INTRODUCCIÓN
El olvido benigno o normal, es parte del proceso de envejecimiento. La mayoría
de las personas ha experimentado alguna vez olvido de nombres, citas o lugares,
sin embargo este olvido difiere del tema de estudio del presente trabajo, pues
la Enfermedad de Alzheimer o Demencia Senil, provoca que el enfermo se pierda en
lugares conocidos, olvide nombres de familiares cercanos, se olvide de cómo
vestirse, cómo leer o cómo abrir una puerta; éstos son algunos de los síntomas
más comunes de un drama que cada vez viven más ancianos: el mal de Alzheimer,
una enfermedad que devora la memoria hasta quedar vacíos.
A través de la información aquí mostrada podremos obtener conocimientos más
específicos de cómo actuar frente a esta enfermedad, detectar los síntomas a
tiempo y aprender los cuidados básicos de enfermería que requieren los pacientes
que sufren de esta enfermedad.
GLOSARIO DE TÉRMINOS:
Demencia: Síndrome mental orgánico que se caracteriza por un deterioro de la
memoria a corto y largo plazo, asociado a trastornos del pensamiento abstracto,
juicio, funciones corticales superiores y modificaciones de la personalidad.
Todas estas alteraciones son lo suficientemente graves como para interferir
significativamente en las actividades de relación, laborales o sociales.
Definición de función cognitiva: Es la habilidad de percibir, pensar y aprender,
funciones fundamentales del cerebro intacto. Una función cognitiva pobre
imposibilita la capacidad de una persona para llevar a cabo las acciones simples
de la vida. No se debe confundir el envejecimiento normal con el deterioro
cognitivo de la demencia.
Fecalomas: Se denomina así a la formación de masas de heces duras y retenidas en
el intestino.
Fisioterapia Respiratoria: Consiste en un conjunto de técnicas físicas
encaminadas a prevenir, curar o estabilizar los síntomas asociados a las
enfermedades respiratorias.
Incontinencia Urinaria: Enfermedad producida por el no poseer control sobre los
esfínteres. Hablamos de incontinencia urinaria (IU) cuando se pierde orina de
forma involuntaria y objetiva, produciéndose esto en un momento y lugar no
adecuados, y en cantidad o frecuencia suficiente como para que suponga un
problema higiénico, social y psíquico para la persona que la sufre, así como una
posible limitación de su actividad y relación.
Úlceras por decúbito: Llamadas también escaras, son lesiones que se producen
debido a la presión que sufre la piel en el enfermo encamado.
.- Escaras Secale Cornutum, son las escaras que aparecen en aquellas
enfermedades que obligan a permanecer en cama durante mucho tiempo, así como en
pacientes discapacitados; la piel que está en contacto directo con las
superficies duras, presenta un aspecto rugoso y seco; como la presión impide en
cierta forma la fácil circulación en éstas zonas, la piel llega a ulcerarse,
formándose así la escara, lesión de difícil cicatrización.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL MAL DE ALZHEIMER.
En una reunión de psiquiatras alemanes celebrada en 1906. Alois Alzheimer
describió el caso de una mujer de 51 años con pérdida severa de memoria,
desorientación, alteraciones de lenguaje e ideas paranoides, que murió cuatro
años después en un estado de severa demencia. En su autopsia se encontraron
lesiones cerebrales consistentes, con atrofia cerebral y presencia de cuerpos
denominados seniles.
Comenzaba en este momento una apasionante historia, la descripción y
preocupación por una enfermedad que ha dado lugar a la mayor investigación sobre
el funcionamiento del sistema nervioso humano, y que fue denominada con el
nombre de su descubridor, la enfermedad de Alzheimer. Actualmente el diagnóstico
de casos de demencia es diez veces superior al detectado a principios de siglo.
Diversos estudios en todo el mundo han detectado que el crecimiento de la
enfermedad corre en paralelo al envejecimiento de las poblaciones, la mayor
longevidad y el consecuente aumento de población mayor de 65 años en un futuro
inmediato provocará un importante problema socio-sanitario. Se estima que en muy
poco tiempo cada familia tendrá que convivir al menos con un paciente afecto de
demencia. El ingreso de pacientes en instituciones adecuadas encarece su
atención y los convierte en una carga difícil para la sociedad. Por lo que se
deberá adoptar nuevas fórmulas para una nueva aproximación racional a una
situación que ya ha sido denominada como auténtica epidemia del Siglo XX.
Podemos definir la enfermedad de Alzheimer como una situación en la que se
producen alteraciones de varias funciones mentales superiores y que produce una
incapacidad funcional en el ámbito social, en el trabajo e incluso dentro de la
vida familiar. Hasta hace pocos años se creía que la senilidad era la
consecuencia natural e inevitable de la edad. Sin embargo, desde 1977 los
médicos a través de trabajos realizados, han visto que el 10% de las personas
mayores de 65 años sufren lesiones cerebrales orgánicas que se relacionan con la
senilidad; de estas lesiones el 75% se diagnosticaron como la enfermedad de
Alzheimer y el 25% restante se corresponde con alteraciones cerebrales
producidas por infartos múltiples. Sólo en E.E.U.U., hay alrededor de 2 millones
de enfermos de Alzheimer. En España, aunque no hay todavía un estudio
epidemiológico de la enfermedad, puede calcularse la incidencia de Alzheimer a
partir de los porcentajes indicados arriba y el número de personas mayores de 65
años. La persona que padece una enfermedad de Alzheimer se encuentra totalmente
indefensa dependiendo de los medios familiares, sociales o médicos con los que
cuenta la sociedad en que vive.
ENFERMEDAD DE Alzheimer.
Definición:
La Enfermedad de Alzheimer es una enfermedad progresiva y degenerativa del
cerebro para la cual no existe recuperación. Es la más común de las demencias.
