Historia de un Mizuaje
Naiko san, era un portentoso hombre de negocios de Gión, y además de todo con una historia familiar de generaciones de los mas honorables Samurais de todo Kyoto. con tan solo 1.70 metros de altura, era imposible no sentirse turbados en su presencia pues además de ser muy atractivo sus ojos reflejaban mas de lo que una sola palabra puede decir…Siempre impecable en su aspecto, era el centro de atención de la mayoría de las Geishas de Gión…no solo por su honorabilidad, sino por muchas otras razones…Se decía en todo Gión, que además de ser un hombre muy rico, era uno de los mejores amantes que cualquier mujer en todo Kyoto pudiese aspirar, fuera geisha o no.
Aunque su presencia era imponente, poseía una mirada tan cargada de ternura y serenidad, que era capaz de desarmar a cualquiera que se le pusiera en frente. Naiko san era conocido en todo Gión por dar siempre las fiestas mas lujosas, era un hombre de negocios y constantemente tenía citas con hombres muy importantes de todo Japón. Casi todas las fiestas y reuniones las ofrecía en la casa de té Ichiriki, pues era la más prestigiosa de la región…aunque a veces daba fiestas privadas en su casa, ubicada a las afueras de la ciudad.
Una noche, se ofrecía en la casa ichiriki una de las reuniones mas esperadas por todas las geishas de Gión, pues en ella siempre se encontraban los hombres más ricos y poderosos, lo que representaba la mejor oportunidad para cualquier geisha de conseguir un Dana que la representara y cuidara de ella, que era uno de los principales objetivos de toda Geisha que quisiera ser recordada por todo mundo en Gión y en todo Kyoto...
Además de esto, también se llevaba a cabo esa noche, una especie de subasta… pero no era cualquier tipo de subasta, esta era muy especial pues en ella el objeto a subastar era algo muy preciado para los hombres en Gión…se trataba del mizuaje…este era el nombre que recibía el acto de entregarse por primera vez a un hombre. Eran las aprendices de Geisha quienes ofrecían esa noche su mizuaje…no era lo común que se realizara de esta forma, estando presentes las aprendices y las geishas mas conocidas de Gión, pero como todo lo referente a Naiko Temura, diferente y hasta algo exótico, muchas aprendices pasaban todo el año preparándose sólo para esta ocasión.
Al llegar, Naiko Temura estaba siendo esperado por más de 60 personas, entre sus invitados y las geishas…cuando por fin entró, el silencio se hizo presente de golpe…era tan imponente y atractivo que resultaba difícil no quedarse como muerta frente a él. Sintiéndose observado por todos, Naiko Temura hizo su habitual reverencia algo desenfadada y se dirigió a sentarse al lado de su geisha favorita, una de las más cotizadas en Gión, se llamaba Kaisha y era tan hermosa como el reflejo de la luna sobre el agua…todos los hombres deseaban y pagaban mucho por su compañía, sin embargo, Naiko san se daba el lujo de tenerla en exclusiva cuando se le antojara, aunque nunca se había decidido a ser su Dana, ni de ninguna otra.
para cuando Naiko llegó, ya la reunión llevaba un rato de haber comenzado, por lo que la mayoría de los hombres ya había recibido de las diferentes aprendices su ekubo, era fácil de notar quienes eran los hombres con mas poder en la fiesta, bastaba solo con contar cuantos ekubos tenían a su lado…. los ekubos, eran unas cajitas de obsequio forradas en seda, que contenían un pastel de arroz especial con un hundimiento en el centro de color rojo, era la forma de invitar a los hombres a participar en la subasta del mizuaje…era muy común que las aprendices de geisha otorgaran su ekubo a los hombres mas importantes que hubiesen frecuentado durante todo el año. a Naiko le aburría esa parte de la fiesta y por eso siempre llegaba retrasado, así evitaba ser asediado por todas aquellas aprendices tratando de convencerle de recibir su ekubo…sin embargo, siempre había alguna que en lo que lo veía llegar, salía corriendo a entregarle su ekubo, solo para luego sentirse infinitamente frustrada por observar como éste ni siquiera hacía el ademán de aceptarlo.
