Crisis energética: ¿pagaremos el doble para tener la misma electricidad?
El gobierno nacional anunció que invertirá
480 millones de dólares
para terminar la central nuclear Atucha II. Terminarla implica
más riesgos, más basura nuclear peligrosa y más deuda externa. Sin duda, es
la peor opción para enfrentar la eventual crisis energética que vivirá
nuestro país.
Ya somos 11 mil los argentinos que estamos pidiendo al gobierno
que no ponga un solo dólar más en esa central nuclear e invierta ese dinero en
energías limpias. Tenemos que impedir que nuestro dinero sea usado para
producir energías costosas, contaminantes y peligrosas como la nuclear.
Detrás de la energía eólica o solar no hay "lobbys"
poderosos ni corporaciones multinacionales que manejan gobiernos o digitan
guerras por el petróleo o por material nuclear. Detrás de estas energías está
la gente, las cooperativas del interior, pequeñas empresas o diminutas
entidades civiles que luchan por sobrevivir porque no tienen el apoyo necesario
del gobierno.
Atucha II, que se encuentra a sólo una hora de Buenos
Aires, es un plan de alto riesgo, muy costoso y tecnológicamente
obsoleto. Es un legado de la dictadura militar. Querer reflotar este proyecto a
raíz de la potencial crisis eléctrica que puede sufrir la Argentina
es un grave error.
Hay modos mucho más eficaces de encarar la crisis y de invertir el dinero del
Estado. Greenpeace propone que los 480 millones de dólares
que se han anunciado gastar para terminar la central nuclear sean dirigidos a la
producción eólica local.