Los aparatos electrodomésticos:
Mantener en buen estado los aparatos electrodomésticos y usarlos adecuadamente contribuye al ahorro de energía y la reducción de gastos. Apagar los aparatos eléctricos y desconectar los que no tienen interruptor cuando no se estén utilizando. Esto incluye los reguladores de voltaje.
Apagar los aparatos que producen calor antes de terminar de usarlos: plancha, pinzas para el cabello, parrillas, ollas eléctricas, calefactores para aprovechar el calor acumulado.
Mantener siempre limpios los aparatos eléctricos, principalmente los de la cocina: horno de microondas, tostador, extractor. Conservarlos en buen estado prolonga su duración y reduce su consumo de energía. Utilizar todos los aparatos eléctricos de acuerdo con las recomendaciones de uso, mantenimiento y seguridad que aconseja el fabricante.
Revisar cuidadosamente los aparatos que al conectarse producen chispas o calientan el cable. No usarlos antes de resolver el problema.
Desconectar los aparatos eléctricos desde el enchufe, nunca tirar del cable. Es importante mantener en buen estado tanto el enchufe como el tomacorrientes.
Refrigerador
o heladera:
Colocarlo en un lugar con espacio para permitir la circulación de aire.
Instalarlo en un lugar fuera del alcance de los rayos solares y del calor de la
cocina. Comprobar que los burletes de la puerta estén en buen estado y en su
lugar, para asegurar que cierre herméticamente.
Graduar la temperatura, colocando el termostato entre los números 2 y 3; en clima caluroso, entre los números 3 y 4. Así se logrará el enfriamiento adecuado.
Usar
un termómetro de carátula en el interior para verificar la temperatura. En el
compartimiento de comida fresca debe estar entre los 3 y los 5°C y en el
congelador en -15°C.
El refrigerador es uno de los aparatos que consume más energía en el hogar.
Usarlo
adecuadamente ahorra energía y reduce gastos. Si tiene un congelador para
almacenado a largo plazo o "freezer", la temperatura deberá ser de
-18°C. Verificar que el termostato esté en perfectas condiciones.
No guardar alimentos en el refrigerador mientras están calientes. Tapar bien
los líquidos para evitar evaporaciones y la formación de hielo en el
congelador. Para permitir la circulación del aire, no amontonar cacerolas y
envases. Abrir las puertas sólo cuando es necesario y cerrarlas de inmediato
para evitar que entre el aire caliente y se salga el frío. Descongelar el
refrigerador y limpiar con un paño húmedo la parte posterior por lo menos cada
dos meses.
Limpiar los tubos del condensador ubicados en la parte posterior o inferior del aparato por lo menos dos veces al año. Recordar darle mantenimiento periódico para prevenir fugas.
La
Plancha:
Revisar la superficie de la plancha para que esté siempre limpia; así se
transmitirá el calor de manera uniforme. Planchar de preferencia durante el día.
Rociar la ropa ligeramente sin humedecerla demasiado. Planchar primero la ropa
que requiere menos calor y continuar con la que necesite más, a medida que la
plancha se calienta. Desconectarla poco antes de terminar para aprovechar la
temperatura acumulada. Tratar de planchar la mayor cantidad de ropa en una sola
sesión. Conectar muchas veces la plancha gasta más energía que mantenerla
encendida pro un rato.
La plancha es otro de los aparatos que consume mucha energía. Utilizarla de manera ordenada y programada ahorra energía y reduce los gastos.
El
lavarropas:
Usarla de acuerdo con su capacidad y posibilidades para lograr el ahorro de
energía y la reducción de gastos. Llenarlo con la carga de ropa apropiada de
acuerdo con su capacidad. Si se pone menos ropa se gastará mucha agua y
electricidad; si se sobrecarga, la ropa quedará mal lavada.
Utilizar sólo el detergente o jabón necesario; el exceso produce mucha espuma
y hace trabajar al motor más de lo conveniente. Remojar las prendas antes de
lavarlas para evitar un doble lavado. Disminuya las sesiones de lavado por
semana.Utilizar la secadora de ropa sólo cuando sea indispensable; aproveche el
Sol para secar la ropa y eliminar bacterias.
El
televisor:
Encenderlo sólo cuando realmente quiera ver un programa; así logrará ahorrar
energía y reducir gastos. Reunir a todos los miembros de la familia ante un
mismo aparato televisor, cuando quieran ver el mismo programa. Mantener bajos
los niveles de iluminación en el lugar donde vea la televisión, así evitará
los reflejos y ahorrará energía.
La
licuadora y/o multiprocesadora de alimentos:
Revisar que las aspas siempre tengan filo y no estén rotas.
Evitar el triturado de piezas enteras o semillas y especies en seco, ya que se
fuerza el motor.
Moler de preferencia todas las porciones que se van a necesitar de una sola vez,
en lugar de hacerlo por partes.
Circuladores
de aire:
Ventilador:
En clima cálido seco
utilizarlo es más económico y consume menos energía que el acondicionador.
Conservar las aspas limpias. Vigilar la instalación de los ventiladores de
techo: una instalación inadecuada puede resultar peligrosa y además consumir
mayor cantidad de energía eléctrica.
Aire
acondicionado:
Apagar el aire acondicionado al salir de la habitación. Adecuar la temperatura
del aire acondicionado para dormir sin cobijas. Si se dispone también de un
ventilador, es aconsejable que al estar fría la habitación se apague el aire
acondicionado y sólo se encienda el ventilador. De esta manera, la habitación
se mantendrá fresca y no se gastará tanta energía.
Llevar
a cabo una limpieza general del equipo, quitarle todo el polvo y el moho. Pintar
la unidad para evitar su oxidación, si es necesario. Revisar periódicamente si
la unidad necesita gas refrigerante.
Cuidar que el motor, los cableados y el termostato funcionen correctamente; en
caso contrario, repararlos utilizando el accesorio adecuado.
Limpiar el filtro de aire cada 15 días. Los filtros sucios y los depósitos
saturados de polvo provocan que el motor trabaje sobrecargado y reduzca su
utilidad.
Mantener la temperatura del termostato en 25 ºC (78 ºF). Por cada grado que se
disminuya de esta medida se consumirá 10% menos de electricidad.
Dar mantenimiento a todo el equipo cada año. Está comprobado que los aparatos
de aire acondicionado que tienen 2 años o más sin mantenimiento consumen el
doble de energía.
En verano evitar que los rayos solares caigan directamente sobre las ventanas.
Utilizar toldos, aleros inclinados, persianas o cortinas con recubrimiento de
aluminio, polarizado de vidrios o películas plásticas.
Los
aislamientos térmicos:
Con los aislamientos térmicos se ahorra energía y se reducen gastos. El
aislamiento térmico permite ahorrar hasta 50% de la energía que se utiliza
para la calefacción o el aire acondicionado. Para lograrlo, se puede realizar
lo siguiente:
Mantener puertas y ventanas cerradas. Abrirlas sólo cuando sea indispensable
renovar el aire: el mejor momento para renovarlo es cuando el aire exterior está
fresco.