Naiko era un hombre muy detallista y observador, por lo que era difícil pasar desapercibido ante él…apenas llegó a sentarse al lado de Kaisha, comenzó a detallar a todos y cada uno de sus invitados e incluso a cada una de las geishas y sus hermanas menores, es decir, las aprendices de geisha…esa noche había algo distinto…pudo Naiko notar que la mayoría de los hombres y hasta algunas geishas y sus hermanas menores se hallaban distraídos intentando disimular una cierta turbación…estaba intrigado por saber cual era el origen de la misma, hasta que por fin lo encontró
Cuando Naiko la miró, algo extraño sucedió dentro de él, sintió una energía que lo recorría desde adentro hasta afuera y que lo hacía sentirse como hacía años no recordaba. No podía creer lo que estaba viendo, sobre todo porque sabía de quién se trataba, era Tenshi san acompañada de su hermana mayor Shiatsu san, una de las geishas mas importantes de Gión…muchas veces durante el último año había solicitado sus servicios para múltiples reuniones a las que ella siempre se presentaba con Tenshi, pues era usual que las hermanas mayores presentaran a las aprendices de geisha ante todos…y así lo había hecho Shiatsu san….
Naiko disfrutaba mucho de la compañía de Shiatsu pero nunca había reparado mucho en observar detalladamente a Tenshi…pero esa noche era imposible no hacerlo, había cambiado mucho durante el último año…de aquella apariencia infantil, que era característica en ella, no quedaba nada……ahora en su lugar se veían los inicios del cambio…era como ver una oruga transformarse en mariposa, de hecho la mariposa mas hermosa que jamás pudiera ver Naiko…
Tenshi era una aprendiz de geisha bastante peculiar, medía 1,58 de estatura, su carita era redondeada así como todos sus rasgos, pero con una sutileza tal, que parecía como si la hubiesen moldeado con las manos… su piel era tersa, destacaba su indiscutible juventud, pues solo contaba con 15 años….pero lo mas llamativo de Tenshi eran sus ojos, aunque almendrados, poseían un color muy particular, eran amarillos como el oro y contenían entremezcladas, líneas de un color verde jade que era imposible no quedársela mirando como hipnotizado por aquellos ojitos, que a pesar de su color, mas que temor, inspiraban una profunda ternura…era como observar una aparición caída del mismo cielo…un regalo enviado por los dioses…de allí que su nombre fuese el de Tenshi, que en japonés significa ángel… lo había escogido Shiatsu san especialmente por su semejanza con un ángel..
