Cambios en el motor y la apariencia de la SW4. (Terra/Motorpress)

Para diferenciarse de la rústica pick up de la que deriva, la Hilux SW4 incorpora, cada tanto aditamentos que la vuelven más elitista, esta versión Wide Body sumó paragolpes pintados del color de la carrocería, overfenders plásticos sobre los pasarruedas, llantas de 16 pulgadas de nuevo diseño y un voluminosos spoiler, aditamentos que le dan un porte más importante aún, y un dejo de elegancia que le sienta realmente bien.

Ese aire elitista también se le intentó dar al interior con aplicaciones de madera que realzan la presentación. El resultado ha mejorado aunque la combinación de ciertos sectores de diseño algo pasados de moda con los gráficos digitales de la climatización y la madera conformen una “melange” que no siempre termine de gustar a todos.

Frente a este entorno diferente, el conductor sigue ubicándose en una especie de trono desde donde se ve todo sin ángulos ciegos y con grandes espejos, pero obligando a adoptar una postura demasiado erguida y aquí quizás encontramos el faltante de equipamiento más importante: la regulación de altura para el asiento del conductor, como sí tiene la columna de dirección.

De todas formas, la SW4 invita a realizar largos viajes con la parentela a bordo. Cuenta con un aceptable equipo de audio con CD de carga frontal y espacios para poner de todo. El cierre central a distancia ya no integra más la columna del debe. El espacio para los que viajan atrás es holgado al igual que el de carga y disponen de todo tipo chucherías y gran luminosidad con vidrios planos y de gran tamaño.

Con la marcha iniciada, la sensación de seguridad y la solvencia con que supera los escollos se asemeja a la de un Panzer e invita a lanzarse a la aventura. Para ciertas actividades todo terreno, las pick ups dobles cabinas son los vehículos ideales y eso es lo que es la SW4, una pick up disfraza de SUV elegante.

No tiene los mejores ángulos de ataque y salida, y la distancia entre ejes y el peso le juegan en contra para situaciones trialeras. Pero el robusto chasis está asociado a una transmisión básica y fuerte a la vez con una selectora que necesita de convicción para conectar los cambios y una segunda palanca para conectar la doble tradicional y muy segura.

Esta nueva SW4 continúa con el motor Diesel de cuatro cilindros y tres litros con inyección indirecta que recibió unos retoques ganando en el camino una respuesta mayor a todo régimen pero perdiendo al mismo tiempo nueve caballos de fuerza. La ganancia de torque se aprecia mejor en el off road ya que en cualquier cambio trepa en vueltas.

Mientras el asfalto este bien, la SW4 va derecho pero cuando afloran huellas y pozos la reacción de las suspensiones es lenta pero enérgica a la vez y requiere acostumbramiento para quien no está habituado a manejar una camioneta con esta configuración estructural porque las reacciones de la dirección son también lentas y el rolido en curva importante.

Se seguirá renovando pero la SW4 tiene de convertirse en un clásico de las 4x4, ahora con un precio más atractivo de 49.000 pesos, tres mil dólares por debajo del modelo anterior, con más equipamiento y una diferencia importante de precio con sus rivales directos.

A favor
Motor de respuesta muy vivaz.
Precio mejorado.
Robustez y capacidad off road.

En contra
Menor potencia y velocidad final.
Comportamiento en pisos deteriorados o mojados.
Faltantes de equipamiento.

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