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Las leyes, prohibiciones y limitaciones que determinan el curso y el orden de la vida normal se cancelan: antes que nada se suprimen las jerarquías y las formas de miedo, etiqueta, etc., relacionadas con ellas, es decir, se elimina todo lo determinado por la desigualdad jerárquica social y por cualquier otra desigualdad (incluyendo la de edades) de los hombres. Se aniquila toda distancia entre las personas y empieza a funcionar una específica categoría carnavalesca: el contacto libre y familiar entre la gente.

M. Bajtín, Problemas de la poética de Dostoievsky

 

23 de Febrero de 2009

Cuando hace casi tres años dije todo lo que dije más abajo, no me imaginaba que en gran medida mentiría. Lo digo humildemente. El sitio se ha congelado, según habrán percibido, y no es ninguna paradoja, es absolutamente normal. O si vieron alguna vez un sitio que se mueva... Pero no es el caso discutir eso. Vengo a cuento de que en pocos meses todo a nuestro alrededor se dio un poco vertiginosamente y ya pulimos y malgastamos demasiado la dualidad entre velocidad y permanencia. Parecemos griegos. No se me ocurre mucho que decir porque esto lo estoy improvisando. Digamos que vi la posibilidad de volver a tipear para dejar en claro que aún no voy a volver. Verán que esta actualización es meramente verbal, porque de hecho no hay nada nuevo en el sitio. Será porque puse aquel encabezado de cuán malas cosas quedan quietas, que tuve que quedarme definitivamente quieto. Pero lejos de todo esto mi vida real transcurre serena y llena de nada que hacer. Me siento viejo pero será por el alcohol y la falta de cosas por las que perder tiempo enserio, teniendo en cuenta que uno llega a cierta edad obligado a hacerse cargo de cada zapatilla que mejor andar descalzo, por no decir más vale el silencio que andar diciendo pavadas, pero la terapia es necesaria y así es como llegué a este ciber a hacer un trabajo y me mandé a tipear cosas. Y como ya me entró incomodidad (porque este me resulta un ejercicio de mierda en el que uno debe elegirse destinatarios y al final nadie lo lee), aquí desplazo mis últimos vagidos, y les recomiendo que no se tomen tan enserio esta porquería (me refiero a la creación poética). La literatura es la tortura más valiosa a la que nos sometemos y la mejor lectura, como la mejor escritura, es la que produce mayor dolor. Es una lástima que el concepto de dolor se haya perdido y aún persistan ciertas incomodidades y resabios estilísticos en los autores en general, porque muchos ancianos desorientados ya no entenderán y seguirán escribiendo "ese niño que ha suspirado como una rosa, sus pies sin vestimenta han hecho de esa rosa una gota de sangre", y la gente saltará a tirarle aplausos y no zapatos. Poetas descalzos por todos lados. Es una lástima porque si no se desplaza evolutivamente el valor literario, de nada me sirve seguir moviendo este sitio. Gente: vuelvan a masticar raíces, que la tierra está llena de nutrientes. Salven lo que duela: es mejor tener una cicatriz, porque aprendimos de la herida curada, y no una piel sin daños porque nunca nos rasgó una rama. God bless you y hasta siempre.

KRNV ZXXP

 


15 de Agosto de 2006

¡Siete meses! Voy a retomar la seriedad que siempre simulo tener (todos somos calaveras en el fondo). Ustedes entenderán. Transcribo un fragmento de una entrevista al escritor argentino Alberto Manguel (Revista Ñ n° 149).

"Creo que estamos yendo demasiado rápido hacia la acumulación electrónica, en reemplazo de los libros (...) No sabemos por cuánto tiempo la electrónica puede conservar un texto. Antes se decía que un disquete podía conservar un texto por cincuenta años, ahora se sabe que no lo conserva más que seis o siete. Del CD se dice que puede durar cien años, pero eso no está comprobado. Lo cierto es que constantemente hay que hacer backups, porque el riesgo de pérdida existe. La presión de la industria electrónica por cambiar permanentemente los sistemas hace que para un repositorio nacional esta herramienta se vuelva muy peligrosa. Hay ejemplos de eso: la British Library había puesto en archivo electrónico documentos muy importantes que ahora no puede leer porque esos sistemas caducaron, porque los instrumentos para leerlos ya no existen. Hay que tener, entonces, sumo cuidado con este paso hacia las bibliotecas electrónicas, que ya se ha vuelto irreversible."

Este acto (el de transcribir un fragmento de tal magnitud), es mi humilde posición en la actualidad. Últimamente han sucedido cosas, a nivel personal, que me llevaron a reflexionar cada tanto sobre la necesidad de un sitio como éste. He tomado ciertas decisiones al encontrar razón en estas palabras (las de Manguel). Ciertamente no hay nada seguro en el mundo virtual que nos diga esto puede borrarse y al joraca todo, pues, si se enteraron por las ediciones anteriores, yo lo he comprobado perdiendo mi disco rígido y una larga lista de textos que tenía programado publicar. Pero también he perdido documentos personales, cuentos, poemas que, sin ver nunca la luz en el papel, han sido condenados al limbo de los frames, como una criatura abortada. Es penoso, pero no son imposibles. Si lo hice una vez puedo volver a hacerlo de nuevo.

