Ir o no ir a misa en domingo para un cristiano no es algo indiferente. Se trata de algo que es fundamental en la vida cristiana. Y es una pena que haya cristianos que hayan abandonado casi totalmente la misa dominical. Algunos lo confiesan sin rubor. Casi presumiendo de sinceridad “a mi la misa no me dice nada”; “Voy, cuando tengo ganas” “Yo soy creyente pero no practicante”. Algunos dicen que también ser cristiano no significa hacer cosas que “impone” la Iglesia, como “la obligación” de oír misa el domingo, esta es una actitud que responde a esa moda del “Yo creo en Jesús, pero no en la iglesia”. Y así viven la vida cristiana a su manera. Diríamos, “por libre”; porque, en la practica, también a Dios le ponen sus condiciones. Hacen un “Dios” a su medida. Nada extraño que también hagan su religión a su manera.

Monseñor Julián.