"EL RINCON DE LOS TROVADORES"

 

               

 

Alí Al Haded

su obra:

1-SONETOS:

EL SEGMENTO Y LA VIDA 

BELLA NOVIA

ESCRIBIRÉ SONETOS EN EL VIENTO

LAS MIL BATALLAS DEL CORONEL Y UNA SOLA HUELLA

TANGO EN MI CIUDAD

QUIERO SER UN PIRATA

BELLA FUGITIVA DE MIS SUEÑOS

UNA ESENCIA EN EL SUBTERFUGIO

¡NO ME OPACARAN LAS SOMBRAS!

A LOS VANIDOSOS YO LES DIGO

LA TRAICIÓN

AL GRAN CASTELLANO

PIRUETAS Y UNA PASIÓN DE AMOR

SI POR AMOR ...

A BELLA MOZA

 

2-POESÍAS:

DESIDERATUM

UNA MARIPOSA QUE REVOLOTEA EN TU JARDÍN

¡SOL, ES SU NOMBRE!

HOMBRE DE MAR

AZUCENA NOVIA

A MI ALONDRA

UNA POSTAL PARA EL AMOR

UN CHAGALL

BATALLA CONTRA RELOJ

 

3- DÉCIMAS:

SER MADERA

¡VEN, ALONDRA!

MI COMPAÑERA, LA LUNA

 

 

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Traductor Portugués

 

 

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El segmento y la vida 

Disparada en el eje cartesiano, 
donde nacen y mueren los conjuntos, 
una recta acotada entre dos puntos 
debate su existencia sobre el plano. 

Sobre la abscisa, el gran Dios soberano, 
¡principio y fin de todos los asuntos!, 
va mostrando a sus pares ya difuntos 
¡cuánto universo cabe en cada mano! 

Y así, este hombre logra darse cuenta, 
al ver su imagen sobre la ordenada, 
que apenas es un punto y no la recta. 

Que soñar no es locura que atormenta 
si nuestra vida nos es acotada... 
¡que miembros somos todos de esta secta!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bella novia

Mientras la noche teja oscuro manto
y la preciosa luna así lo quiera,
de tus labios, la miel probar quisiera,
y despejar la bruma otrora llanto;

y recitar al viento nuestro canto,
obnubilados por la gran lumbrera,
desnudos ambos sobre la ribera
¡Bella novia! Por quien deliro tanto.

Bella novia, por quien morir no temo,
por ti, mi sangre, bulle tan latina
que por tus besos, de pasión me quemo. 

Eres como la espuma mar, platina
Por cuyas aguas sabe Dios que remo
hacia tu seno, en busca de la ondina.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Escribiré sonetos en el viento 

Escribiré sonetos en el viento 
por las noches y por las madrugadas; 
implorando a los duendes y a las hadas 
que no me priven nunca de argumento. 

Habrá viandas y vino de un convento, 
como formalidades muy sagradas; 
y en un ritual con hostias consagradas 
un cura dará su predicamento. 

Será una ceremonia bien cristiana 
en la capilla sur del campo santo 
donde celebraremos mi partida. 

Y no veré jamás otro mañana... 
¡Mas yo seré poeta mientras tanto 
en otra dimensión y en otra vida! 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las mil batallas del coronel y una sola huella

En el albor de la batalla asoma 
hacia la muerte el más osado miedo: 
el coronel lo intuye, pues lo doma, 
y a la tropa silencia con el dedo. 

Una guerra pensada cual axioma 
por estrategas, ¡con mortal denuedo! 
¡la voz del coronel suena en la loma 
y las espadas sangran en el ruedo! 

Atrás, quedaron cuerpos de guerreros, 
en un campo aturdido y ya demente 
¡bárbaros que soñaron entreveros! 

¡Loas al coronel de Granaderos! 
por librar mil batallas en el frente 
y dejar su pisada en los esteros. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tango en mi ciudad

En Buenos Aires tango, cielo gris, ¡poesías! 
Llora un bandoneón notas en un burdel. 
San Telmo, Balvanera, Goyeneche y Gardel 
¡milongas y arrabales, alcohol y fantasías! 

La gran noche porteña, ¡penurias y alegrías! 
el obelisco envuelto con nubes de papel; 
en la Boca, Quinquela deshoja ya un clavel; 
los conventillos sudan y bailan melodías. 

En Constitución y Once, la terminal de trenes: 
en Palermo la crema de la alta sociedad 
y en Floresta y Retiro los pobres como rehenes. 

