Manhattan
Por
Maximiliano
Curcio
Sinopsis: Isaac Davis, neoyorquino de mediana edad, lo tiene
todo en esta vida, si es que por todo entendemos un trabajo que
odia, una novia de 17 años a la que no ama y una ex-esposa lesbiana
que está escribiendo un libro en el que narra todo sobre su
matrimonio -y a la que desearía estrangular-. Pero todo cambia
cuando conoce a Mary, la sexy e inteligente amante de su mejor
amigo, y se enamora perdidamente de ella. Abandonar a su novia,
acostarse con Mary y dejar su trabajo es sólo el comienzo de la búsqueda
del amor verdadero y de la realización de uno mismo en una ciudad
en al que el sexo es algo tan íntimo como un apretón de manos, y
la puerta hacia el verdadero amor es... una puerta giratoria.
*
* * * * / EXCELENTE
“Manhattan”
representa la cúspide cinematográfica para Allen, el punto mas
alto de toda su carrera en nivel de calidad de cine, de
reconocimiento del publico y de la critica. Un autentico clásico
contemporáneo. Allen plantea un mundo autodestructivo, el miedo a
la muerte y analiza las relaciones de pareja en el sexo con su
siempre irónica percepción, poniendo delante del espectador la
dualidad de drama comedia que tanto caracteriza a sus obras,
una vez mas a manera de rapsodia, una vez mas en su querida Nueva
York. Luego de sorprender a la critica especializada con “Annie
Hall” y de profundizar aun más en temáticas dramáticas en
Interiores, logra superarse a si mismo una vez mas colocándose una
vez mas a las puertas del Oscar.
Una
impecable fotografía en blanco y negro retrata mejor que nadie y
como nunca la belleza expresiva de una Nueva York única que en su
escala de grises refleja el calidoscopio que la condición humana
representa para Allen, pura poesía en imágenes, la ciudad cobra
vida y sus interpretes protagonismo. La infaltable y clásica música
jazzista reviste al film con otro de los sellos característicos del
director, pura poesía en acordes. La puesta en escena es igual de
lograda, con fantásticos planos secuencia que en su amplitud captan
la profundidad adonde Allen nos transporta con sus dudas, sus
desengaños, sus reflexiones e ironías que abundan en su particular
estilo visual y narrativo que siempre dejara un lugar para la
sorpresa y jamás aburrirá.
El
guión encuentra una estructura que se basa en diálogos recurrentes
repletos de ironía, citas intelectuales y referencias mas que
originales para retratar los amores y desamores de estos personajes
que saben expresar sus decepciones y sus arrepentimientos, pero sin
sentimentalismo ni moralinas, lección que deberían aprender varias
de las comedias románticas de hoy. Allen sabe de lo que habla y
esta vez su visión de la búsqueda del amor verdadero y de la
realización personal es tan conmovedora como ocurrente. Allen se
pone al frente del reparto para interpretar ese personaje tan clásico
y entrañable que ha dado vida en cada uno de sus films. Diane
Keaton, es una vez mas, su musa inspiradora y el objeto de deseo de
Allen, mientras que Mariel Hemingway compone bellamente las
tribulidades de una adolescente en un rol consagratorio que jamás
podría volver a igualar. Meryl Streep, por su parte, completa el
elenco en una de sus primeras apariciones en pantalla que la
encuentra muy joven, con un talento interpretativo notable en un
film distinto a los cauces que luego tomaría su trayectoria.
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