Lentamente, la enfermedad ataca las células nerviosas en todas las partes de la
corteza del cerebro, así como algunas estructuras circundantes, deteriorando así
las capacidades de la persona de controlar las emociones, reconocer errores y
patrones, coordinar el movimiento y recordar. Al final, la persona pierde toda
la memoria y funcionamiento mental. Es ahora la cuarta causa principal de muerte
en los adultos y, a menos que se desarrollen métodos eficaces para la prevención
y el tratamiento, la Enfermedad de Alzheimer alcanzará proporciones epidémicas
para mediados del siglo.
Como ya dijimos el Mal de Alzheimer o Demencia Senil Tipo Alzheimer (DSTA) es
una forma de progresión lenta de la demencia que es una alteración adquirida y
progresiva de las funciones intelectuales. La alteración de la memoria es una
característica necesaria para el diagnóstico. También se debe presentar cambio
en una de las siguientes áreas para el diagnóstico de cualquier forma de
demencia: lenguaje, capacidad de toma de decisiones, juicio, atención y otras
áreas relacionadas de la función cognitiva y la personalidad.
La velocidad de progresión es diferente para cada persona. Si la enfermedad de
Alzheimer se desarrolla rápidamente, es probable que continúe progresando de la
misma manera, pero si ha sido de desarrollo lento, probablemente seguirá un
curso lento.
La enfermedad de Alzheimer produce una disminución de las funciones
intelectuales lo suficientemente grave como para interferir con la capacidad
para realizar actividades de la vida diaria. Es la más común de las demencias.
Científicamente, se define como tal. La enfermedad de Alzheimer es progresiva,
degenerativa del cerebro y provoca deterioro de memoria, de pensamiento y de
conducta. La persona que la padece puede experimentar o sentir confusión,
desorientación en tiempo y en espacio, cambios en la personalidad y de conducta,
alteraciones en el juicio, dificultad para encontrar palabras; finalizar ideas o
pensamientos y para seguir instrucciones. Finalmente incapacita a quien la
padece a cuidar de sí mismo.
En la 10ª revisión de la Clasificación Internacional de las Enfermedades
(CIE-10) publicada por la OMS, en 1.992, se definió la Enfermedad de Alzheimer
de la siguiente manera:
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad degenerativa cerebral primaria,
de etiología desconocida que presenta rasgos neuropatológicos y neuroquímicos
característicos. El trastorno se inicia, por lo general, de manera insidiosa y
lenta y evoluciona progresivamente durante un período de años. El período
evolutivo puede ser corto, 2 ó 3 años, pero en ocasiones es bastante más largo.
Puede comenzar en la edad madura o incluso (EA de inicio presenil), pero la
incidencia es mayor hacia el final de la vida (EA de inicio senil).
En casos con inicio antes de los 65/70 años, es posible tener antecedentes
familiares de una demencia similar; el curso es más rápido y predominan síntomas
de lesión en los lóbulos temporales y parietales, entre ellos disfasias o
dispraxias.
En los casos de inicio más tardío, el curso tiende a ser más lento y a
caracterizarse por un deterioro más global de las funciones corticales
superiores.
¿Qué sucede en el cerebro con la Enfermedad de Alzhaimer?
Las neuronas que controlan la memoria y el pensamiento están deterioradas,
interrumpiendo el paso de mensajes entre ellas. Estas células desarrollan
cambios distintivos: placas seniles y haces neurofibrilares (degeneraciones del
tejido cerebral). La corteza del cerebro (principal origen de las funciones
intelectuales) se atrofia, se encoge y los espacios en el centro del cerebro se
agrandan, reduciendo por lo tanto su superficie.
El cerebro es el órgano principal y más voluminoso de la cabeza, formado por más
de 15.000 millones de células nerviosas específicas, llamadas NEURONAS.
La Neurona, morfológicamente. Está formada de 3 partes:
A) SOMA: Es el cuerpo estrellado de la célula.
B) AXÓN: Es la prolongación principal y la que conecta con las otras
neuronas.
C) DENDRITA: Son las encargadas de recibir las informaciones de los axones
de otras neuronas.
Ahora bien, la neurona ¿puede por sí sola activarse?, Pues no; necesita como
cualquier motor su líquido elemento.
La Neurona secreta unos mediadores químicos, que conocemos con el nombre de
neurotransmisores. Estos son los que activan la neurona transmitiendo los
mensajes y la información de una neurona a otra.
Pero el cerebro, para que funcione bien, no sólo necesita las células
nerviosas y un buen funcionamiento de los neurotransmisores. También es
necesario que esté bien irrigado por la sangre, que utilice bien el oxígeno y la
glucosa y que tenga las enzimas (que son proteínas) necesarias para las
reacciones bioquímicas que van a permitir la transmisión de la información
interneuronal. (Ver anexos 1 y 2 esquema de un cerebro normal y después la
corteza cerebral en la enfermedad de Alzheimer.)
Causas de la Enfermedad de Alzheimer, incidencias y factores de riesgo.
La causa de la enfermedad de Alzheimer se desconoce, pero no es parte del
proceso de envejecimiento normal. Se han descartado las teorías anteriores sobre
la acumulación de aluminio, plomo, mercurio y otras sustancias en el organismo.
Factores Biológicos:
Las neuronas que controlan la memoria y el pensamiento están deterioradas,
interrumpiendo el paso de mensajes entre ellas. Estas células desarrollan
cambios distintivos: placas seniles y haces neurofibrilares (degeneraciones del
tejido cerebral).
La corteza del cerebro (principal origen de las funciones intelectuales) se
atrofia, se encoge y los espacios en el centro del cerebro se agrandan,
reduciendo por lo tanto su superficie.
