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Hermanas de Nuestra Señora de la Compasion

La vocación compasionista nos consagra como mujeres apostólicas, llamadas a tener a Jesucristo como centro de nuestra existencia y a entregar la vida por la extensión del Reino"

Una Religiosa es ...

Una mujer que ha hecho de Jesús y del Reino de Dios, el amor de su vida y se ha lanzado a la aventura de amar a todos al modo de Jesus.

Para poder vivir esta vocación vamos cultivando una actitud contemplativa que nos permita descubrir a Dios presente y actuando en el mundo, en la historia y en nuestra propia vida.

Juntas intentamos permanecer a la escucha de la vida de los pobres, para descubrir la acción de Dios ahí y responder a su llamada.

En la oración nos acercamos a Jesús con todo lo que constituye nuestra vida, con los sufrimientos y esperanzas de la humanidad. Aprendemos a permanecer ante El en amor y gratuidad y le pedimos la venida de su Reino.

Al celebrar juntas la Eucaristía vivimos y fortalecemos el sentido profundo de nuestras comunidades reunidas en el nombre del señor.

La palabra de Dios nos ayuda a profundizar en el conocimiento de Jesucristo y en el plan salvífico de Dios.

Maria de pie junto a la cruz de Jesús es para nosotras una llamada constante a permanecer, en comunión con su hijo, de pie junto a las cruces de nuestros hermanos

			Nuestra Espiritualidad: La espiritualidad de la compasión es vivir desde la perspectiva de la compasión de Dios, de tal modo que esa Compasión orienta, dirige, marca todos los aspectos de la vida. Se enraíza, nace, en la contemplación de la Pasión del cristo sufriente y de Maria al pie de la cruz de su hijo prolongada en las situaciones de injusticia, dolor, opresión y sufrimiento de la humanidad.. se manifiesta siendo testigos de la compasión de Dios. En el compromiso de cada día, dentro de nuestros pueblos y nuestra historia.
	Compasión

Mauricio Garrigou dirá al respecto:

"La señal de que el amor de Dios esta en nosotros, es el amor que tenemos para con el prójimo, la preocupación por aceptar el rebaño que nos ha confiado, el celo por la salvación.....el amor para con hermanos y hermanas, al igual que el amor a Dios, no consiste en palabras, sino en obras y en verdad...que las relaciones sean las de personas que se aman con ternura".

Mauricio María Mateo GARRIGOU Sacerdote de Toulouse 1766-1852 Fundador de la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la compasión