¿Quién como el toro?

Pintura mural hallada en Catal Hoyuk (Turquía) datada en 6000 A.C..

Si existe algo en este mundo a lo que no se le puede averiguar el origen es a las corridas de toros. Es una costumbre tan, pero tan antigua, que ya nuestros antepasados del Neolítico la practicaban, a juzgar por esta representación, donde un bovino de tamaño desmesurado está rodeado de muchos seres que se ven diminutos a su lado pero que, sin embargo, pudieron clavarle un puñal en el lomo y hacer que se desangre (o por lo menos eso parece). Ahora bien, ¿por qué tanto ensañamiento con un animal, que después de todo, no es peligroso para el ser humano? ¿Por qué era y es considerado un acto heroico matar a un toro? No es un león o un lobo, que podrían utilizarnos como alimento... Es simplemente un mamífero herbívoro que se enoja si lo molestan. ¿Por qué tanta saña? ¿Habrá alguna razón que dé respuesta a esta rivalidad milenaria?

El primer destino obligado para todo aquél que se plantee estas preguntas es la isla de Creta (en la imagen se aprecia la representación de los cuernos en el palacio de Knossos). Allí se practicaba la tauromaquia ("deporte" similar a las corridas de toros) y este animal ocupaba un rol central en la religión. Cuenta la leyenda que la princesa fenicia Europa fue avistada por Zeus mientras ella jugaba con unas amigas en la orilla del mar. Zeus se convirtió en un toro blanco y se acercó a las muchachas, que se encantaron al verlo. En cuanto la princesa se subió al lomo del animal (¿puede a alguien ocurrírsele semejante cosa?), éste emprendió la carrera sobre las aguas (el vuelo, en realidad) y se la llevó a Creta. Allí Zeus y Europa tuvieron tres hijos: Radamante, Sarpedón y Minos. La esposa de este último, Pasifae, a su vez se enamoró de otro toro y concibió un hijo de él: el célebre Minotauro.

No es necesario ser genetista para saber que es imposible que una humana conciba de un toro, de modo que el "toro" no sería tan "toro" en realidad... También comienza a clarificarse el por qué de la poca simpatía que los varones tenían por el bovino... ¿Un problema de faldas?

En los rituales de la religión mitraica, de origen persa pero muy difundida en Roma, el dios Mitra (dios guerrero por excelencia) sacrificaba... ¿adivinen qué? ¡Un toro! Parece que los seguidores de Mitra tampoco congeniaban con él... Por otra parte, el toro también fue objeto de veneración y respeto: los egipcios adoraban al buey Apis y los semitas en general a Adad, al que representaban de pie sobre un bovino.

¿Descargaban los hombres su odio contra este singular adversario sobre los inocentes animales, intentando demostrar que ellos eran capaces de vencerlo? No lo sabemos, pero mientras tanto observemos este llamativo versículo de la Biblia:

"...hizo un molde y en él un becerro fundido y ellos dijeron: ¡Israel! Ahí tienes a tu dios, el que te ha sacado de la tierra de Egipto". (Éxodo 32, 4)

¿Será por eso que los israelitas llaman Torá a la ley que les entregó su dios? ¿Ley del toro? Recordemos que el dios de los israelitas era claramente guerrero... ¿Tendrá algo que ver con el belicoso dios Tor de los escandinavos? ¡Mm...!

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