Kirchner le planteó a su titular, Enrique Iglesias, la
posibilidad de obtener financiación para las obras que incluye su inminente
plan de emergencia. Entre ellas, mencionó la terminación de Yacyretá.
Néstor Kirchner
"interesó" ayer al titular del BID, Enrique Iglesias, sobre posibilidades
de financiación de obras de infraestructura que sostendrán su programa
para superar la crisis energética, cuyo anuncio está previsto para el martes
en Buenos Aires.
El Presidente se reunió ayer con Iglesias y el directorio del BID en la sede
del organismo en Washington, adonde llegó ayer poco después del mediodía
procedente de Nueva York. Del encuentro participó además el economista jefe
del BID, el argentino Guillermo Calvo.
Entre los obras de infraestructura previstas, Kirchner le mencionó a Iglesias la
terminación de la represa de Yacyretá, para la que se propone convocar,
además del BID, al capital privado. Según el Presidente, se necesitan 800
millones de dólares para concluir las obras de lo que llamó, parafraseando a
Carlos Menem, "monumento a la corrupción".
Una alta fuente de la delegación que participó de un segundo encuentro
reservado con Iglesias dijo a este enviado que el Gobierno ya inició diálogos
con un grupo de empresarios interesados en el proyecto, entre ellos el
mexicano Carlos Slim.
No parece casual que Kirchner trajera aquí su preocupación por Yacyretá. El
caso acaba de ingresar a una comisión del Senado norteamericano, en el
marco de una investigación sobre el destino de los préstamos otorgados a los
países en desarrollo.
Iglesias confirmó su visita a la Argentina a mediados de junio, en la que se
definirá la aplicación de un crédito de 5 mil millones de dólares acordado
con el organismo. Un primer tramo podría alcanzar, hasta fin de año, los 1.000
millones de dólares.
"Se va a avanzar fuertemente en el crédito", dijo el Presidente a los
periodistas a la salida del edificio del BID, en el downtown de Washington.
Antes, el Presidente había hablado ante el directorio del banco, al que presentó
los indicadores de la recuperación de la economía argentina y su plan de obras
de infraestructura para el sector energético.
El Presidente usó por primera vez la palabra "crisis" para
referirse al problema de la energía. "Tenemos que dejar de tener miedo. Si
se llama crisis, se llama crisis. Los argentinos podemos escribir un diccionario
con la palabra crisis", dijo.
Además de las obras en Yacyretá, Kirchner mencionó la ampliación del
gasoducto San Martín —que comienza en Tierra del Fuego— que proporcionaría
unos 20 millones de metros cúbicos de gas, en un emprendimiento en el que
participará el Estado y empresas privadas "y en el que el BID sería de
tremenda ayuda".
También habló de la construcción del gasoducto del Noroeste, un
emprendimiento privado, que generaría otras 20 millones de metros cúbicos de
gas. Y de la del gasoducto cordillerano, en Chubut, y de obras para el
transporte de gas.
El Presidente volvió a decir que este año el país va a superar la crisis
energética, que en el 2005 "se estabilizará" y que en el 2006
"la Argentina va a volver a tener un horizonte estratégico en materia de
energía".
El uruguayo Iglesias volvió a mostrar su simpatía por la Argentina, a pesar
del no muy lejano entredicho que había mantenido con Kirchner (ver "Reconciliación...").
"Confiamos y creemos en su país. Usted le ha devuelto la autoestima y la
confianza. El banco esta siempre a la orden", le dijo el titular del BID.