Dirección: Frank Cappa.

Guión: Clarence Budington Kelland (historia). Robert Riskin (guión).
País:
 EE.UU.
Año: 1936.

Genero: Comedia.
Duración: 115 min.

Titulo Original: Mr. Deeds goes to Town.
Elenco: Gary Cooper (Longfellow Deeds/Cinderella Man), Jean Arthur (Louise 'Babe' Bennett/Mary Dawson), George Bancroft (MacWade), Lionel Stander (Cornelius Cobb), Douglass Dumbrille (John Cedar), Raymond Walburn (Walter), H.B. Warner (Juez May), Ruth Donnelly (Mabel Dawson), Walter Catlett (Morrow).

Producción: Frank Cappa.





 

El Secreto de Vivir

Por Maximiliano Curcio

 

     Sinopsis: Europa vive los dramáticos momentos de la Primera Guerra Mundial. Un periodista estadounidense se alista como voluntario, antes de que su país entrara en la contienda, en el Cuerpo de Ambulancias italiano para poder seguir de cerca los acontecimientos.

     

* * * * / MUY BUENA

 

La magistral dirección del mítico Frank Capra, y la gran interpretación de Gary Cooper como un ingenuo héroe sencillo y noble que se traslada desde un pequeño pueblo a la gran ciudad, son las claves del éxito del film. “El Secreto de Vivir” represento su segundo Oscar  y desde "Sucedió una Noche" (1938), Capra se convirtió en uno de los directores mimados de Hollywood. Como suele suceder en muchas películas del Capra de la mejor época, hay un argumento central que sigue su estructura: Cooper (uno de los actores mas versátiles de su generación) interpreta al hombre idealista y simple que descubre el costado de grandeza moral del personaje, antagónico a una sociedad que lo condena y enamorado de una mujer (Jean Arthur, convincente) atrapada entre su deseo y su profesión.

El resultado final funciona como un epílogo a un recurso habitual que apela al sentimentalismo, y donde triunfan el amor y la bondad. Esto puede verse como una mirada un tanto pueril y poco verosímil de la realidad, pero es cierto que Frank Capra es un caso aparte en la historia del cine hollwodense: sus películas se asemejan a cuentos protagonizados por héroes anónimos que luchan contra la maldad y la ruindad de poderosos corruptos y sin escrúpulos, pero es optimista y suele optar por el triunfo del bien a pesar de todo, un valor a considerar en un mundo donde para malas noticias basta con los eventos cotidianos, en donde la realidad triunfa por sobre la ficción. Naturalmente este tipo de historias no refleja de la manera más comprometida la realidad, pero maneja los temas con una técnica excepcional, un dinamismo y un sentido del ritmo que las convierte en atrapantes, mágicas e imposibles de olvidar, como sucedió con "¡Qué Bello es Vivir!" (1944).

En definitiva, el objetivo es mediante una historia que consuma honestidad y coherencia, mostrarnos una alternativa de vida, una forma de existencia más humana que la que estamos llevando como sociedad, de sus impedimentos en conseguirla, pero mas allá de los resultados, de una forma de concebir o sugerir una alternativa de valores de vida, idealista desde el punto de vista del personaje, pero que se permite fantasear con los limites de la realidad sin caer en la moralina y con el solo propósito de brindarnos un cuento de un hombre cenicienta que permite soñar con un mundo mejor. Del tan particular como único universo que distingue a los grandes realizadores del resto, no esta exento Capra, quien libre de prejuicios y apariencias, permite soltarse de las ataduras preestablecidas del género para mostrar momentos dramáticos, románticos y de comedia a tono de fábula que confluyen en ese familiar e intimista mundo capriano.

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