Pacto
de Sangre
Por
Maximiliano
Curcio
Sinopsis: Walther Neff es un agente de seguros. Herido de un
balazo, en un despacho solitario al que ha llegado en su coche
haciendo zig-zags, de noche, registra en un magnetofón una confesión
dirigida a su amigo y colega Barton Keyes... Cuando trataba de hacer
firmar una póliza de seguros a Phyllis Dietrichson, es seducido por
ella. Se establece entre los dos una tórrida atracción mutua.
Phyllis no tarda en convencer a Walter para que le ayude a eliminar
a su marido, al que detesta, con el objetivo principal de cobrar el
seguro de vida.
*
* * * * / EXCELENTE
Estamos
ante una de las más grandes películas pertenecientes al cine noir
jamás realizadas. Considerada una obra maestra, absorbente y
trágica que combina sordidez y pasión para mostrar a una de las
femmes fatales más fascinantes de la historia del cine, una inagotable
fuente de maestría que marcó los códigos visuales del género.
Códigos visuales que por aquellos años imponía con firmeza un
genero que había nacido en los años '30 derivando de los films de
crimen gangsteriles y lo de investigación y misterio, que
ganaba cada vez mas terreno y se asentaba en las manos de sólidos
cineastas como Orson Welles ("El Extraño"), John
Huston ("El Halcón Maltes") o Carol Reed
("El Tercer Hombre").
Billy
Wilder llevo la intriga al punto culmine, en el agobiante
límite de la conciencia de sus protagonistas y la complicidad del
espectador, sabedor del casi imposible acometer de un crimen
perfecto. Soberbia en el arte de la iluminación, la puesta en
escena juega un rol fundamental para que los diálogos consistentes
e intrigantes hagan el resto. El relato inundado de elementos
detectivescos se llena de tensión, engaños y mentiras,
en un clima bien reconocible para el genero: la atmósfera
en blanco y negro que denota el tono de melancolía, desilusión,
corrupción y culpa. La historia narrada es un círculo que gira
entorno al espectador, quien lo ve todo, lo anticipa todo, lo sabe
todo. Héroes y antihéroes resuelven a los ojos del espectador sus
dilemas morales. El expresionismo que plasma Wilder en su obra deja
ver el costado inhumano de estos personajes llevados a la
irremediable fatalidad por culpa de sus desmedidas ambiciones.
La
dupla de actores se complementa a la perfección: Fred
McMurray entre inocente o inmoral llega al punto de matar por amor y
entrar en un camino sin retorno que lo precipita mas y mas a sus
infiernos y Barbara Stanwick compone a una de las femme
fatales mas memorables de todos los tiempos, un arquetipo mas
reconocible para los estándares del genero donde los dobleces, las
manipulaciones y ambigüedades van dejando ver su verdadera
identidad, aunque ya sea demasiado tarde.
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