El segundo hallazgo significativo es una concentración alta de la proteína
pegajosa conocida como beta amiloide, que forma parches llamados placas
neuríticas.
Respuesta Inflamatoria
Algunos investigadores piensan que la beta amiloide puede romperse en fragmentos
que sueltan radicales libres de oxígeno (químicos normales en el cuerpo que
causan varios procesos dañinos cuando son producidos en exceso). Uno de estos
procesos puede ser la respuesta inflamatoria, en la que el sistema inmunitario
libera anticuerpos cuya misión es combatir los agentes nocivos, pero, si se
producen en exceso, pueden lesionar las mismas células del cuerpo.
Factores Genéticos
Los investigadores se están aproximando a la identificación de genes defectuosos
responsables de la Enfermedad de Alzheimer de inicio temprano, una forma poco
común pero extremadamente agresiva de la enfermedad
El tejido cerebral muestra "nudos neurofibrilares" (fragmentos enrollados de
proteína dentro de las neuronas que las obstruyen), "placas neuríticas"
(aglomeraciones anormales de células nerviosas muertas y que están muriendo,
otras células cerebrales y proteína) y "placas seniles" (áreas donde se han
acumulado productos de neuronas muertas alrededor de proteínas). Aunque estos
cambios ocurren en cierto grado en todos los cerebros con la edad, se presentan
muchos más en los cerebros de las personas con enfermedad de Alzheimer.
La destrucción de las células nerviosas (neuronas) lleva a una disminución de
los neurotransmisores (sustancias secretadas por una neurona para enviar los
mensajes a otra neurona), cuyo equilibrio correcto es crítico para el cerebro.
Los tres neurotransmisores comúnmente afectados por la enfermedad de Alzheimer
son acetilcolina, serotonina y norepinefrina; la acetilcolina es la más
afectada.
Al causar cambios tanto estructurales como químicos en el cerebro, la enfermedad
de Alzheimer parece desconectar áreas del cerebro que normalmente trabajan
juntas.
Aproximadamente 4 millones de estadounidenses sufren actualmente de enfermedad
de Alzheimer. Los factores de riesgo más importantes para la demencia son la
edad avanzada y antecedentes familiares de demencia. Cuanto mayor es la persona,
mayor es el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Alrededor del 10% de las personas mayores de 70 años tiene problemas
significativos de memoria y alrededor de la mitad de éstos son causados por la
enfermedad de Alzheimer. El número de personas con esta enfermedad se duplica
cada década después de los 70 años y el hecho de tener un pariente de sangre
cercano que ha desarrollado la enfermedad aumenta el riesgo. Debido a que las
mujeres viven más años que los hombres, son más propensas a desarrollarla.
Hay dos tipos de enfermedad de Alzheimer, la de aparición temprana y la de
aparición tardía. En la primera, los síntomas aparecen antes de los 60 años y,
en algunos casos, la enfermedad de inicio temprano se presenta en familias e
involucra mutaciones hereditarias autosómicas dominantes que pueden ser la causa
de la enfermedad. Hasta ahora, se han identificado tres genes de aparición
temprana, que es el tipo menos común, ya que comprende sólo entre el 5 y el 10%
de los casos.
La enfermedad de Alzheimer de comienzo tardío, que es el tipo más común, se
desarrolla en personas de 60 años o más y se cree que es menos probable que se
presente en familias. La enfermedad de Alzheimer de inicio tardío puede
presentarse en algunas familias, pero el papel de los genes es menos directo y
definitivo. Es posible que estos genes no provoquen el problema en sí, sino que
aumenten la probabilidad de formación de placas y nudos u otras patologías
relacionadas con la enfermedad de Alzheimer en el cerebro.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER?
En las etapas tempranas, los síntomas pueden ser muy sutiles. Entre éstos se
encuentran:
Repetición frecuente de frases
Ubicación equivocada de cosas con frecuencia
Dificultad para recordar el nombre de objetos conocidos
Perderse en rutas conocidas
Cambios de personalidad
Convertirse en una persona pasiva y sin interés por las cosas que antes
disfrutaba
Algunas cosas que el individuo solía hacer bien se tornan difíciles, como llevar
el control de uso de la chequera, jugar juegos complejos (como bridge) y
aprender rutinas o informaciones nuevas y complejas.
A medida que avanza la enfermedad, los déficits se hacen más evidentes. Algunos
de los síntomas son:
Disminución en el conocimiento de los hechos recientes
Olvido de hechos de la vida propia, se pierde esencialmente conciencia de quién
se es
Problemas para escoger la ropa
Alucinaciones, discusiones, golpes, vidas y conducta violenta
Desilusión, depresión y agitación
Algunas tareas que probablemente presenten dificultades para una persona en esta
etapa son: preparar alimentos, conducir, vestirse, viajar fuera de rutas
familiares y manejar las finanzas.
En la enfermedad de Alzheimer severa la persona ya no puede vivir sin ayuda. La
mayoría de las personas en esta etapa ya no reconocen el lenguaje, no reconocen
a los miembros de la familia y ya no son capaces de desempeñar las actividades
básicas de la vida diaria (como comer, vestirse y bañarse).
Alzheimer es una enfermedad demencial que lleva a una pérdida de la capacidad
intelectual. Los síntomas normalmente se presentan en adultos mayores de 65 años
(aunque también puede afectar a personas de 40 y 50 años), pueden incluir
pérdidas en las habilidades del lenguaje -como dificultad para encontrar
palabras, problemas en el pensamiento abstracto, juicio pobre, desorientación en
tiempo y espacio, trastornos de conducta y personalidad. El resultado general es
una notoria disminución en las actividades personales y en el desempeño del
trabajo.