Los compadritos huyen del moho de la ciudad; 
sus cuchillos no sangran entre los terraplenes. 
¡Brama en el auditórium tango de libertad! 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Quiero ser un pirata

Quiero ser un pirata traficante de besos
y escrutar lo insondable zarpando en un velero;
Quiero cruzar los mares entre vientos traviesos
y desnudar la luna con fulgor marinero.

Y a rubias y morenas narrar estos sucesos
¡mis locas travesías bajo el sol de febrero!
embriagado los labios y palpando sus huesos
quiero ser un pirata, Don Juan y aventurero.

Quiero hallar a la Musa coronando mis sueños
con su vestido blanco, sus ojitos de cielo,
y su piel bronceada perfumada de rosas;

Que a la mar estoy yendo remando pardos leños
con la esperanza viva que sufraga este anhelo
y esperando que el viento ya rompa sus esposas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bella fugitiva de mis sueños

   

Travestidos sus velos con misterios de plata

¡Señora de los cielos!,¡Lumbrera de los mares!

que tan casta se ofrece para leña de altares

en la vasta negrura con su fulgor que mata.  

Belleza primitiva que romances desata

¡que ya ronda en la cuna!,¡que sueña despertares!

y que al alba ya trova si callan los juglares

y que en el alba llora si de amores se trata.  

Niña rostro de nácar que Dios ha bendecido

resplandeciente musa de añoradas jornadas

que por tu seno virgo mil versos he parido; 

Quiero que sepas, Luna, que no existen espadas

que apaguen tu mirada, que acallen tu latido

pues por tu embrujo velan ¡los duendes y las hadas!  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

DESIDERATUM

Las manos del tiempo
estiran como elásticos las cuerdas

Se oye el tic tac de un reloj de péndulo
... monotonía...


En el alcázar una manecilla
...monotonía...


La alquimia de unos besos
aromatiza el aire
con pérfumes de oriente

...hay un corazón rugiente...


Contemplo en silencio
la herida que sangra
...amanece...

Efímero manto compuesto
con fibras de almidón

¡Mi piel ya es hueso!

La retina está a la vista
las pupilas se dilatan
con el colirio de la ausencia

...alma dibujada con una tiza...


Reflejos en el mar
una ola se hace nube

una gaviota se escapa
hacia el arcano
Mis anhelos van con ella
tomados de sus alas

...amor que se diluye...

(corazón que se desangra con la siesta)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

UNA MARIPOSA QUE REVOLOTEA EN TU JARDIN!
(a mi amada Nina de L´AMORE)


Son mitades las horas que comparto
entre amoríos y huracanes
y los besos que se aprehenden.

Estrategía de los cuerpos
adosados a un juego de sudores
entre sábanas. 

Los gallos no comprenden
que es de noche
hora de festejos y de ritos
de amantes solitarios

En el cuarto
Perecen lentamente las alfombras.
Y endiabladamente, ella y yo, en el piso nos amamos
y reciclamos nuestra pasión entre caricias blandas
y mosaicos duros.

Un pensar desnudo de viejas oraciones inquietantes
cuyo verbo conjugamos en presente
que nos convierte en dueños de nuestras intenciones.

Yo respiro la noche en su pelo largo
y en sus labios el brillo de la luna
que postula un nuevo eclipse
o de estrellas un infarto.

Hay mitades que se estremecen
entre latidos donde arde un fuego fusiforme
y se asumen como cenizas las brazas
de una pasión constante.

Y es el beso acostumbrado a procrear asombros
sobre el pecho erguido de la moza
y el gemido que nace del placer
de la mujer que goza 
cuando se la ama con deleite de poeta
en todas sus estrofas
cuando se despide la noche de la tarde..

Ella descubre una mariposa que revolotea
en los jardines del deseo.

Los jazmines incrementan el perfume
y los instintos de las hormonas nos acercan.

¡Te amo, Nina! ¡Esta noche abre tu ventana!

 

 

 

 

 

 

    

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                          

 

 

¡SOL ES SU NOMBRE!

   

En la longevidad del cosmos

 su evanescente forma de energía

 es como un eterno discurrir

 entre la gracia y el odio

  

El ethos de su inacabada incandescencia, 

de su espontaneidad casi infinita, 

aparece reflejada en cada estrella del cielo 

bajo el manto caprichoso de una dimensión sin ojos 

¡pero que nos observa todo el tiempo!

 

Y entonces una inusitada nostalgia 

me embarga el corazón al mirar 

sin ton ni son aquella parca luna 

que enmudeció al caer la tarde

   

¡Y me descubro llanto en el llanto  

sin el calor de unos ojos 

que acompañen mi ceguera!

