Dentro
de los pinnípedos (del latín Pinna: aleta
y del griego Pous, podos: pies), los
otáridos son fáciles de reconocer por sus
caracteres externos. En primer lugar son los
únicos pinnípedos con orejas, muy pequeñas pero
perfectamente visibles, de forma estrecha y
puntiaguda y dirigidas hacia atrás. El nombre
“Otario”, de origen griego, significa justamente
“con orejitas”.
Otra característica de esta
familia es que las hembras son siempre más
pequeñas que los machos.
El lobo marino:
(Otaria Flavescens) llamado también lobo de un
pelo, león marino del sur; es el “uriñe” o
“lame” de los araucanos, y el “ama” de los
fueguinos. En chile, a los machos se les da el
nombre particular de “torunos”.
El aspecto de esta especie varía
más que el de cualquier otra de la familia con
la edad y con el sexo. Los machos adultos tienen
el cuello muy largo y enormemente grueso en
relación al resto del cuerpo, pareciendo más
grueso y deforme por el pelo largo del que se
halla revestido; su hocico es corto y levantado,
adornado con largos bigotes y orejas chicas y
casi ocultas entre el pelo, la cola es también
muy corta, mientras que los cuatro pies son
proporcionalmente grandes.
Su pelaje es generalmente pardo oscuro, aunque
hay ejemplares algo más grises, y siempre con un
ligero matiz amarillento en algunas partes,
sobre todo en la melena, que a veces es
francamente leonada.
La longitud total del animal,
desde la punta del hocico hasta la de la cola,
es de unos 3 metros, habiendo algunos individuos
que se acercan a los 3,50 metros. En su posición
natural, con el cuello erguido y la cabeza
levantada, uno de estos animales se alza hasta
un metro y medio sobre el suelo.
Las hembras no pasan los 2,50
metros de longitud, siendo pocas las que llegan
a ese tamaño, y sus formas son muy delgadas y
elegantes; el cuello no adquiere el mismo grosor
que en los machos y carecen de melena. Su color
es un pardo gris oscuro, en las partes
inferiores pasa gradualmente a bayo amarillento.
Los cachorros, cuando nacen, miden poco más de
40 cm. y están cubiertos de un pelo
muy
corto y lustroso, pardo muy oscuro casi negro,
tirando casi a colorado en el vientre. Este
pelaje, sin embargo, es muy pronto cambiado por
otro de color bayo, que más tarde se va
oscureciendo en las partes superiores hasta que
en los ejemplares medios crecidos se parece al
de las hembras adultas, cualquiera sea su sexo.
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