"EL
RINCON DE LOS TROVADORES"
Alí
Al Haded
su obra:

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El segmento y la vida
Disparada en el eje cartesiano,
donde nacen y mueren los conjuntos,
una recta acotada entre dos puntos
debate su existencia sobre el plano.
Sobre la abscisa, el gran Dios soberano,
¡principio y fin de todos los asuntos!,
va mostrando a sus pares ya difuntos
¡cuánto universo cabe en cada mano!
Y así, este hombre logra darse cuenta,
al ver su imagen sobre la ordenada,
que apenas es un punto y no la recta.
Que soñar no es locura que atormenta
si nuestra vida nos es acotada...
¡que miembros somos todos de esta secta!
Bella novia
Mientras la noche teja oscuro manto
y la preciosa luna así lo quiera,
de tus labios, la miel probar quisiera,
y despejar la bruma otrora llanto;
y recitar al viento nuestro canto,
obnubilados por la gran lumbrera,
desnudos ambos sobre la ribera
¡Bella novia! Por quien deliro tanto.
Bella novia, por quien morir no temo,
por ti, mi sangre, bulle tan latina
que por tus besos, de pasión me quemo.
Eres como la espuma mar, platina
Por cuyas aguas sabe Dios que remo
hacia tu seno, en busca de la ondina.
Escribiré sonetos en el viento
Escribiré sonetos en el viento
por las noches y por las madrugadas;
implorando a los duendes y a las hadas
que no me priven nunca de argumento.
Habrá viandas y vino de un convento,
como formalidades muy sagradas;
y en un ritual con hostias consagradas
un cura dará su predicamento.
Será una ceremonia bien cristiana
en la capilla sur del campo santo
donde celebraremos mi partida.
Y no veré jamás otro mañana...
¡Mas yo seré poeta mientras tanto
en otra dimensión y en otra vida!
Las mil batallas del coronel y una sola huella
En el albor de la batalla asoma
hacia la muerte el más osado miedo:
el coronel lo intuye, pues lo doma,
y a la tropa silencia con el dedo.
Una guerra pensada cual axioma
por estrategas, ¡con mortal denuedo!
¡la voz del coronel suena en la loma
y las espadas sangran en el ruedo!
Atrás, quedaron cuerpos de guerreros,
en un campo aturdido y ya demente
¡bárbaros que soñaron entreveros!
¡Loas al coronel de Granaderos!
por librar mil batallas en el frente
y dejar su pisada en los esteros.
Tango en mi ciudad
En Buenos Aires tango, cielo gris, ¡poesías!
Llora un bandoneón notas en un burdel.
San Telmo, Balvanera, Goyeneche y Gardel
¡milongas y arrabales, alcohol y fantasías!
La gran noche porteña, ¡penurias y alegrías!
el obelisco envuelto con nubes de papel;
en la Boca, Quinquela deshoja ya un clavel;
los conventillos sudan y bailan melodías.
En Constitución y Once, la terminal de trenes:
en Palermo la crema de la alta sociedad
y en Floresta y Retiro los pobres como rehenes.
Los compadritos huyen del moho de la ciudad;
sus cuchillos no sangran entre los terraplenes.
¡Brama en el auditórium tango de libertad!
Quiero
ser un pirata
Quiero ser un pirata traficante de besos
y escrutar lo insondable zarpando en un velero;
Quiero cruzar los mares entre vientos traviesos
y desnudar la luna con fulgor marinero.
Y a rubias y morenas narrar estos sucesos
¡mis locas travesías bajo el sol de febrero!
embriagado los labios y palpando sus huesos
quiero ser un pirata, Don Juan y aventurero.
Quiero hallar a la Musa coronando mis sueños
con su vestido blanco, sus ojitos de cielo,
y su piel bronceada perfumada de rosas;
Que a la mar estoy yendo remando pardos leños
con la esperanza viva que sufraga este anhelo
y esperando que el viento ya rompa sus esposas.
Bella
fugitiva de mis sueños
Travestidos
sus velos con misterios de plata
¡Señora
de los cielos!,¡Lumbrera de los mares!
que
tan casta se ofrece para leña de altares
en
la vasta negrura con su fulgor que mata.