Decía que el mundo virtual es eso, una abstracción insegura. Ciertamente lo es, en un disco rígido. La internet es otra cosa, es un éter metafísico de bytes en el que nada muere, sino que flota eternamente, es una vacío inalcanzable. Quizá alguna vez desaparezcan las formas de ingresar a ella, pero tendremos la sana confianza de que aún un vestigio de ella habrá en algún lado.

Si mi PC no es capaz de guardar un texto por quince o veinte años, la red tendrá la manera de llevarlo de un rincón al otro del planeta por décadas enteras. No voy a restarle confianza al mundo virtual; sí a la memoria caduca de una máquina, de un servidor... bueno, después de todo tampoco la red es tan eterna, jeje... Manguel tiene bastante razón, hay que preferir la existencia física del papel...

Pero, si bien perdí algo de confianza en todo esto, no tengo pensado cerrar las puertas del bar todavía. Tengo una posición personal que para nada favorecería a la evolución de las bibliotecas virtuales y sin embargo es la misma posición la que está contaminada por una curiosidad individual por alcanzar textos que no consigo a mano en la librerías de mis tierras. O no tengo dinero suficiente para explotar ese placer de comprar por curiosidad.

KRNV Biblioweb sigue, pero con un límite: autores o historias que me convenzan. No volveré a publicar textos que me piden porque son famosos o best-sellers. No esperen hallar aquí nada del estilo D. Brown, o M. Pearl, o A. Rice, o J. Grisham, o S. Sheldon, o I. Allende, etc. No es otra mera biblioteca de libros gratis (aunque los libros gratis están). Es una biblioteca personal.

Pero pasemos a los cuentos (sí, sólo cuentos esta vez) de esta entrega:

*James Graham Ballard, Agujero para tres hombres, ¿Cuál era el hombre?, La Gioconda del mediodía crepuscular: Concluir cada relato me arranca una admiración (no un grito ni expresión de estupidez similar con que se acostumbra). No comprendo qué me atrae de la narrativa de Ballard. Funda con cuidado cada trama, hay ilusiones que coinciden con ideas mías, hay historias ya oídas, hay una meticulosidad científica asombrosa en los tres textos. Si hay algo que logra con exactitud es una mezcla con el lenguaje científico, solución difícil de alcanzar así como así.

*Ray Bradbury, Los viejos, El marciano, La tienda de equipajes, Fuera de temporada, Los observadores, Los pueblos silenciosos, Los largos años, Vendrán lluvias suaves, El picnic de un millón de años: Los restantes nueve relatos que cierran las Crónicas Marcianas, como estuve prometiendo la última vez. Ahora, hay alguna apostilla que debo hacer. No he publicado debidamente las Crónicas, quien conoce la obra se dará cuenta enseguida: omití, desde un principio, las fechas, puesto que más que relatos se asemeja a una novela (podrán notar que muchos personajes reaparecen en ellos), en la cual dichos datos funcionan como encabezadores de capítulos. Por ejemplo, lo que presento aquí como El marciano debiera ser Septiembre de 2005. El Marciano Inicialmente lo hice por ignorancia, entendía que iba a entenderse igual todo sin ellas, pero luego, por pereza, por falta de tiempo. Creo que si me pagan corregiré el error ^_^. Por eso les sugiero que, o busquen el texto original en algún lado para entender bien, o esperen a que resarza el daño, lo cual no es una garantía...

*Honorio Bustos Domecq, Las doce figuras del mundo, Las noches de Goliadkin, El dios de los toros, Las previsiones de Sangiácomo, La víctima de Tadeo Limardo, La prolongada busca de Tai An: Seis relatos que no son otros que los Seis problemas para don Isidro Parodi, creados por la genial dupla Jorge Luis Borges - Adolfo Bioy Casares, amparados en la firma seudónima de este supuesto autor, también inventado por ellos. Si bien son relatos policiales, y no soy muy adepto al género negro (nunca me gustó que me muestren las soluciones así de repente, sin darme tiempo de pensar siquiera), muestran una genialidad excepcional, propia de los autores.

*Howard Phillips Lovecraft, Aire frío, Celephaïs, Arthur Jermyn, Azathoth: No me considero un buen lector de Lovecraft, esto es, algunos textos no me causan la impresión que puede causar a otros que me hablaran de él. No dejan de ser buenas historias, desconcertantes, no tanto de miedo como de desazón. Entendí al menos tres de los cuentos; el restante me resultó enigmático, tal vez por ignorancia. Me inclino a recomendarlo. A recomendar leerlo con atención y sin armar muchas expectativas. Hay cosas de uno que conocemos por manos de otro, y al final lo original tiende a parecernos copia.

Estoy evaluando, por otra parte, la posibilidad de ubicar autores menos difundidos pero mucho más buenos que los mejor difundidos (¡claro que existen autores así!), de modo que si cazo alguno por mis recorridos a tierras recónditas, en algún tiempo tendremos muy buena literatura en la bandeja. Por el momento sólo prometo que la próxima entrega tendrá la misma celeridad que ha tenido ésta (¡consideren que es fin de año, tengo que desembarazarme de varios finales y las materias son demasiado largas para darme tiempo, y sólo tendré algunas semanas para preparar cada una!).

Y, hasta entonces, un saludo, o dos o cinco.

KRNV ZXXG

 


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