El Cerro de la Bufa
Dícese que en ese pintoresco y bello picacho del cerro de la Bufa alienta
una princesa encantada de rara hermosura.
Pocas ciudades como está tienen una historia y una leyenda tan
interesante; tal vez por no conocerse su verdadero origen, la imaginación
del hombre
ha tejido ese velo de fantasía alrededor de Guanajuato.
Otra razón hay para que surgiera esta leyenda: la fabulosa riqueza de la
plata que hubo y que hay en sus minas.
Fantasía y riqueza, dos ingredientes muy apropiadas para forjar una leyenda
como la que vamos a referir.
Dícese que en ese pintoresco y bello picacho del cerro de la Bufa alienta
una princesa encantada de rara hermosura, que en la mañana de cada uno de
los
jueves festivos del año, sale al encuentro del caminante varón, pidiéndole
que le conduzca en brazos hasta el altar mayor de la que hoy es la Basílica
de Guanajuato, y que al llegar a ese sitio volverá a esplender la ciudad
encantada, toda de plata, que fue esta capital hace muchos años, y que ella,
la
joven del hechizo, recordará su condición humana.
Pero para romper este encantamiento hay condiciones precisas, tales como que
el viajero, fascinado por la belleza de la joven que le llama, tenga la
fuerza
de voluntad suficiente para soportar varias pruebas; que al llevarla en sus
brazos camine hacia adelante sin turbación y sin volver el rostro, no
obstante
escuche voces que le llamen y otros ruidos extraños que se produzcan a su
espalda.
Si el elegido pierde la serenidad y voltea hacia atrás, entonces la bella
muchacha se convierte en horrible serpiente y todo termina ahí.
La oferta es tentadora: una lindísima muchacha y una fortuna inacabable,
pero ¿quién es galán con temple de acero que pueda realizar esta hazaña? Por
lo
visto las condiciones son precarias, pues Guanajuato, el Estado que hoy
conocemos, tiene más de cuatro siglos de vida y no ha habido quién cumpla
los requisitos
para deshacer el hechizo.
Escritores y poetas nacen y mueren con mayor o menor galanura en el lenguaje
todos repiten la leyenda, como un canto a Guanajuato, a la Bufa y a la
hermosa
princesa encantada.
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