Belleza
primitiva que romances desata
¡que
ya ronda en la cuna!,¡que sueña despertares!
y
que al alba ya trova si callan los juglares
y
que en el alba llora si de amores se trata.
Niña
rostro de nácar que Dios ha bendecido
resplandeciente
musa de añoradas jornadas
que
por tu seno virgo mil versos he parido;
Quiero
que sepas, Luna, que no existen espadas
que
apaguen tu mirada, que acallen tu latido
pues
por tu embrujo velan ¡los duendes y las hadas!
DESIDERATUM
Las manos del tiempo
estiran como elásticos las cuerdas
Se oye el tic tac de un reloj de péndulo
... monotonía...
En el alcázar una manecilla
...monotonía...
La alquimia de unos besos
aromatiza el aire
con pérfumes de oriente
...hay un corazón rugiente...
Contemplo en silencio
la herida que sangra
...amanece...
Efímero manto compuesto
con fibras de almidón
¡Mi piel ya es hueso!
La retina está a la vista
las pupilas se dilatan
con el colirio de la ausencia
...alma dibujada con una tiza...
Reflejos en el mar
una ola se hace nube
una gaviota se escapa
hacia el arcano
Mis anhelos van con ella
tomados de sus alas
...amor que se diluye...
(corazón que se desangra con la siesta)
UNA MARIPOSA QUE REVOLOTEA EN TU
JARDIN!
(a mi amada Nina de L´AMORE)
Son mitades las horas que comparto
entre amoríos y huracanes
y los besos que se aprehenden.
Estrategía de los cuerpos
adosados a un juego de sudores
entre sábanas.
Los gallos no comprenden
que es de noche
hora de festejos y de ritos
de amantes solitarios
En el cuarto
Perecen lentamente las alfombras.
Y endiabladamente, ella y yo, en el piso nos amamos
y reciclamos nuestra pasión entre caricias blandas
y mosaicos duros.
Un pensar desnudo de viejas oraciones inquietantes
cuyo verbo conjugamos en presente
que nos convierte en dueños de nuestras intenciones.
Yo respiro la noche en su pelo largo
y en sus labios el brillo de la luna
que postula un nuevo eclipse
o de estrellas un infarto.
Hay mitades que se estremecen
entre latidos donde arde un fuego fusiforme
y se asumen como cenizas las brazas
de una pasión constante.
Y es el beso acostumbrado a procrear asombros
sobre el pecho erguido de la moza
y el gemido que nace del placer
de la mujer que goza
cuando se la ama con deleite de poeta
en todas sus estrofas
cuando se despide la noche de la tarde..
Ella descubre una mariposa que revolotea
en los jardines del deseo.
Los jazmines incrementan el perfume
y los instintos de las hormonas nos acercan.
¡Te amo, Nina! ¡Esta noche abre tu ventana!
¡SOL
ES SU NOMBRE!
En
la longevidad del cosmos
su
evanescente forma de energía
es
como un eterno discurrir
entre
la gracia y el odio
El
ethos de su inacabada incandescencia,
de
su espontaneidad casi infinita,
aparece
reflejada en cada estrella del cielo
bajo
el manto caprichoso de una dimensión sin ojos
¡pero
que nos observa todo el tiempo!
Y
entonces una inusitada nostalgia
me
embarga el corazón al mirar
sin
ton ni son aquella parca luna
que
enmudeció al caer la tarde
¡Y
me descubro llanto en el llanto
sin
el calor de unos ojos
que
acompañen mi ceguera!
Su
apatía es de bronce y fuego
cuando
atraviesa el desierto
y
se arrastra por la arena;
pero
nos deleita con su voz nasal
cuando
nos arrulla entre sus brazos
sin
quemarnos
El
busca apabullar el oscuro río desde su ámbito
y
trabaja el amarillo sin descanso
por
mi y por vos
y
el naranja por las rutas de las sombras
entre
valles y montañas
Su
estatura sobrepasa la mensura
que
podamos conseguir con nuestra sangre
¡y
en vano se interponen los colores
a
quien mutila los enigmas con su sola imagen!
-A
ciencia cierta nunca sabré su edad-
¡Sólo
me importa su sonrisa!