Tenshi se encontraba sentada al lado de Shiatsu, quien estaba conversando distraídamente con uno de los invitados, mientras Tenshi les servía saque a ambos… Naiko pudo notar algo que llamó en extremo su atención…al lado derecho de Tenshi se podía ver una cajita de obsequio forrada en una seda de color muy especial…que hacía juego con el kimono que llevaba Tenshi esa noche…no podía entender como era que ella aún tenía en su poder su ekubo, y otra cosa que le llamó poderosamente la atención es que en su observación habitual de reconocimiento, no vió una cajita igual a esa en poder de ninguno de los otros hombres presentes en la fiesta…ni siquiera parecida…se preguntaba, como podía ser esto? que significaba eso? la curiosidad lo estaba matando, pero no iba a admitir eso frente a Shiatsu por lo que se abstuvo de preguntar frente a todos ….así que siendo tan inteligente, se ideó una manera de lograr despejar su duda…en un momento de distracción de Kaisha y el grupo que lo rodeaba en ese instante, Naiko se dirigió a donde se encontraba Shiatsu, se sentó junto a ella, quedando entre Tenshi y Shiatsu…comenzó a llevar el tema de conversación entre ella y el señor Tanaka…no le interesaba realmente de que hablaban, sus planes eran otros…levantó su copa de saque para que Tenshi le sirviera…Naiko no era un gran bebedor de saque pero, era la excusa perfecta para su plan…él no dejaba de mirarla, no podía hacerlo, había algo en ella esa noche que lo hipnotizaba…una vez bebido el saque, hizo una reverencia e interrumpió la conversación para decir que iría al baño, pues había bebido mucho saque ya…Naiko sabía que la obligación de Tenshi como aprendiz era acompañarle hasta el baño y que no podía negarse…era la oportunidad perfecta para preguntarle y salir de dudas…así que camino al baño, cuando ya no podían ser ni vistos ni escuchados por nadie, le preguntó: Tenshi, necesito que me digas algo, le dijo…ella levantó la mirada y el se estremeció…Tenshi contestó, con una voz tan dulce como la miel recién preparada… pues dígame que desea saber honorable Naiko san…Naiko hizo una pausa, la serenidad de Tenshi lo turbaba, pues estaba acostumbrado a que las aprendices se mostraran francamente nerviosas y sobre excitadas por su presencia…luego se animó a decir: he notado con extrañeza, que aún conservas tu ekubo Tenshi, y que además no has traído más que un solo ekubo…a que se debe esto? …Tenshi con la misma dulzura dijo: pues verá usted Naiko san, Tenshi ha traído un solo ekubo, pues Tenshi solo desea ofrecer su ekubo y su mizuaje hoy a un solo hombre…llevado por la intriga al oír estas palabras, Naiko la interrumpió abruptamente…a quién? a quién le darás tu ekubo? eso no es lo habitual Tenshi, no te lo dijo Shiatsu? …no sabes que el mizuaje es muy importante, que debes ofrecerle tu ekubo a otros hombres para que se de la subasta y lo gane el mejor postor?...Tenshi solo asintió con un gesto de cabeza…lo cual dejó a Naiko aún más desconcertado…y entonces? has de estar loca para arriesgarte así por un solo hombre, no sabes que puedes dañar todo tu futuro haciendo esto?...Tenshi asintió nuevamente pero esta vez agregó con una voz aún mas dulce…Naiko san tiene mucha razón, pero Tenshi desea ser solo de ese hombre, Tenshi guardará su mizuaje solo para el, y esperará todo el tiempo necesario por la decisión de este hombre……esas palabras dejaron a Naiko con una extraña sensación, por primera vez sentía envidia…pensaba quién podría ser tan honorable, con tanto dinero, tan especial para que una aprendiz de geisha arriesgara todo así por el…siguieron el camino hasta el baño en silencio, mientras el se hundía mas en sus pensamientos tratando de averiguar quien sería ese hombre.
en el camino de regreso al salón de te, después de romperse la cabeza pensando quien sería ese hombre, y sin dar con nadie que encajara según el en un perfil así…Naiko tomó a Tenshi del brazo y le dijo: quiero que me digas Tenshi quien es ese hombre…y quiero que me lo digas ahora mismo!...los ojos de Tenshi se clavaron en el por un instante, abriéndose un poco más de lo usual, seguramente por la sorpresa de notar como Naiko san se había descompuesto de esa manera…sin perder la serenidad, asintió con la cabeza y le dijo suavemente…el hombre a quien Tenshi ofrecerá su ekubo y su mizuaje es usted, honorable Naiko san .. … luego de haber dicho esto, abrió la puerta del salón para que Naiko entrara.
las criadas de la casa ichiriki ya estaban sirviendo la cena a los hombres, cuando Naiko por fin entró y se sentó al lado de Kaisha, su cara era de tal asombro que ella no pudo evitar preguntarle si el se encontraba bien, a lo que este solo respondió con una reverencia y siguió en silencio toda la noche…cuando Tenshi llegó al lado de Shiatsu, ésta la esperaba con una amplia sonrisa, sabía de antemano cual era la razón de la cara de Naiko san, y no podía ocultar su satisfacción.