  

Su apatía es de bronce y fuego 

cuando atraviesa el desierto 

y se arrastra por la arena; 

pero nos deleita con su voz nasal 

cuando nos arrulla entre sus brazos 

sin quemarnos 

 

El busca apabullar el oscuro río desde su ámbito

y trabaja el amarillo sin descanso

 por mi y por vos 

y el naranja por las rutas de las sombras 

entre valles y montañas 

Su estatura sobrepasa la mensura 

que podamos conseguir con nuestra sangre 

¡y en vano se interponen los colores 

a quien mutila los enigmas con su sola imagen!

 -A ciencia cierta nunca sabré su edad- 

¡Sólo me importa su sonrisa!

 

 

 

 

 

 

 

 

   

 

 

 

 

 

HOMBRE DE MAR  

 

El mar aprisiona los secretos del marino 

en su versión de sal 

Y en su pequeña embarcación el hombre cano 

Contrasta con la majestuosidad de ese grito

   

Las olas confluyen cual dádivas del océano 

sobre las tablas del velero 

y, arteramente, la noche lo cobija  

con su manto de perdón

  

Pero el hombre intuye su soledad 

y desde la proa de la nave exhala humo de una pipa 

(Ya en su corazón se adivina la tristeza de la luna) 

 

Pronto habrá amanecido 

y el horizonte flotará en el recuerdo...

  

Rubio mar enciende las nostalgias 

y Las Nereidas sonríen su deleite, 

cuando rugiente sol amonesta los sentidos 

y se apagan las distancias...  

¡Quedará sólo este amanecer y ningún otro será igual!

 

¿qué son mil días para un marino 

 que en el amor ha naufragado ?

  

Vistiendo su impecable uniforme azul 

con la insignia de capitán 

el marino se acuclilla sobre la cubierta 

y luego de rezar  

toma su navaja y corta sus venas

   

Y hay un Martín Pescador 

que consiguió escapar de los esteros 

para hacerse ave de mar 

y canta una canción de marineros:

    

"No le pido espumas a las mareas

 ni tampoco ondinas a la mar

 quiero sólo tu permiso ¡Oh, Señor!

 para esparcir mis cenizas...¡cuando muera!"

 

                                             

 

 

 

 

 

   

 

 

 

 

 

Una esencia en el subterfugio  

 

No es la esperanza mía lo mismo que el deseo,  

mi esperanza es el vuelo de la imaginación.  

El grito de la carne sólo busca el trofeo

no me importa esa fama ni su mera mención.

  

Yo busco en estos versos recitar en solfeo  

mi partitura regia con ritmo de canción;  

y sentir en el alma del labio el cosquilleo  

que la musa me ofrece con gran satisfacción.

  

Y ser el ave blanca que circunvala el cielo  

y despliega sus alas con libertad total  

en busca del arcano ¡lo más lejos del suelo!

  

y acariciar la luna ¡mi novia celestial!  

en el paño nocturno, trocada en terciopelo,  

y desnudar sus ansias con besos de cristal.

 

   

 

 

 

 

 

 

 

   

 

 

 

 

 

 

¡No me opacarán las sombras!

 

Rondan aquellas sombras cuando la tarde expira

¡que dan pavor y miedo! Se calla el Ruiseñor...

Luna se esconde y llora. ¡Todo mi ser transpira!

En el jardín las flores abortan su color.

 

Luciérnagas que mueren, el viento que delira

El ronquido aledaño de un tétrico tambor,

aullidos de chacales y fuego en una pira

un desvanecimiento,¡la noche del dolor!

 

Se encrespan ya mis labios y duele el corazón

la chusma se avecina, las sombras van gritando

¡que maten al poeta, que muera la pasión!

 

A la hoguera voy presto, con leños crepitando,

entre chusma salvaje, vibrando de emoción:

¡Podrán matar mi cuerpo mas seguiré cantando!

   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A LOS VANIDOSOS YO LES DIGO:

 

Tal vez no habré besado a cien mujeres

ni a cien doncellas moras desvestido;

mas el amor que Dios me ha concedido

me ha sido fiel en los atardeceres.

 

Y si bien pecadores somos seres,

 en el andar he sido prevenido

que no existe varón más distinguido

como aquel que es austero en los placeres.

 

Que andar descalzo es cosa muy prudente

desnudo por la vida  y sin abrigo

y honores desechar y ser valiente.

