El Cine Perdido: Radiografía del Hollywood de Hoy

Por Maximiliano Curcio

 

La cartelera cinematográfica porteña de estos días bien podría servir para escenificar en un contexto el periodo de crisis que sume al cine comercial por estos días. El sector más industrial del cine de Hollywood, y remarco esta tendencia porque todavía hay un muy buen cine independiente que sigue creciendo, se debate entre remakes y secuelas. No hay nada por decir de esta moda que no se haya dicho y de mi parte criticado en otros artículos, lo cierto es que todo es parte de un circulo vicioso que sume al cine de estos días (en su faceta más industrial) en un periodo donde los valores de originalidad, artística e inventiva están totalmente trastocados y devaluados, donde la piratería pone en jaque  a las taquillas de los cines más populosos del mundo, donde el publico joven ya no acude tanto a las salas y siendo el target preferencial de los productores, estos, marketing mediante se desviven poniendo en pantalla productos chatos y vacíos destinados a abarcar un espectro de espectadores cada vez mayor con tal de ganarle la pulseada al avance imparable de la piratería y así llenarse los bolsillos, otra mala costumbre de estos días cuyos efectos ya se perciben a nivel mundial. Vale citar apenas unos ejemplos para confirmar este presente tan vació de ideas:

En un cine donde el factor tecnológico gana terreno cada vez mas y mas y donde el factor humano queda relegado a expensas de ceder protagonismo, podemos ver como actores de carne y hueso son piezas de ajedrez en un tablero donde la tecnología decide el destino de  los mismos. En ese sentido, podemos ver la tendencia mas y mas frecuente de hacer films animados con actores caracterizados en una computadora para chicos, pero con temáticas adultas, distanciándose de la tradicional tendencia de hacer films animados con personajes animados para chicos, genero inobjetable, y hasta necesario. El año pasado dos grandes como Tom Hanks y Robert Zemeckis se unieron para dar forma a "El Expreso Polar", mientras que este año Tim Burton y Johhny Depp coincidieron por enésima vez para rodar "El Cadáver de la Novia". Antes de que estas dos películas vieran la luz ya podían evidenciarse estas tendencias visuales  ya sea para la realización de ciertos personajes en la saga de "El Señor de los Anillos" o para la entera realización de "Final Fantasy" en el año 2000. No cuestiono el avance tecnológico (que nos permite como cinéfilos y les permite a los amantes de la ciencia ficción disfrutar de películas como "Star Wars" o "La Guerra de los Mundos", por solo mencionar dos buenos exponentes recientes) sino por como esta se utiliza y gana terreno, desplazando así al factor humano quien ya no resulta tan esencial delante de la cámara. Tanto terreno gana el genero animado, que en el ultimo festival de Venecia se creo un apartado especial para mostrar films de tal genero, acontecimiento que se da por primera vez y cuyo lado negativo resulta en ver que para tal implementación, entre otros cambios, la exhibición de films se redujo de 80 a 56 con respecto a la muestra anterior.

Si repasamos la cartelera porteña de estos días nos encontraremos con dos ejemplos mas que elocuentes (además de la citada producción de Burton) para enmarcar el presente bien decadente de estos días en el cine comercial de Hollywood. Éxitos de taquilla por estos días en su tierra y con destino a hacer lo propio en las nuestras, "Virgen a los 40 años" y "Azul Extremo" prueban una vez aquel famoso dicho de que "denle al publico lo que quiere ver", y así, una masa de publico cada vez mas conformista consume productos pasajeros cuya calidad artística y su compromiso con el séptimo arte es prácticamente nula. Pensar que estos dos títulos mencionados hubieran tenido cabida en el cine de hacer 20, 30 o 40 años es improbable. El caso de "Virgen a los 40 Años" demuestra que cuando Hollywood se propone hacer películas horribles e inmirables esta bastante cerca de las parodias de films que fueron las locales "Papa se Volvió Loco" y "Un Hijo Genial" (que copiaron mal la tendencia de films familiares con estrellas conocidas que tan bien explotaron Eddie Murphy y Robin Williams allá por los '90). Esta pseudo película ("Virgen...") que bien podría derivar de algún sketch de sitcom tan popular por la teve americana de estos días lleva al limite los recursos mas vulgares, superficiales y burdos a la hora de hacer humor, resulta un apreciable hijo dilecto de otras películas con target adolescente de aspecto semejante como las lamentables "Viaje Censurado" o "American Pie", que también malinterpretaron la bien nacida comedia adolescente, o el conocido subgénero teen que tiene en "Diner" o "Fast Times at Ridgemount Highs" son dos mas fieles y pioneros exponentes a principios de los '80. Para muestra de la nula trascendencia y el ritmo vertiginoso y pasajero de estos días vale hacer un ejercicio de memoria simple: recordar el elenco de las figuritas de moda de los films citados de estos días ("American Pie" y "Viaje Censurado") y comparar con que en el elenco de "Diner" y "Fast Times..." se encontraban nada menos (y dieron su carta de presentación en el cine grande) Sean Penn, Jennifer Jason Leigh, Nicolas Cage, Mickey Rourke y Kevin Bacon.

Cuando se habla de la moda pasatista y de las tendencias pasajeras mucho tiene que ver la cada vez mas absorbente y abarcativa influencia del ámbito televisivo sobre el cine. Dos ámbitos que distan tanto en tiempos como en estéticas y estructuras narrativas encuentran a noveles directores de comerciales publicitarios o clips de música dando el gran paso a su debut cinematográfico entregando olvidables productos como los recientes films de terror "La Casa de Cera", "Terror en Amityville" o "La Masacre de Texas". Últimamente los castings de estas películas parecen mas propensos a buscar un molde de actor que mas que actor parezca un modelo de pasarela, así la citada y mal concebida "Azul Extremo" se encarga de "estelarizar" su elenco con figuras inexpertas, inexpresivas e insulsas que quizás se desempeñarían mejor en una pasarela o publicitando algún producto y no protagonizando una película, que como en este caso, y dado su tendencia visual fotogenica y argumentalmente rudimentaria hubiera corrido mejor suerte como un documental turístico. Vivimos tiempos de mediocridad, de cine basura y de adiós al buen cine. En este continuo reciclaje el balance es negativo, algo se perdió y sin dudas hay una época que no volverá, la pregunta es: ¿hasta cuando?

 

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