FASES DE LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
MEMORIACOMPORTAMIENTOLENGUAJE Y COMPRENSIÓNGESTOS Y MOVIMIENTOSACTIVIDADES
COTIDIANAS
FASE I- Olvida sus citas.
-Nombre de personas.- Cambios de humor.
- Se enfada cuando se da cuenta que pierde el control de lo que le rodea.-
Continúa razonando
-Tiene problema para encontrar las palabras.
- Frases más cortas
- Mezcla ideas sin relación directa.- En esta fase todavía está bien.- Es
capaz de realizarlas sin demasiados problemas.
FASE II- Reciente disminuida- Agresividad.
- Miedos.
- Alucinaciones.
- Deambulación continua.
- Fatigabilidad.- Conversación enlentecida.
- No acaba las frases.
- Repite frases.- Pierde equilibrio.
- Caídas espontáneas.
- Necesita ayuda para deambular.
- Pueden aparecer mioclonías.- Confusión.
- Se viste mal.
- Se pierde en trayectos habituales.
FASE III- Reciente perdida
- Remota perdida
- No reconoce a su cónyuge, hijos, etc.
- Memoria emocional conservada.- Llora.
- Grita.
- Se agita.
- No comprende una explicación.- Balbucea.- No controla sus gestos
- Le cuesta tragar.
- Se atraganta.
- No controla esfínteres.- Desaparecen totalmente
- Encamado.
- Alimentación por sonda.
DIAGNOSIS DE LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
No se ha creado todavía una prueba definitiva para diagnosticar la Enfermedad de
Alzheimer incluso en los pacientes que muestran señales de demencia.
Normalmente, un médico llevará a cabo una serie de exámenes para descartar otros
trastornos que pueden ser responsables de los síntomas del paciente entre ellos,
depresión severa, enfermedad de Parkinson, accidentes cerebrovasculares
múltiples, (demencia multiinfarto) y abuso de drogas.
Otras enfermedades menos comunes que pueden causar síntomas similares a los de
la Enfermedad de Alzheimer son la enfermedad de la tiroides, anemia perniciosa,
coágulos sanguíneos, hidrocéfalo (acumulación excesiva de líquido
cefalorraquídeo en el cerebro), sífilis, enfermedad de Huntington, enfermedad de
Creutzfeldt-Jakob y tumores cerebrales.
Además de los exámenes de sangre para descartar anormalidades metabólicas, se
recomiendan comúnmente pruebas más extensas. El escanner puede detectar la
presencia de coágulos sanguíneos, tumores, hidrocéfalo o accidente
cerebrovascular.
Algunos estudios brindan esperanzas en cuanto al diagnóstico de la enfermedad
empleando técnicas avanzadas por imágenes, como MRI (imágenes por resonancia
magnética) y PET (tomografía de emisión de positrones), exploraciones axiales
para detectar cambios en el cerebro
Pero generalmente en países como el nuestro el diagnóstico de la enfermedad de
Alzheimer se realiza con la base en los síntomas característicos de la
enfermedad y luego de excluir otras posibles causas de demencia, pero solo puede
confirmarse con estudios microscópicos de una muestra de tejido cerebral después
de la muerte.
En el proceso de diagnosis, es posible que se ordenen exámenes para determinar
si existe una condición tratable que pueda provocar la demencia o contribuya a
empeorar la enfermedad de Alzheimer. Entre estas condiciones se pueden mencionar
la enfermedad tiroidea, la deficiencia de vitaminas, los tumores cerebrales, la
intoxicación por drogas o medicamentos, las infecciones crónicas y la depresión
severa.
Por lo general la enfermedad de Alzheimer tiene un patrón característico de
síntomas y los médicos experimentados pueden diagnosticarla teniendo en cuenta
los antecedentes y el examen físico. Entre los exámenes que se hacen con
frecuencia para evaluar o descartar otras causas de demencia están la tomografía
computada (TC), la imagen por resonancia magnética (IRM) y los exámenes de
sangre.
En las etapas tempranas de la demencia, la imagen cerebral puede ser normal. En
etapas posteriores, la IRM puede mostrar una disminución en el tamaño de la
corteza cerebral o del área del cerebro responsable de la memoria (el
hipocampo). Aunque estos exámenes no confirman el diagnóstico, excluyen otras
causas de demencia como los accidentes cerebro- vasculares y los tumores.
Tratamiento
La enfermedad de Alzheimer no se puede curar ni es posible restaurar las
funciones deterioradas. Actualmente, es posible retardar su progreso pero no
detenerla.
El tratamiento va destinado a retardar la evolución de la enfermedad, a manejar
los problemas de conducta, la confusión y la agitación, a modificar el ambiente
del hogar y, lo más importante, a ofrecer apoyo a la familia. A medida que la
enfermedad evoluciona puede causarle más daño a la familia que al paciente en
sí.
1.- Tratamiento con Medicamentos.
.- Medicamentos que protegen el sistema colinérgico:
En la actualidad existen tres medicamentos disponibles para retardar el progreso
de la enfermedad y, posiblemente, mejorar la función cognitiva. Estos son:
tacrine (Cognex), donepezil (Aricept) y rivostigmine (Exelon).
Los tres afectan el nivel de acetilcolina (un neurotransmisor) en el cerebro y
todos tienen efectos colaterales potenciales como náuseas y vómitos.
El tacrine, primer medicamento de este tipo aprobado, también produce una
elevación de las enzimas hepáticas y debe tomarse cuatro veces al día. Hoy en
día se usa rara vez.
De las otras dos drogas, el Aricept ha estado disponible por más tiempo. Se toma
una vez al día y se ha informado que mejora o estabiliza el funcionamiento
cognitivo, además de que se tolera bien. El Exelon, un nuevo medicamento, parece
ser igualmente eficaz y se toma dos veces al día. En el futuro cercano se ha
programado la aparición de nuevas drogas para tratar esta enfermedad.