 

Por eso, amigo mío, yo te digo:

no siempre es muy feliz el más sonriente,

¡si llora igual  el rico que el mendigo!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

       Azucena novia       

 

azucena lágrima

azucena flor

tu pálido rostro

transluce tristezas

en esta tarde óntica

de amores y ocasos.

 

Mística del cielo

de esta mi nostalgia.

Precoces las dádivas

el sendero calla

su aciaga pasión.

 

¿Adónde tus ansias

trocadas en pétalos

palparán mis labios?

 

Azucena novia

Azucena lágrima

azucena flor

Luna de escarlata

balas sin perdón.

 

Azucena novia

azucena lágrima

azucena flor

me hieres y me matas

en la tarde estanca

cuando cae el sol.

 

Y este gran amor

se desangra en pena

entre tu mirada

bajo ese agrio beso

que dispara el arma

de tu gran traición.

 

¿Adónde tus ansias

trocadas en pétalos

palparán mis labios?

 

¿Adónde tu rostro

labiado de amor

sentirá mi beso?

 

Azucena novia

azucena lágrima

azucena flor

tu pálido rostro

transluce tristezas

en esta tarde óntica

de amores y ocasos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¡Ven, Alondra!  

 Con tus alas y mis sueños,

como pájaros dorados

sobre espacios azulados

en procaz tropel de ensueños;

Ven, aunemos los empeños,

y volemos por los mares,

y dejemos los pesares

para siempre en el olvido.

¡Ven, Alondra, te lo pido

hazte luz de mis altares!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ser madera 

 

Resistir tenaz y entero,

sin que ceje ni me doble;

ser madera dura o Roble

frente a la tormentas quiero;

y sufrir el aguacero

y el embate de los vientos;

ya soñando en los momentos

más felices de la vida

con humana paz sentida

y alma y pecho, bien contentos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mi compañera la luna. 

Hay una luna que mora, 
luna blanca en los barrancos 
con sus ojitos estancos 
y una zumaya que llora. 
Hay una dulce señora 
que sueña mundos lejanos, 
princesa ayer de tebanos 
hoy es mi maja desnuda, 
sultana del cielo, muda, 
en un circo de gitanos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La traición

 

¡Qué amargo es el camino de regreso

cuando de cerca vives la desgracia!

¡Cuán artero el destino, gran falacia

el dar que por herido llega el beso!

 

¿Dónde la tan ansiada paz del hueso?

¿Y dónde el gran amor, Señor, que sacia?

¿A carcelero cuál produce gracia

que el alma deje dónde yago preso?

 

¡No, no me pidas una tregua, vida!

Pues cansado estoy  de sentir canciones

que arrullan sólo a los oídos vanos.

 

Truncos mis sueños, con la fe perdida,

¡No, por el puñal! ¡Sí, por las traiciones!

mi cuerpo arrojan hacia los pantanos.

 

   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  Al Gran Castellano

Sobre la piedra aúllan los coyotes
cuando hijosdalgo blanden las espadas,
y se abroquelan todas las majadas
y, roto el muro, tiemblan los barrotes.
Hacia el confín cabalgan los Quijotes
con garbo ecuestre, vainas afiladas,
van dejando en la arena las pisadas
y ya los moros tuercen sus cogotes.
Por Burgos y Toledo ya desfilan
las huestes de Rodrigo, las del Cid
y gimen las guitarras sus bemoles
Las estrellas sus ansias ya destilan
y abunda el rojo jugo de la vid
y en el alcázar arden nuevos soles.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A MI ALONDRA

Una mañana muy temprano en que tú no estabas,
por la senda, comencé a caminar solitario
mientras un ave blanca sus alas desplegaba
tímidamente, sobre un gran cielo hospitalario.

Y un Febo clamoroso naciendo a mis espaldas
acariciando iba a las flores con dedos de oro
y el bosque amanecía con tinte de esmeralda
y había un arroyo transparente y muy sonoro.

Caminaba y preguntaba por qué Dios no me dio alas
para volar como el ave blanca por los cielos...
y comprendí que Dios puso pluma y letra en mi alma
para volar en sueños y plasmar los anhelos.

Y contento me puse a vislumbrar el paisaje,
y al percibir la fragancia dulce de la rosa
me imaginé libélula en medio del follaje
y que besaba a la flor cual una mariposa.

Una mañana muy temprano en que tú no estabas,
por la senda, comencé a caminar solitario
mientras un ave blanca sus alas desplegaba
tímidamente, sobre un gran cielo hospitalario.

Y un Febo clamoroso naciendo a mis espaldas
acariciando iba a las flores con dedos de oro
y el bosque amanecía con tinte de esmeralda
y había un arroyo transparente y muy sonoro.

