Gilda
Por
Maximiliano
Curcio
Sinopsis: Ballin Mudson, propietario de un casino, salva a
Johnny Farrell, un aventurero, de morir a manos de unos rufianes en
los muelles de Buenos Aires. Farrell se convierte así en su hombre
de confianza, vive en su casa y se ocupa de los negocios cuando él
no está. Mudson regresa de un viaje casado con Gilda, antigua
amante de Farrell. Ella intenta, infructuosamente, reanudar sus
relaciones con Farrell. El casino de Mudson sirve en realidad como
cuartel general de los nazis en Iberoamérica. Acusado de ser un
doble agente, Mudson mata a uno de los alemanes y huye. Farrell se
hace cargo del casino y se casa con Gilda, como venganza y sin
corresponder a su amor. Un día Mudson reaparece e intenta vengarse
de la pareja.
*
* * * / MUY BUENA
El
film de Charles Vidor es otro exponente mas del esplendoroso
presente que vivía por aquellos años el cine policial noir, o cine
negro en pleno apogeo de un contexto cinematográfico que
reacomodaba en la época de la posguerra. Siguiendo la pauta de
films contemporáneos como "Pacto de Sangre" (1944) de
Billy Wilder o "Mala Mujer" (1945) de Fritz Lang,
un triangulo amoroso y prohibido hace avanzar la trama que tiene la
particularidad de desarrollarse enteramente en la ciudad de Buenos
Aires, en un casino ilegal regenteado por un mafioso, que entre políticos
poderosos y apuestas mafiosas hacen valer mas que nunca el
dicho famoso de que cualquier similitud con la realidad es pura
coincidencia.
Al
film lo sobrevuela a todo momento un carácter misógino que se
refleja en cuantiosas e inolvidables citas a cargo del personaje de
Ford, además de que la historia de encarga de poner a Gilda y a las
demás mujeres como objetos de deseo y de obsesión y de los
problemas que esto les causa a los hombres quienes por ellas se ven
involucrados en el crimen y en delito, como ejemplo vale mencionar
un autentico paradigma de esta máxima que por esa época resulto
ser la primera versión de "El Cartero Llama Dos Veces"
(1946). Vidor impone al film una puesta en escena típicamente noir
con las clásicas fotografía expresionista, el ambiente del casino
saturado de apostadores y prostitutas, la tensión dramática que se
delinea en los claroscuros a cada rostro que acentúan el siempre
conflictivo y culposo perfil dramático de sus personajes de perdedores
en busca de una oportunidad salvadora.
Mas
allá de la sólida interpretación de Glenn Ford, Rita Hayworth es
la autentica estrella de la película y nunca mejor dicho, mas
estrella que nunca brilla con luz propia en una actuación
descollante y cuya impactante figura Vidor se encarga de transponer
a la pantalla con el divismo y ese aire de inalcanzable que
caracterizaba a las estrellas de una época dorada de Hollywood. El
baile de la canción "Put the Blame on Mame", entre exótico
y sensual, es solo uno de los tantos momentos imperdibles que
Hayworth plasma en pantalla con una actuación de un magnetismo
electrizante y una seducción permanente.
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