Para mejorar la función cognitiva puede ser necesario suspender los medicamentos
que empeoran la confusión y que no son esenciales para el cuidado de la persona.
Entre estos están los medicamentos anticolinérgicos, analgésicos, cimetidina,
depresores del sistema nervioso central, antihistamínicos, pastillas para dormir
y otros medicamentos.
.- Medicamentos Antiinflamatorios:
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos AINES, que incluyen aspirina e
ibuprofeno, están bajo investigación. Los corticosteroides son los medicamentos
antiinflamatorios con mayor frecuencia prescritos, pero el uso a largo plazo no
es recomendable.
.- Estrógeno y otras hormonas:
Parece ser que la terapia de reemplazo de estrógenos desacelera la progresión e
incluso previene la Enfermedad de Alzheimer, creando así interés en otras
posibles terapias hormonales.
.- Antioxidantes:
Un estudio encontró que las dosis grandes (2000 IU) de vitamina E, selegiline o
ambos en combinación pueden retardar levemente la progresión de la enfermedad o
sus síntomas.
2.- Problemas de Conducta.
Los problemas subyacentes que contribuyen a la confusión deben identificarse y
tratarse. Entre ellos están la insuficiencia cardíaca, niveles bajos de oxígeno
(hipoxia), trastornos tiroideos, anemia, trastornos nutricionales, infecciones y
condiciones siquiátricas (como la depresión). El tratamiento de estos trastornos
médicos y siquiátricos con frecuencia mejora en gran manera la función mental
del paciente.
Puede requerirse la administración de medicamentos para controlar conductas
agresivas, agitadas o peligrosas. Por lo general, se prescriben en dosis bajas y
deben ajustarse a las necesidades del paciente.
Las terapias de modificación de conducta pueden ser útiles para controlar la
conducta inaceptable o peligrosa en algunas personas y consisten en recompensar
las conductas positivas mientras se ignoran las inapropiadas (dentro de los
límites de seguridad).
3.- Modificación del ambiente en el Hogar.
La persona afectada con la enfermedad de Alzheimer necesita apoyo en el hogar a
medida que la enfermedad empeora. Los familiares u otras personas encargadas del
cuidado pueden ayudar comprendiendo cómo percibe su mundo la persona con
enfermedad de Alzheimer. Se deben proporcionar actividades estructuradas que
fomenten las habilidades que todavía conserva y reducir los efectos de las
habilidades afectadas.
Deben simplificarse los alrededores del paciente y se le deben proporcionar
recordatorios frecuentes, notas, listas de tareas de rutina o direcciones para
las actividades diarias. A la persona con enfermedad de Alzheimer se le debe dar
la posibilidad de hablar sobre sus desafíos y de participar en su propio
cuidado.
4.- Otros Pasos Prácticos.
Es necesario evaluar las funciones sensoriales de las personas con enfermedad de
Alzheimer y si se detectan déficits, debe ayudarse al paciente con aparatos para
aumentar su capacidad de oír, lentes y cirugía de cataratas en la medida que sea
adecuado. La buena alimentación y el mantenimiento de la salud son importantes,
aunque generalmente no es necesario seguir dietas especiales ni tomar
suplementos nutricionales. El ejercicio es importante y se debe estimular.
Con el tiempo puede que el monitoreo y la asistencia durante las 24 horas del
día sean necesarios para brindar un ambiente seguro, controlar las conductas
agresivas o agitadas y satisfacer las necesidades fisiológicas. Esto puede
incluir cuidado casero, hogares de atención, cuidado de adultos en el día u
hogares de convalecencia.
5.- Grupos de apoyo
Ver grupos de apoyo para la enfermedad de Alzheimer con el fin de encontrar
recursos e información adicional para personas con enfermedad de Alzheimer y
para las personas que cuidan de ellos.
7.- Expectativas (pronóstico)
El resultado probable es malo. El trastorno generalmente no es agudo pero avanza
de manera estable. Es común que el paciente se vuelva totalmente incapacitado
con el tiempo y la muerte normalmente sucede en un lapso de 15 años, por lo
general por una infección o una falla de otros sistemas corporales.
8.- Complicaciones
Pérdida de la capacidad para funcionar o cuidarse a sí mismo
Complicaciones ocasionadas por la inmovilidad
Escaras
Huesos rotos
Contracturas musculares (pérdida de la capacidad para mover articulaciones
debido a la pérdida de la función muscular)
Pérdida de la capacidad para interactuar
Incremento en la incidencia de infecciones en cualquier parte del cuerpo
Fallas en los sistemas corporales
Disminución de las expectativas de vida
Abuso por parte de la persona que cuida al enfermo y que se encuentra muy
estresada
Efectos secundarios por los medicamentos
MANEJO DE LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER.
El tiempo que le resta de vida a una víctima de la Enfermedad de Alzheimer es
por lo general reducido, aunque un paciente puede vivir entre tres a veinte años
después del diagnóstico. La fase final de la enfermedad puede durar desde unos
pocos meses hasta varios años, durante cuyo tiempo el paciente se vuelve cada
vez más inmóvil y disfuncional.
.- Tratamiento en casa en Etapas Iniciales.
Decirle al paciente. A menudo los médicos no les dirán a los pacientes que
tienen la Enfermedad de Alzheimer. Los estudios indican que la progresión puede
desacelerar con esfuerzo intelectual y la mayoría de los medicamentos a nivel de
investigación en ensayos se realizan en las etapas iniciales.