HOMBRE
DE MAR
El
mar aprisiona los secretos del marino
en
su versión de sal
Y
en su pequeña embarcación el hombre cano
Contrasta
con la majestuosidad de ese grito
Las
olas confluyen cual dádivas del océano
sobre
las tablas del velero
y,
arteramente, la noche lo cobija
con
su manto de perdón
Pero
el hombre intuye su soledad
y
desde la proa de la nave exhala humo de una pipa
(Ya
en su corazón se adivina la tristeza de la luna)
Pronto
habrá amanecido
y
el horizonte flotará en el recuerdo...
Rubio
mar enciende las nostalgias
y
Las Nereidas sonríen su deleite,
cuando
rugiente sol amonesta los sentidos
y
se apagan las distancias...
¡Quedará
sólo este amanecer y ningún otro será igual!
¿qué
son mil días para un marino
que
en el amor ha naufragado ?
Vistiendo
su impecable uniforme azul
con
la insignia de capitán
el
marino se acuclilla sobre la cubierta
y
luego de rezar
toma
su navaja y corta sus venas
Y
hay un Martín Pescador
que
consiguió escapar de los esteros
para
hacerse ave de mar
y
canta una canción de marineros:
"No
le pido espumas a las mareas
ni
tampoco ondinas a la mar
quiero
sólo tu permiso ¡Oh, Señor!
para
esparcir mis cenizas...¡cuando muera!"
Una
esencia en el subterfugio
No
es la esperanza mía lo mismo que el deseo,
mi
esperanza es el vuelo de la imaginación.
El
grito de la carne sólo busca el trofeo
no
me importa esa fama ni su mera mención.
Yo
busco en estos versos recitar en solfeo
mi
partitura regia con ritmo de canción;
y
sentir en el alma del labio el cosquilleo
que
la musa me ofrece con gran satisfacción.
Y
ser el ave blanca que circunvala el cielo
y
despliega sus alas con libertad total
en
busca del arcano ¡lo más lejos del suelo!
y
acariciar la luna ¡mi novia celestial!
en
el paño nocturno, trocada en terciopelo,
y
desnudar sus ansias con besos de cristal.
¡No
me opacarán las sombras!
Rondan
aquellas sombras cuando la tarde expira
¡que
dan pavor y miedo! Se calla el Ruiseñor...
Luna
se esconde y llora. ¡Todo mi ser transpira!
En
el jardín las flores abortan su color.
Luciérnagas
que mueren, el viento que delira
El
ronquido aledaño de un tétrico tambor,
aullidos
de chacales y fuego en una pira
un
desvanecimiento,¡la noche del dolor!
Se
encrespan ya mis labios y duele el corazón
la
chusma se avecina, las sombras van gritando
¡que
maten al poeta, que muera la pasión!
A
la hoguera voy presto, con leños crepitando,
entre
chusma salvaje, vibrando de emoción:
¡Podrán
matar mi cuerpo mas seguiré cantando!
A
LOS VANIDOSOS YO LES DIGO:
Tal
vez no habré besado a cien mujeres
ni
a cien doncellas moras desvestido;
mas
el amor que Dios me ha concedido
me
ha sido fiel en los atardeceres.
Y
si bien pecadores somos seres,
en
el andar he sido prevenido
que
no existe varón más distinguido
como
aquel que es austero en los placeres.
Que
andar descalzo es cosa muy prudente
desnudo
por la vida y sin abrigo
y
honores desechar y ser valiente.
Por
eso, amigo mío, yo te digo:
no
siempre es muy feliz el más sonriente,
¡si
llora igual el rico que el mendigo!
Azucena novia
azucena
lágrima
azucena
flor
tu
pálido rostro
transluce
tristezas
en
esta tarde óntica
de
amores y ocasos.
Mística
del cielo
de
esta mi nostalgia.
Precoces
las dádivas
el
sendero calla
su
aciaga pasión.
¿Adónde
tus ansias
trocadas
en pétalos
palparán
mis labios?
Azucena
novia
Azucena
lágrima
azucena
flor
Luna
de escarlata
balas
sin perdón.
Azucena
novia
azucena
lágrima
azucena
flor
me
hieres y me matas
en
la tarde estanca
cuando
cae el sol.
