Las bondades del LIMÓN
¿Por qué cura el limón? Porque es ácido. Una sustancia frutal, cuanto más ácida es, más poder terapéutico tiene, porque es más neutralizante de venenos y residuos de la sangre. La sangre es lo que debemos purificar. El limón alcaliniza la sangre y los huesos; mata los gérmenes patógenos de la sangre, vitaliza el plasma y el cuerpo. Combate el alcoholismo. Es un reconstructor de tejidos, cicatrizante y aniquilador de ácidos. Fortifica las encías y la raíz de las muelas. Combate la piorrea. Combate el dolor de muelas. Es el dentífrico por excelencia. Desaparece el mal aliento. Desinfectante y microbicida, oxidante, eliminador de piedras y de cálculos, condensaciones de ácido úrico. Neutraliza los ácidos de origen dispéptico. Para llagas y úlceras de estómago. Es antiescorbútico. Baja la fiebre.
Cura rápidamente el sarampión, la escarlatina, la erisipela, la difteria. Mata parásitos intestinales. Disuelve piedras y cálculos del hígado. Contra la jaqueca. Cura la conjuntivitis. Cura las hemorragias de nariz. Combate la angina de pecho (15 limones). Es una panacea contra la gripe; cura la tos. Es desinflamante. Es depurativo. Corta las diarreas. Corta flatos intestinales. Evita y combate la vejez prematura, rejuvenece las células. Calma los desequilibrios del sistema nervioso. Sedante del corazón; purifica la sangre, descongestiona la arteria de la sien. Despeja el cerebro. Combate pesadillas e insomnios. Corta el hipo.
Tomado en la juventud, evita la arterioesclerosis. Para la tortícolis. Combate los granos de la cara; destruye las erupciones de la piel. Combate afecciones de garganta. Cura las anginas en 24 hs., haciendo gárgaras y bebiéndolo. Combate las várices. Cura el dolor de estómago.
Cura los granitos de lengua y labios. Hace desaparecer las manchas de la cara. Contra el eczema. Neutraliza la bilis. Es remedio para sabañones.
Regulariza desarreglos menstruales. Remedio para males de matriz y ovarios. Cura inflamaciones del páncreas. Es antidiabético. Desinfecta y cura las hemorroides.
Gran insecticida, pasado sobre la piel, ahuyenta moscas y mosquitos.
Combate la ciática, la gota, el ácido urico, el reumatismo.
Suaviza y da brillo al cabello. Contra la caspa y la calvicie, en fuertes fricciones cada día, con jugo de cebolla.
Cura los edemas. Cura el prurito. Cura la pleuresía. Combate la ictericia, la cistitis, la prostatitis, las hernias, la disnea. Es sedante, disminuye la presión.
Para heridas, hemorragias, ponga jugo de limón; comprime los vasos sanguíneos, cicatriza y desinfecta, y es microbicida
Neutraliza los venenos de serpientes, de insectos, mordeduras de perros, gatos.
Cura del insomnio: 10 limones el primer día, 20 limones el segundo día y 35 el tercero. A la cuarta noche, duerme.
Beber el jugo de limón succionándolo con una pajita para proteger el esmalte dentario. Tomando el jugo de un limón todos los días tendremos el hígado constantemente descongestionado.
Cuando hacemos una cura de limón, debemos dejar todos los tóxicos= fritos, huevos, carnes, pan blanco, chocolate, café.
Para conservar los limones: envolverlos en papel de diario y ponerlos en un sitio seco y oscuro. También puede ser puestos en agua salada, cambiándola cada 3 días. También pueden conservarse en barriles con aserrín de corcho.
*************************************************************************************************
¿El limón o el vinagre?
El vinagre contiene ácido acético, y el limón contiene ácido cítrico. El limón es amigo íntimo, sincero, beneficioso y servicial del hígado. Es el hígado el gran taller del organismo. El limón especialmente y sus semejantes estimulan el hígado, lo mantienen limpio, sano y fuerte, y le ayudan a prestar sus servicios de disolución, depuración y refinación del organismo, ya que por él pasa todo lo que se ingiere, excepción de las grasas, a causa del otro enemigo del hígado, el ácido esteárico. El hígado, pues, es el gran laboratorio del organismo.
El ácido acético, antítesis del cítrico, es también el peor de los enemigos del hígado y el que más lo entorpece y daña. El ácido acético daña más al hígado que el aguardiente o el alcohol, sencillamente, porque el alcohol no contiene ácido alguno, y porque este ácido destruye los tejidos del organismo, y especialmente los del hígado. Parece que hasta en el organismo se entienden la amistad y las afinidades. Además, el alcohol, usado con moderación no daña, sino estimula el organismo, aunque la estimulación sea pasajera, pero el vinagre es producto de la fermentación de las descomposiciones del alcohol. El jugo de limón, el ácido cítrico, como el de todas las frutas es producto puro y sano del gran laboratorio de la naturaleza y no de un laboratorio industrial, como es el vinagre.
El jugo de toda fruta es nutritivo. Son todos estimulantes y digestivos naturales. Además ayudan al hígado y constituyen sus verdaderos tónicos. El limón también es un ácido digerible, rico en minerales y en vitamina B y C, factores de crecimiento y preventivos de enfermedades.
Por otra parte, cuando el jugo de limón se oxida, se quema, en el cuerpo, queda de él una ceniza alcaÌina, que neutraliza los ácidos del organismo. Esta es otra de las ventajas del uso del limón. Siendo, pues, el limón tan beneficioso y útil para el organismo, nos parece que no hace falta recalcar su uso con preferencia al vinagre, que solo perjudica. Una limonada sin azúcar y sin dulce alguno es el mejor refrescante y lo más adecuado para una persona que sufra de acidosis. El azúcar es otro de los enemigos del hígado. Es uno de los causantes de la adiposis o sea de los depósitos de grasa.