Estado de ánimo y comportamiento emocional. Los pacientes de la Enfermedad de
Alzheimer muestran oscilaciones abruptas del estado de ánimo y pueden tornarse
agresivos y enojados. Parte de este comportamiento errático es causado por
cambios químicos en el cerebro. Muchos pacientes con la Enfermedad de Alzheimer
son sumamente sensibles a las emociones implícitas de los familiares y
reaccionan negativamente a señales de condescendencia, ira y frustración. Pueden
tornarse delusorios a veces por lo que se les deberá volver a tranquilizar y a
dirigir a otras actividades.
El manejar y el deambular. Tan pronto se diagnostica la Enfermedad de Alzheimer,
al paciente se le deberá prohibir que conduzca. . En el momento en que el
paciente comience a deambular, es el momento de buscar hospicios para ancianos u
otras instituciones protectoras para sus seres queridos. Para los pacientes que
se quedan en la casa, deberán instalarse cerraduras afuera de la puerta. Deberá
implementarse un programa de ejercicio diario que ayude a cansar físicamente al
paciente y a que duerma tranquilo.
Perturbación del sueño. Los pacientes con la Enfermedad de Alzheimer
experimentan comúnmente trastornos en los ciclos del sueño/despertar.
Aunque los familiares tengan los recursos para mantener a los pacientes de la
Enfermedad de Alzheimer en la casa durante las etapas posteriores de la
enfermedad, la ayuda externa sigue siendo esencial. Es importante que los
familiares reciban orientación y apoyo para ellos mismos también. En las etapas
finales, los pacientes de la Enfermedad de Alzheimer necesitan 24 horas de
atención diaria.
.- Atención a los Familiares
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad particularmente devastadora, ya que
la familia del paciente por lo general deberá resistir dos pérdidas diferentes:
en primer lugar, la desaparición de la personalidad que ellos conocen y,
finalmente, la muerte de la persona. La pena se experimenta dos veces. Nadie
deberá resistir tal agonía solo. Pocas enfermedades afectan tanto a un paciente
y a su familia, o por un período de tiempo tan largo como la Enfermedad de
Alzheimer.
Tratar con los pacientes de la Enfermedad de Alzheimer durante todo el curso de
la enfermedad es agotador. No ha terminado el familiar de lidiar con un grupo de
problemas cuando el empeoramiento del paciente crea problemas nuevos y más
intratables. A menudo, los mismos familiares empiezan a mostrar señales de
trastorno mental o mala salud. La depresión, empatía, agotamiento, culpa y la
ira pueden crear caos para el individuo normalmente sano enfrentado con la
atención de un ser querido que sufre de la Enfermedad de Alzheimer.
Llegará el momento en que el familiar más dedicado probablemente necesite
institucionalizar al paciente con la Enfermedad de Alzheimer. Además de la carga
emocional devastadora, los costos financieros de la Enfermedad de Alzheimer
pueden ser abrumantes. Afortunadamente, según ha aumentado la proporción de
ancianos en la población, las organizaciones en países industrializados se han
tornado muy activas en todos los frentes importantes --presión política para
lograr investigación farmacéutica y médica y proporción de información
financiera y apoyo psicológico.
Situaciones que requieren asistencia médica
Se debe buscar asistencia médica si alguien cercano a la persona experimenta
síntomas de demencia senil tipo Alzheimer. Asimismo, si una persona con este
trastorno experimenta un repentino cambio en su estado mental (un cambio rápido
puede indicar que existe otra enfermedad).
Si se está cuidando a una persona con este trastorno y su condición se deteriora
a tal punto que ya no se la puede cuidar en casa, se debe hablar sobre la
situación con el médico.
Prevención de la enfermedad de Alzheimer.
En la actualidad no existe una forma demostrada de prevenir la enfermedad de
Alzheimer. Se está desarrollando una vacuna y las pruebas iniciales están en
marcha.
Varios estudios están en curso para clarificar el papel de algunos medicamentos
comunes en la prevención de la enfermedad de Alzheimer, entre estos se
encuentran medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs), antioxidantes
(como Vitamina E), terapia de sustitución de estrógenos y gingko biloba.
En la actualidad no se recomienda ninguno de estos, ya que todos tienen efectos
colaterales y pueden interactuar con otros medicamentos. Se debe consultar a un
médico antes de considerarlos o consumirlos.
¿Quién puede estar afectado por la Enfermedad de Alzheimer?
La enfermedad de Alzheimer no hace distingos de clase socioeconómica, raza o
grupo étnico, afecta por igual a hombres y mujeres, aunque más frecuentemente a
personas mayores, aproximadamente 10% en mayores de 65 años y 47% en mayores de
85.
¿Es hereditaria la Enfermedad de Alzheimer?
Existe una mayor predisposición en los hijos y hermanos de pacientes con
Alzheimer, para contraer la enfermedad. Ésta mayor predisposición no involucra
herencia. Sólo el 10% de las demencias tipo Alzheimer son hereditarias
(Alzheimer familiar). Para dicho diagnóstico debe contarse con más de un miembro
afectado (generalmente 3 o más miembros) con un diagnóstico de certeza, es decir
una confirmación anatomopatológica. Se pide a los familiares que requieran este
estudio anatomopatológico del cerebro de su familiar como un derecho propio a
conocer el diagnóstico definitivo y como contribución para la investigación
genética del Alzheimer, el conocimiento de la enfermedad y el avance de la
ciencia para encontrar causas y curas.
¿Cuanto sobreviven las personas con la Enfermedad de Alzheimer?
Las personas diagnosticadas con Alzheimer pueden sobrevivir de 2 a 20 años a
partir del inicio de los primeros síntomas (pérdida de memoria). Disminuye la
esperanza de vida, pero proporcionando un cuidado apropiado, con énfasis en la
higiene y atención médica adecuada a los pacientes, mejoran la calidad de vida y
pueden sobrevivir por muchos años, tanto en casa como en instituciones.