Y eras tú, mi Alondra, que tus alas desplegabas
tímidamente, sobre un gran cielo hospitalario
Y eras tú, mi princesita blanca, quien volabas
mientras caminaba por la senda solitario.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Piruetas y una pasión de amor

Pintados su ojitos con crayón
y maquillado el rostro de ilusiones,
con su bonete gris y mil canciones 
y una sonrisa grande de cartón.
Un payaso improvisa su función.
¡ya los aplausos! ¡ya las ovaciones!
y en una de las tantas actuaciones
resbala del columpio sin perdón
Y roja la nariz ensangrentada
y de arlequín el traje suspendido 
y de los niños, triste la mirada.
Piruetas, el payaso divertido,
quiso tocar el velo de la amada...
volando al cielo, donde está su nido.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una postal para el amor 


Mi Corazón Os Brindo... 


Como un árbol que respira 
los nutrientes de la tierra 
y oxigena nuestras vidas; 
así mi corazón quisiera regalar 
a los que se aman 
y se entregan sintiendo 
que su amor 
no es un cálculo financiero 
o la letra chica de un contrato 


Y Descubrirme Soñando... 


Y volando plácidamente por el cielo azul, 
como un ave solidaria, 
acompañada por las nubes del oeste, 
visitando otras ciudades 
y haciendo amigos nuevos en cada amanecer; 
quiero sentir en mi cara al viento madrugador 
silbando una copla provinciana y luego, 
encontrar una alondra 
que me invite a posar con ella en una rama 
¡y juntos nos amemos!




 

 

 

 

 

 

 

 

 

Si por amor....

 

Si por amor nacemos y vivimos

y por vivir sufrimos y gozamos;

Si por gozar sentimos que morimos

entonces por amor también lloramos.

 

Si por amor cual fénix nos vestimos

y en el azul las alas desplegamos;

si en el volar la muerte ya vencimos

entonces por amor resucitamos.

 

Que el amor es un arte milagroso

¡dichoso quién pudiera cultivarlo!

acaso es un misterio majestuoso

 

que la luna en su afán de conquistarlo,

busca un espejo para reflejarlo

mientras un sol sonríe cariñoso..

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A bella moza

 

Improvisar, ya quiero mi cantata

y dedicarla como corresponde,

a bella moza cuyo amor me esconde

y que su boca de pasión me mata.

 

La ley por ella mi alma desacata

como en sus pechos ¿tanta miel adónde?

cuando la luna por los cielos ronde

cantaré en su balcón mi serenata.

 

Seré juglar con mi guitarra mora

en un concierto frente a las estrellas

que ya cantando me hallará la aurora.

 

Descorcharé de vino dos botellas,

-pues templaré la voz por mi señora-

y en el rocío lavaré las huellas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Un Chagall

Atrás
solemne y quieta
la única sombra

otra vez
el rito del desbande
en un milagro de plumas

concierto de estrellas en el fondo

Atrás
una colección de huellas
en un paisaje selectivo

Una migraña en progreso
en un cuadro de Chagall

Un embrión arañando
el corpus
el útero insomne, cavila

una estadística, un ensayo, un número
una cigüeña muda espera

Un edificio en escombros
un misil erigido en monumento
un museo de siluetas

La extraña siesta
y el despunte del abismo

Una perspectiva
en un ámbito de hojas

Potro, látigo, sudor
el adalid cabalga perezoso
entre desiertos y desiertos

No hay lunas en este lienzo
¡sólo silencios de acuarelas!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Batalla contra reloj

(Al prestigioso cardiocirujano René Favaloro "in memorian")

Corazón latiendo
a veces muere...

El paso de la sangre
una vena herida
la clase abierta al patíbulo
y el inconmensurable amor
de la aurícula
y la docencia de la aorta

La sangría
el  sueño del hombre
y un orificio de bala en el plexo
¡un acto terminal!
y la cardiopatía otra vez...

Una poesía azul
en el costado izquierdo
no puede ser leída

Ventrículo apagado
sangre en un pulmón
y la flor que abre menuda
sus pétalos entre rasguidos

Una noche, un secreto, una esperanza
una estría... un tic tac

Miocardio atribulado espera...

¿Dará su campanada tétrica
a medianoche el reloj?

Y la ilusión de querer
de querer otro latido
y si fuera posible otro más
hasta pedir perdón al cuerpo

Y en la sala de cuidados intensivos
entre sábanas moradas
bajo el hechizo de un infarto
el corazón clava su aguja