Y
este gran amor
se
desangra en pena
entre
tu mirada
bajo
ese agrio beso
que
dispara el arma
de
tu gran traición.
¿Adónde
tus ansias
trocadas
en pétalos
palparán
mis labios?
¿Adónde
tu rostro
labiado
de amor
sentirá
mi beso?
Azucena
novia
azucena
lágrima
azucena
flor
tu
pálido rostro
transluce
tristezas
en
esta tarde óntica
de
amores y ocasos.
¡Ven,
Alondra!
Con
tus alas y mis sueños,
como
pájaros dorados
sobre
espacios azulados
en
procaz tropel de ensueños;
Ven,
aunemos los empeños,
y
volemos por los mares,
y
dejemos los pesares
para
siempre en el olvido.
¡Ven,
Alondra, te lo pido
hazte
luz de mis altares!
Ser
madera
Resistir
tenaz y entero,
sin
que ceje ni me doble;
ser
madera dura o Roble
frente
a la tormentas quiero;
y
sufrir el aguacero
y
el embate de los vientos;
ya
soñando en los momentos
más
felices de la vida
con
humana paz sentida
y
alma y pecho, bien contentos.
Mi compañera la luna.
Hay una luna que mora,
luna blanca en los barrancos
con sus ojitos estancos
y una zumaya que llora.
Hay una dulce señora
que sueña mundos lejanos,
princesa ayer de tebanos
hoy es mi maja desnuda,
sultana del cielo, muda,
en un circo de gitanos.
La
traición
¡Qué
amargo es el camino de regreso
cuando
de cerca vives la desgracia!
¡Cuán
artero el destino, gran falacia
el
dar que por herido llega el beso!
¿Dónde
la tan ansiada paz del hueso?
¿Y
dónde el gran amor, Señor, que sacia?
¿A
carcelero cuál produce gracia
que
el alma deje dónde yago preso?
¡No,
no me pidas una tregua, vida!
Pues
cansado estoy de sentir canciones
que
arrullan sólo a los oídos vanos.
Truncos
mis sueños, con la fe perdida,
¡No,
por el puñal! ¡Sí, por las traiciones!
mi
cuerpo arrojan hacia los pantanos.
Al Gran Castellano
Sobre la piedra aúllan los coyotes
cuando hijosdalgo blanden las espadas,
y se abroquelan todas las majadas
y, roto el muro, tiemblan los barrotes.
Hacia el confín cabalgan los Quijotes
con garbo ecuestre, vainas afiladas,
van dejando en la arena las pisadas
y ya los moros tuercen sus cogotes.
Por Burgos y Toledo ya desfilan
las huestes de Rodrigo, las del Cid
y gimen las guitarras sus bemoles
Las estrellas sus ansias ya destilan
y abunda el rojo jugo de la vid
y en el alcázar arden nuevos soles.
A MI ALONDRA
Una mañana muy temprano en que tú no estabas,
por la senda, comencé a caminar solitario
mientras un ave blanca sus alas desplegaba
tímidamente, sobre un gran cielo hospitalario.
Y un Febo clamoroso naciendo a mis espaldas
acariciando iba a las flores con dedos de oro
y el bosque amanecía con tinte de esmeralda
y había un arroyo transparente y muy sonoro.
Caminaba y preguntaba por qué Dios no me dio alas
para volar como el ave blanca por los cielos...
y comprendí que Dios puso pluma y letra en mi alma
para volar en sueños y plasmar los anhelos.
Y contento me puse a vislumbrar el paisaje,
y al percibir la fragancia dulce de la rosa
me imaginé libélula en medio del follaje
y que besaba a la flor cual una mariposa.
Una mañana muy temprano en que tú no estabas,
por la senda, comencé a caminar solitario
mientras un ave blanca sus alas desplegaba
tímidamente, sobre un gran cielo hospitalario.
Y un Febo clamoroso naciendo a mis espaldas
acariciando iba a las flores con dedos de oro
y el bosque amanecía con tinte de esmeralda
y había un arroyo transparente y muy sonoro.
Y eras tú, mi Alondra, que tus alas desplegabas
tímidamente, sobre un gran cielo hospitalario
Y eras tú, mi princesita blanca, quien volabas
mientras caminaba por la senda solitario.