Normalmente su muerte no puede ser pronosticada sino hasta estados muy
avanzados. Es muy común que los pacientes en estados terminales de Alzheimer
pierdan peso, tengan dificultad al tragar, al caminar y al hablar, así como
incontinencia urinaria y fecal. Acostados pueden adoptar una posición fetal.
Sucumben ante frecuentes y repetidas infecciones urinarias o broncopulmonares.
CUIDADOS DE ENFERMERÍA PARA UN ENFERMO CON ALZHEIMER.
Cuando vayamos a cuidar a un enfermo de Alzheimer, hay que tener en cuenta los
consejos siguientes:
A) Conservar la calma, de lo contrario le transmitiremos nuestro
nerviosismo.
B) No intervenir sistemáticamente en su manera de vivir.
C) Dejarle tiempo para que realice lo que le hemos pedido hacer.
D) Encontrarle actividades sustitutorias.
E) Organizar su vida de forma rutinaria.
Cuidados en la Fase I
Memoria:
Cuando oculta sus olvidos:
- No intente razonarle.
- Recurra a ejercicios de memoria.
¿Qué se pretende con esta terapéutica?
- Buscar otras áreas cerebrales que no estén deterioradas por la enfermedad.
- Favorecer el interés del enfermo por las cosas.
- Contribuir a mantener los procesos de percepción, atención, aprendizaje,
observación, etc.
Tipos de ejercicios:
- Leer revista o periódico, 5 líneas, dos veces seguidas e instarle a que resuma
por escrito o de palabra lo que ha leído.
- Hacer puzzles simples de organizar.
- Escuchar canciones que él o ella conozca.
- Intentar dibujar de memoria los muebles de una habitación conocida.
- Recordarle sistemáticamente donde están los objetos que se utilizan varias
veces al día: libro, bolso, gafas, ropa, etc.; poniéndolos siempre en el mismo
sitio
Nombre de personas:
Ayudarle a recordarlos valiéndose de fotografías de su familia, de amistades,
compañeros de trabajo; ya que su memoria visual puede tenerla conservada.
Cuidados en la Fase II
En esta fase y con respecto a la Memoria existen una serie de ejercicios
que también son aplicables durante la Fase I .
Debemos recordarles, con frecuencia, el día en el que se encuentra (de la
semana y del mes). Para ello es aconsejable poner en la casa y a su vista:
calendarios, así como relojes. Aprovechando cualquier conversación, es
conveniente decirles si es por la mañana, tarde o noche. De este modo le
ayudamos a orientarse en el tiempo.
Cuando deambule por la casa, ya en esta fase con ayuda, váyale diciendo:
vamos a la cocina. Vamos al salón, vamos al cuarto de baño, vamos al dormitorio.
Así le ayudamos a orientarse respecto al espacio.
Cuando decidamos acostarle, debemos recordarle que es de noche y que hay que
dormir. Hacer que orine antes de acostarse, así evitamos que lo haga en la cama.
Podemos inducirle al sueño, intentando sofronizarle, repitiéndole: está muy
cansado, le pesan mucho los párpados, le pesan mucho los brazos, etc.
Se pueden combinar una serie de ejercicios de memoria y de motilidad. La
finalidad de éstos es desarrollar la memoria al aprender y recordar una
información durante un período de tiempo.
Ejemplos:
1) Ejercicio de memoria:
A) Recuerde el número 33.
B) Recuerde el refrán: A quien madruga Dios le ayuda.
2) Ejercicio de motilidad:
A) Inspirar-espirar.
B) Levantarse-sentarse.
C) Palmada por encima de la cabeza.
D) Levantar alternativamente los pies.
E) Tocar las puntas de los dedos delante de los ojos,
Cada uno de estos movimientos deben repetirlo al menos cinco veces.
3) Le preguntamos: ¿Qué número le he dicho al principio que recuerde?, ¿Qué
refrán le he dicho que debe recordar?.
En cuanto a sus gestos y movimientos en esta fase (remítanse al cuadro
sinóptico de las fases), es necesario que le acompañemos en su deambulación para
evitar sus caídas y ayudarle por si pierde el equilibrio; pudiéndose también
ayudar él mismo con un andador.
Como puede perderse en trayectos habituales es conveniente que le pongamos
un identificador, bien en una pulsera, un colgante o cadena y para que no pueda
sentirse ofendido, lo haremos de modo que parezca un regalo por algún motivo
especial.
Cuidados en la Fase III
En relación con su comportamiento: cuando llora, grita, se agita, debemos
mostrarnos siempre ante él con una gran tranquilidad y procurar darle cariño y
palabras afectuosas.
En este período de la enfermedad tiene sus memorias recientes y remotas
abolidas. Su lenguaje se transforma en un simple balbuceo, no controla sus
gestos; comienza a tener dificultad para tragar por lo que suele atragantarse
hasta con su propia saliva.
Tiene dificultad para controlar sus esfínteres. En esta fase suele
instaurarse la alimentación mediante sonda.
Sus actividades cotidianas desaparecen totalmente. Suele estar ya encamado.
Los cuidados de enfermería van encaminados a subsanar todos aquellos
problemas que conllevan la inmovilidad del enfermo, la incontinencia urinaria,
los fecalomas, las úlceras por decúbito y los problemas respiratorios.
Alimentación:
Con la alimentación se consigue fundamentalmente disminuir la degradación.
Es aconsejable una dieta rica en proteínas y pobre en grasas animales.