Naiko no dejaba de observar a Tenshi, estaba aturdido, se sentía halagado y confundido, ninguna aprendiz había hecho algo así para el jamás…ni siquiera Kaisha, por quien tuvo que pagar mucho para obtener su mizuaje…pero Tenshi, ella solo se lo ofrecía a él…en medio de sus cavilaciones, se apoderó de él una sensación de propiedad, y sus deseos por el mizuaje de Tenshi se volvieron impostergables……
luego de la cena, muchas de las geishas y aprendices danzaron para los presentes, eran interpretaciones cortas, con el único fin de motivar a los asistentes para cuando llegara la hora de la subasta…cuando llegó la hora de bailar de Tenshi, todo mundo quedó petrificado, nadie se movía con tal gracia, ni dominaba el abanico como ella…interpretó de manera casi perfecta una danza que hablaba del encuentro de dos amantes…Naiko sabía que eso había sido preparado para él, pues era su danza favorita…aunque nadie mas en la habitación lo notara, pues solo él, Kaisha y Shiatsu sabían que así era……
Al terminar las danzas, se acercaba la hora mas esperada, la hora de la subasta…unos minutos antes, Shiatsu y Tenshi se dirigieron a sentarse cerca de Naiko san, Shiatsu procuró que Tenshi quedara justo al lado de él, mientras del otro lado Kaisha miraba con desagrado y de reojo a Tenshi, sobre todo porque ella ya había notado el efecto que estaba causando en Naiko, cosa que ponía en riesgo su preferencia de él por ella…
Naiko alzó su copa de saque y Tenshi la llenó, y seguidamente con una reverencia entregó a Naiko san su ekubo diciendo…honorable Naiko san, le ruego humildemente que acepte usted mi ekubo y que tenga a bien usted elegir cuando desea que le entregue mi mizuaje…esto no era lo acostumbrado, pero Shiatsu sabía que Naiko no se negaría ahora a tomar el ekubo de Tenshi…y mucho menos a rechazar un mizuaje por el cual no tendría que luchar. Aunque no se escapara de pagar un alto precio, pues Shiatsu y su okía no desperdiciarían una oportunidad como esa…como todos estaban tan distraídos con la subasta, nadie a parte de Kaisha notó lo sucedido, y aunque si causó extrañeza que el mizuaje de Tenshi no se subastara, no tardaría en correr por todo Gión la noticia que provocó ese evento tan poco común.
Esa noche Naiko casi no pudo dormir, tirado en su futón solo podía pensar en Tenshi y en lo sucedido…solo pensaba en eso una y otra vez, cuando logró dormir, soñó como sería ese momento, y una intensa excitación lo recorrió por todo el cuerpo.