Piruetas y una pasión de amor
Pintados su ojitos con crayón
y maquillado el rostro de ilusiones,
con su bonete gris y mil canciones
y una sonrisa grande de cartón.
Un payaso improvisa su función.
¡ya los aplausos! ¡ya las ovaciones!
y en una de las tantas actuaciones
resbala del columpio sin perdón
Y roja la nariz ensangrentada
y de arlequín el traje suspendido
y de los niños, triste la mirada.
Piruetas, el payaso divertido,
quiso tocar el velo de la amada...
volando al cielo, donde está su nido.
Una postal para el amor
Mi Corazón Os Brindo...
Como un árbol que respira
los nutrientes de la tierra
y oxigena nuestras vidas;
así mi corazón quisiera regalar
a los que se aman
y se entregan sintiendo
que su amor
no es un cálculo financiero
o la letra chica de un contrato
Y Descubrirme Soñando...
Y volando plácidamente por el cielo azul,
como un ave solidaria,
acompañada por las nubes del oeste,
visitando otras ciudades
y haciendo amigos nuevos en cada amanecer;
quiero sentir en mi cara al viento madrugador
silbando una copla provinciana y luego,
encontrar una alondra
que me invite a posar con ella en una rama
¡y juntos nos amemos!
Si
por amor....
Si
por amor nacemos y vivimos
y
por vivir sufrimos y gozamos;
Si
por gozar sentimos que morimos
entonces
por amor también lloramos.
Si
por amor cual fénix nos vestimos
y
en el azul las alas desplegamos;
si
en el volar la muerte ya vencimos
entonces
por amor resucitamos.
Que
el amor es un arte milagroso
¡dichoso
quién pudiera cultivarlo!
acaso
es un misterio majestuoso
que
la luna en su afán de conquistarlo,
busca
un espejo para reflejarlo
mientras
un sol sonríe cariñoso..
A
bella moza
Improvisar,
ya quiero mi cantata
y
dedicarla como corresponde,
a
bella moza cuyo amor me esconde
y
que su boca de pasión me mata.
La
ley por ella mi alma desacata
como
en sus pechos ¿tanta miel adónde?
cuando
la luna por los cielos ronde
cantaré
en su balcón mi serenata.
Seré
juglar con mi guitarra mora
en
un concierto frente a las estrellas
que
ya cantando me hallará la aurora.
Descorcharé
de vino dos botellas,
-pues
templaré la voz por mi señora-
y
en el rocío lavaré las huellas.
Un
Chagall
Atrás
solemne y quieta
la única sombra
otra
vez
el rito del desbande
en un milagro de plumas
concierto
de estrellas en el fondo
Atrás
una colección de huellas
en un paisaje selectivo
Una
migraña en progreso
en un cuadro de Chagall
Un
embrión arañando
el corpus
el útero insomne, cavila
una
estadística, un ensayo, un número
una cigüeña muda espera
Un
edificio en escombros
un misil erigido en monumento
un museo de siluetas
La
extraña siesta
y el despunte del abismo
Una
perspectiva
en un ámbito de hojas
Potro,
látigo, sudor
el adalid cabalga perezoso
entre desiertos y desiertos
No
hay lunas en este lienzo
¡sólo silencios de acuarelas!
Batalla
contra reloj
(Al
prestigioso cardiocirujano René Favaloro "in memorian")
Corazón
latiendo
a veces muere...
El
paso de la sangre
una vena herida
la clase abierta al patíbulo
y el inconmensurable amor
de la aurícula
y la docencia de la aorta
La
sangría
el sueño del hombre
y un orificio de bala en el plexo
¡un acto terminal!
y la cardiopatía otra vez...
Una
poesía azul
en el costado izquierdo
no puede ser leída
Ventrículo
apagado
sangre en un pulmón
y la flor que abre menuda
sus pétalos entre rasguidos
Una
noche, un secreto, una esperanza
una estría... un tic tac
Miocardio
atribulado espera...
¿Dará
su campanada tétrica
a medianoche el reloj?
Y
la ilusión de querer
de querer otro latido
y si fuera posible otro más
hasta pedir perdón al cuerpo
Y
en la sala de cuidados intensivos
entre sábanas moradas
bajo el hechizo de un infarto
el corazón clava su aguja