Si todavía es capaz de comer por sí solo, dejarle elegir pero sin abusar, ya
que el enfermo de Alzheimer es capaz de volver a comer dos veces sin sentirse
saciado. En caso de que os ocurra esto, bien porque coma él antes, o bien porque
ha terminado de comer antes que los demás, le engañáis sacándole un plato con
pastas o galletitas variadas. Para vosotros le habréis dado el postre, sin
embargo el está comiendo.
Incontinencia urinaria:
El enfermo de Alzheimer al no controlar sus esfínteres, se orina y por ello
es preciso dotarle de pañales y así evitar que se moje.
Estos pañales deben ser cambiados con frecuencia para evitar que se
produzcan infecciones urinarias.
Debemos también observar, al quitarle el pañal, el olor y el color de la
orina. Si el color fuera oscuro y el olor fuerte, nos debe hacer sospechar que
el paciente tiene una infección urinaria. En estos casos debemos consultar con
el Geriatra que le atienda. Aparte, le tomaremos la temperatura ya que la
aparición de fiebre, es un signo importante a tener en cuenta en el diagnóstico
de una infección urinaria.
Fecalomas:
Hay un signo importante a tener en cuenta en la instauracción de un
fecaloma, y es que el paciente expulsa por el recto un contenido líquido que,
equívocamente, nos hace pensar en una diarrea. Antes de decidir por nosotros
mismos, debemos consultar con el médico.
Ante esta situación debemos llevar a la práctica la extracción del mismo
mediante la aplicación de un enema de limpieza. Se aconseja para esta situación
se prepare con los siguientes ingredientes: agua, bicarbonato y micralax (2
envases).
Todo esto se debe hacer con el enfermo encamado y colocándole una cuña
debajo para la recogida de heces.
Úlceras por decúbito:
Estas lesiones podemos prevenirlas con los siguientes cuidados:
a) Tener una buena hidratación, procurando darle una ingesta de líquidos
aproximada de 2 litros.
b) Aplicación de baño diario, encamado, con jabón neutro. Darle crema hidratante
y masajes circulares.
c) Tener una buena alimentación, que aporte proteínas.
En el caso de que se hayan producido, deben curarse de la siguiente manera:
a) Lavar la escara con jabón neutro (lagarto).
b) Aclarar con suero salino (fisiológico)
c) Si hay bordes necrosados, se deben cortar.
d) Existen en la actualidad unos apósitos coloides, de diversos tamaños y formas
que se colocan sobre la herida y contribuyen a su cicatrización.
e) Cuando la escara es pequeña y superficial se puede poner en su interior una
pequeña cantidad de jabón neutro y en muchas ocasiones esto solo es suficiente
para su cicatrización.
Fisioterapia respiratoria:
Hemos hablado anteriormente de la retención de secreciones pulmonares o de
vías altas, frecuentes en un enfermo encamado.
Estas secreciones se retienen debido a la inmovilidad y a que el enfermo de
Alzheimer se olvida de toser. Por más que intentemos darle la orden de toser, él
no nos responderá positivamente, por lo que tendremos que ayudarle aplicándole
fisioterapia respiratoria.
¿Cómo hacerla?:
a) Colocarle en posición de decúbito lateral (derecho y después izquierdo)
b) Con las palmas de las manos hacia abajo y en posición hueca, darle golpes
acompasados en la espalda durante un período de 10 minutos por cada lado.
c) Es conveniente ayudarnos al hacerlo con alcohol simple o alcanforado.
d) Se repite la opción b) por delante.
Con esta técnica conseguiremos movilizar las secreciones y favorecer que el
enfermo tosa y así arranque las secreciones.
En ocasiones deberemos ayudarnos de un aspirador de secreciones eléctrico.
El enfermo al no beber líquidos y por consiguiente no hidratar la garganta, las
secreciones altas son más densas y puede tener dificultad para tragarlas. Como
comentamos en un apartado anterior, tiene dificultad para tragar y corre el
peligro de atragantarse con su propia saliva.
CONCLUSIÓN
Como ya estudiamos la demencia senil es un síndrome de carácter crónico y
progresivo, asociado a trastornos en múltiples funciones corticales superiores,
incluyendo memoria, pensamiento, orientación, comprensión, cálculo, capacidad de
aprendizaje, lenguaje y juicio, y con un nivel de conciencia claro. Estos
trastornos de la función cognitiva están comúnmente acompañados (y
ocasionalmente precedidos) por deterioro del control emocional y social, o de la
motivación.
El hecho de que las personas que padecen la Enfermedad de Alzheimer se enfrenten
diariamente a la pérdida progresiva de la capacidad para llevar a cabo las
actividades habituales de la vida cotidiana, tiene un efecto importante sobre la
calidad de vida de los pacientes y de sus familiares. Si bien muchos pacientes
con enfermedad de Alzheimer viven en geriátricos la mayoría son cuidados por sus
familias en el seno de la comunidad. A medida que los pacientes se hacen menos
independientes, recae una mayor responsabilidad sobre el cuidador, quien a su
vez está expuesto a un alto riesgo de enfermedades físicas y psicológicas. Estos
efectos adversos sobre los cuidadores pueden acelerar la internación de los
pacientes en instituciones geriátricas.
A nivel mundial, existen 7–25 millones de personas que tienen enfermedad de
Alzheimer. Aproximadamente el 6% de la población mayor de 65 años de edad sufre
de enfermedad de Alzheimer lo que aumenta hasta aproximadamente el 30% de las
personas mayores de 85 años de edad.
A medida que aumenta la proporción de personas ancianas en la población, aumenta
la carga de la enfermedad de Alzheimer sobre los individuos, las familias de los
pacientes y la sociedad
Por todos estos motivos es una necesidad real e imperiosa capacitar al personal
de enfermería en esta área para poder hacer frente a esta pesadilla a la que
cada día se enfrentan nuestros ancianos y lógicamente todos sus familiares.