Carta abierta a todos los integrantes de la
Escuela de Psicología
Ante las informaciones fragmentarias, contradictorias, tergiversadas que me han llegado por vias diversas, deseo puntualizar sobre dos aspectos : mi relación con la Universidad y el proyecto de Escuela.
El 13 de enero pasado concurro a una entrevista con don Jaime Duhart quien
me comunica que la Junta Directiva ha resuelto removerme del cargo de director
de la escuela. No hubo razones, no las hay hasta el dia de hoy. Manifestó su
interés en que siguiera colaborando con la escuela en lo académico para lo
cual me invitó a aportar algunas ideas acerca de proyectos que pudiese realizar
en ella. En ese sentido la oferta era amplia. Además estaba urgido en que
arreglara con la Vice rectoria de Finanzas la compensación que correspondía.
Le manifesté que estaba sorprendido por la resolución , que de momento no se me ocurría idea alguna , que tenía compromisos
que atender , fuera del pais, al dia siguiente y que , en todo caso, todo eso se
podía conversar a mi regreso hacia mediados de febrero. Le pregunte si el
director que pensaban designar sería de dentro o de fuera de la escuela .
Me contestó que probablemente de fuera y que no entraría en funciones antes
del inicio del próximo año escolar.
Me quedó claro que el rector no había podido asumir esta tarea y que, por tanto, no correspondía importunarlo solicitando aclaraciones.
M. Jacques confirmó lo dicho por Duhart sin aportar nuevos elementos.
En suma, no he llegado a ningún "acuerdo" con la Universidad , no he firmado ningún documento, ni he recibido ninguna "compensasión" , ni he tenido posteriormente a estas conversaciones , ningún contacto con la institución.
Desconozco las razones que llevaron a la junta
directiva a adoptar estas medidas. No ha habido de parte de esta ninguna queja a
mi gestión, no hay ningún oficio que exprese críticas a lo realizado. La
escuela está al dia en todas las solicitudes enviadas, se ha coloborado
decididamente con el ciclo común, con la cátedra UNESCO , con la planeación
para el 2003, con el presupuesto, en fín , con todo lo que ha sido requerido.
Tampoco han habido discusiones que no hayan llegado a "buen puerto".
Dicho de otro modo, no se han objetivado discrepancias de ninguna indole. He de
reconocer que he alimentado la ilusión de que los comportamientos de los
directores eran abiertos, francos y racionales.
Acerca del proyecto de la Escuela (notese que hablo de "proyecto"
poniendo el enfasis en lo instituyente) no necesito abundar pues lo hemos estado
construyendo durante estos más de siete años de trabajo ininterrumpido. Hay
proyecto , lo cual no es poca cosa. El proyecto nos ha ido diferenciando de
otras escuelas de psicología del pais.
Desde hace cuatro años, un Consejo Académico con representación igualitaria de los estamentos académico y estudiantil, es decir de aquellos que participan en la vida académica, es la forma democrática y participativa que hemos elegido para encargarnos de las cosas de psicología. En cuatro años, la experiencia acumulada es significativa se hace dificil mencionarla, es larga la lista de temas tratados. Es una experiencia conocida y compartida pues sus reuniones son públicas y las actas publicadas mes a mes, sus representantes se han elegido periodicamente.
Ahora el Consejo Académico tiene un nuevo desafío: que hacer ante la destitución del director de la escuela.
A mi juicio, el problema no es el de si Foladori permanece como director o no. El problema central es si la Escuela, representada por su Consejo Académico, acepta que el nombramiento de director sea realizado al margen de la propia escuela. Los asuntos académicos deben ser resueltos por los que participan dela vida académica de la Escuela y no por poders fácticos institucionales. Esto es lo que está en juego ahora y no otra cosa, que nadie se equivoque al respecto. Es el proyecto de asumir la responsabilidad, de eliminar paternalismos.
Podemos cambiar muchas cosas, avanzar en nuevos
planes, mejorar cátedras, servicios, planes de estudio, prácticas, etc. pero
lo tenemos que hacer nosotros, sin tutelajes , ni arbitrariedades del poder
institucional. Que cualquier docente que cumpla mínimas condiciones pueda
postular a la dirección por un periodo fijo. Que elecciones libres , donde
voten docentes
y alumnos decidan quien será el encargado de dirigir el proceso durante ese
periodo.
Este es el proyecto fundamental sobre el que
tenemos que estar de acuerdo. Todo lo demás es discutible, analiszable,
acordable. En este proyecto se comenzó a trabajar hace mas de cuatro años...:
el de la dignidad del hacer universitario.
Afectuosamente,
Horacio Foladori
Director.