¿Qué
he Hecho yo para Merecerme Esto?
Por
Maximiliano
Curcio
Sinopsis: Gloria, un ama de casa malcasada y adicta a las
anfetaminas, y su marido, taxista, viven en un edificio de vecinos
junto a los hijos y la suegra. Gloria compagina las labores del
hogar con la limpieza de otras casas como asistenta.
*
* * * * / MUY BUENA
No
era exagerado si a estas alturas se consideraba a Pedro Almodovar
como hijo dilecto de Luis Buñuel, de hecho este film tenia mucho
del cine de Buñuel, a la vez que se complementa como un homenaje a
la irreverencia del cine independiente de John Waters -mas
precisamente con referencias a "Pink Flamingos",
1982 y "Polyester", 1981- y sus alusiones al
sexo y la drogas y a Andy Warhol -en identificación al underground
nocturno y anárquico que la corriente cultural de la que formaba
parte Almodovar transitaba y se abría paso a fines de los '70- y
su estética superpoblada de colores, surrealista y caótica.
Madrid
es otra vez el epicentro del relato, aunque esta vez el propósito
es estudiar a una familia disfuncional de clase media tan salvaje
como excéntrica. El infierno surrealista en el que vive esta
familia dará pie a momentos de comicidad realmente perversos cuando
esta sátira psicodélica urbana se desate. El film cuenta con
el gancho extra de Carmen Maura, en su debut como chica Almodovar,
quien acompañaría la primera etapa del cineasta y se
convertiría en su actriz fetiche en films posteriores. Imposible
no deleitarse con esta comedia cuasi punk, gag tras gag, con el
dialogo de lenguaje adulto y subido de tono que siempre presenta
Almodovar, desmedida, desbordante y que pese a sus excesos, casi
siempre funciona.
Esta
historia para nada convencional probablemente tenga influencia en la
propia infancia de Almodovar con un gran acento en el costado satírico
que borda directamente con la locura de sus personajes (adeptos al
homosexualismo, a la prostitución, a las drogas), si bien se deja
ver cierto costado humano sin por eso resultar una moralina. El
ritmo de comicidad que imprime Almodovar no decae en ningún momento
del relato, sus personajes destinados al ridículo constante tal
fueran a causar un efecto similar al blooper de un dibujo animado,
por su carácter burlón, se ganan la simpatía y la complicidad del
espectador, talento que Almodovar supo explotar tan bien a lo largo
de su filmografía, es decir, la identificación del publico con sus
personajes.
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