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INTRODUCCIÓN
El origen de
Internet se encuentra en una antigua red de comunicaciones creada por el
ministerio de defensa de Estados Unidos. ARPA, la Agencia de Proyectos
Avanzados de Investivación de este ministerio, desarrolló
ARPANET, un sistema de comunicaciones que se puso en funcionamiento en
1969, y cuyos principios básicos son los mismos que ahora tiene
Internet. Evidentemente, esta red era absolutamente privada, y nadie podía
acceder a ella libremente. Durante los años 70 y principios de los
80, la tecnología utilizada en ARPANET se fue haciendo pública
progresivamente, y muchos organismos de otros países comenzaron
a desarrollar sus propias redes de comunicaciones.
A principios
de los 80, la red ARPANET se dividió en dos vertientes, la propia
ARPANET y MILNET, una red que se integró en la Red de Datos de Defensa
de Estados Unidos. Los administradores de ARPANET procuraron desde entonces
que la red continuara siendo privada, creando accesos restringidos y permitiendo
algunos gateways o pasarelas
a otras redes (como por ejemplo, CSNet) por su interés científico
o tecnológico.
Una de las redes
que se utilizó como apoyo para ARAPANET, y que en definitiva acabaría
por ser la columna vertebral de Internet, fue NSFNET, la red de la National
Science Foundation. Sin embargo, en 1990 ARPANET dejó de existir
como tal. En 1991 aparece la Commercial Internet eXchange Association,
Inc., una asociación de organismos y empresas que se hace cargo
de la administración de lo que fue ARPANET. En 1992 apareció
la Internet Society, que es el organismo que rige hoy en día la
red de redes. En ese mismo año, el Centro Europeo de Investigación
Nuclear (CERN), una de las instituciones que más ha trabajado para
que Internet sea como es hoy, puso en marcha la World
Wide Web (WWW).
Este fue el
paso que dio pie al gran boom de Internet, apoyado por todo tipo
de empresas e instituciones que empezaron a ver claro un nuevo horizonte.
Así, la red que hasta entonces había tenido un contenido
casi estrictamente didáctico y científico, comenzó
a comercializarse, y a convertirrse en un medio universal de divulgación
de información.
Hasta hace poco,
la comunicación entre ordenadores estaba limitada a los sistemas
sólo texto, y a pantallas de terminal
muy poco atractivas. Los ordenadores enviaban y recibían cadenas
de texto y, como mucho, podían aderezar las letras y los números
resultantes con algún que otro color de fondo.
La WWW es capaz
de transmitir no sólo la información, sino también
un entorno gráfico asequible a cualquier usuario que facilita la
consulta de los datos ofrecidos. La WWW no es en realidad una red, sino
un conjunto de programas y convenciones que facilitan el tránsito
por las redes que funcionan como Internet.
La gran ventaja
que presenta la WWW son los hiperenlaces
gracias a los cuales la navegación y la búsqueda de información
se convierte en un juego de niños. Cuando se visualiza un documento
WWW, el texto que aparece en la pantalla contiene palabras en otro color
y subrayadas (como las que aparecen en esta misma página) para resaltar
las palabras clave. Estas palabras están asociadas a otro documento
de la red a través de un URL (Uniform
Resource Locator). Este URL es el nombre único e irrepetible de
ese documento, y está formado por el nombre del servidor
en que se encuentra, el directorio en el servidor y el nombre del documento
en sí.
El usuario que
recibe un documento WWW debe utilizar un programa cliente llamado navegador
o explorador. Este programa es capaz de leer las etiquetas
que contienen los documentos, y convertir esa información en formato
gráfico.
Por otra parte,
para mantener el orden en la red, es necesario que cada ordenador esté
correctamente identificado. Los nombres que recibe cada equipo dependen
de un organismo llamado IANA (Internet Assigned Numbers Authority). Se
denomina así porque los nombres son en realidad conjuntos de cuatro
cifras, como por ejemplo 197.245.76.32.
Un nombre así
no resulta demasiado descriptivo para los usuarios, y por esta razón
existen también nombres más comprensibles que utilizan combinaciones
de letras. Estas palabras separadas por puntos corresponden a dominios,
es decir, zonas físicas de la red. En general, cada país
tiene un dominio principal definido (el de España es "es"), pero
además hay varios dominios principales ya definidos para Internet
(org - organizaciones y asociaciones; net - recursos de red; gov - gobiernos;
com - empresas comerciales, etc).