siguen permitiendo los grandes supermercados, que contratan gente por monedas, abren de lunes a lunes, dejando a nuestros pequeños negocios de barrio vacíos y sin defensa, y como premio, si no pagamos nuestros impuestos nos clausuran, como si el pobre comerciante no pagara porque no quiere.

 Como si clausurando pudiera conseguir el dinero para cancelar su deuda. No hay que ser economista para darse cuenta que así no solucionamos las cosas. Las empeoramos. 


¡¿ Tan obtusos son que no ven la realidad de lo que pasa?!


Nosotros no podemos dejar de pagar nuestros impuestos, pero el gobierno se llena nuevamente de empleados costosos, que no son más que primos, hermanos, parientes amigos o amantes de fulano o sultano. Los famosos favores pagos, o puestos políticos.


Señor Presidente:

Yo soy una de las tantas personas que votó por primera vez a los 28 años de edad. ¡Estaba tan feliz! Sentía que ejercía ese legitimo derecho del que me habían privado aquellos señores malos.


Me sigo sintiendo feliz cada vez que emito mi voto, más allá que mis candidatos nunca llegan. En rueda de amigos que conocen mi afiliación, me dicen que soy una perdedora, y pasado el tiempo de las elecciones, desde mis 28 años hasta ahora, yo les pregunto a ellos, ¿alguno de nosotros ha ganado?


Cometí el pecado de llagar a los 44 años. Soy muy joven para morir, pero vieja para trabajar.


Que le quede claro, esto no es contra Ud., Señor Presidente.


Es contra toda la clase política. Los suyos, los otros, y los míos también.


Soy desempleada pero llevo una vida digna gracias a mi familia. Sigo siendo una convencida que la vida es un milagro maravilloso. Pero también es cierto que tengo la panza llena, y un lugar caliente cuando hace frío.
Se lo digo con todo respeto,. ¿No cree Ud. que es hora que dejen de tratarnos como tontos? Ya no creemos todas las tonterías que nos dicen. El Estado no tiene un peso, pero se siguen contratando gente amiga, por sueldos de más de 2000 pesos. Estamos cansados de puestos de favor, o de agradecimiento.


¿No cree Ud. que es hora de que los que han vivido a expensas de tanta gente inocente, les devuelvan algo de lo que entre todos les robaron?


¿No hay una manera judicial, de anular todas las jubilaciones de privilegio, y que cobren sumas normales.

 No hay manera, no de equiparar las dietas, sino de bajarlas a una suma menor que el sueldo que cobra el vicepresidente?


Señor Presidente, si Ud. hiciera eso, el pueblo realmente sentiría que lo respetan por primera vez en mucho tiempo. Los legisladores son reemplazables, el pueblo no.


Y respetuosamente Señor Presidente: ¿No hay ninguna manera de acelerar los procesos para que veamos presos a una María Julia Alsogaray, o un Alderete?


Sinceramente Norma Estela Blanco
DNI 13.267.187 

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