Pasaron varios meses antes de que Tenshi tuviera noticias de Naiko Temura, sin embargo como estaba dispuesto el ya había pagado a la okía una alta suma de dinero, y de cuando en cuando, enviaba a Tenshi regalos muy caros…joyas, adornos para el cabello, y un par de kimonos realmente hermosos con un costo casi incalculable…uno de estos kimonos llevaba una nota que decía: quiero que lo uses la noche de tu mizuaje…
por varios meses, Tenshi se estuvo preparando, Shiatsu la estuvo enseñando todo lo que sabía…incluso le explicó la historia de la anguila y la cueva, que era como ella había aprendido sobre la sexualidad entre hombres y mujeres……le contó la historia de cómo los hombres tenían una anguila y como a éstas les encantaba explorar cuevas desconocidas y apropiarse de ellas marcando su territorio…en un principio Tenshi no entendió pero luego de varias explicaciones comprendió de que se trataba…Shiatsu le explicó a Tenshi, que aunque las geishas son artistas y su obligación es entretener a los hombres…era muy importante en su caso que supiera además de entretenerlo, saber satisfacer a su anguila, pues según decía Shiatsu …un hombre con la anguila satisfecha jamás te dejará a tu suerte……las geishas no eran prostitutas, por lo que no eran entrenadas en las artes amatorias, eso lo aprendían con la experiencia y con el tiempo…sin embargo cualquier buena hermana mayor podía darle la inducción a su hermana menor para que ésta tuviera mas éxito en su vida……por esta razón, Shiatsu se pasó las siguientes semanas explicándole a Tenshi como se hacía para satisfacer a una anguila ambiciosa como la de Naiko san……ella sabía muy bien como hacerlo pues, aunque él jamás se ofreció a ser su Dana formalmente, por mucho tiempo ella fue su geisha favorita y había velado por ella muchas veces, y en gratitud ella se había convertido en su amante, aunque esto no fuera lo usual en una geisha de alto nivel como Shiatsu….todo ese tiempo como amante del señor Temura había hecho que ella aprendiera mucho sobre las artes amatorias y como satisfacer una anguila, especialmente la de él…
gracias a la ayuda de Shiatsu y a sus múltiples explicaciones, Tenshi fue venciendo el miedo al mizuaje y a todo lo que eso implicaba…para ella el señor Temura era algo tan importante, se sentía tan cautivada y impresionada por el, que estaba dispuesta realmente a hacer todo lo que estuviera a su alcance para hacerlo feliz…así que puso todo su empeño en ello, y aunque no estaba permitido para las geishas enamorarse por todos los conflictos que eso generaba con el tiempo, Tenshi no podía evitar sentirse subyugada y enamorada de él… Naiko Temura era el hombre mas maravilloso que hubiera conocido jamás, y el único de todos aquellos a quienes había frecuentado, que la miraba y la hacía estremecerse solo con eso….claro que, como toda geisha había sido preparada para no mostrar en ningún momento sus verdaderas emociones, y aunque Tenshi había aprendido a hacerlo muy bien, con el único que casi no podía controlarse era Naiko Temura.
Con el pasar de los días la ansiedad de Tenshi iba aumentando, ella no podía decidir cuando sería su mizuaje, ni tenía potestad para ir a buscar al señor Temura, pues solo era una aprendiz de geisha, y ciertamente había reglas que no se podían saltar, pues ponía en juego su reputación y por consiguiente podría causar que Naiko Temura se retractara de convertirse en su Dana…
al final de la semana, tuvo una llamada de la casa ichiriki, ella no lo supo hasta que se comenzó a vestir ese día, pero su destino empezaba a cumplirse… esa noche se vistió con uno de los kimonos, obsequio de Naiko , era de una seda vaporosa muy fina, de color negro con un paisaje bordado en finos hilos plateados, blancos y azules, donde se veía un lago con el reflejo de la luna en sus aguas, mientras la luna parecía brillar en lo alto del cielo, extendiendo sus rayos por todo el kimono, iluminando una serie de criaturas mitológicas, reunidas alrededor del lago admirando la majestuosidad de la luna…Tenshi estaba perfectamente maquillada y peinada, en esos últimos meses su cuerpo había cambiado y más que parecer una jovencita, ya se le notaba un sensual cuerpo de mujer, aunque su cara seguía manteniendo esos rasgos tan suaves, lo que seguía dándole el aspecto de criatura celestial, regalo de los dioses.
Esa noche camino a la casa ichiriki, Tenshi notó como todo mundo se la quedaba viendo, se había convertido en el centro de atracción de todo Gión, pues ya se había regado la noticia de que esa noche Naiko Temura se convertiría en su Dana, aún cuando ella ni era geisha, ni había tenido ya su mizuaje…pero ya era sabido por todo mundo en Gión que Naiko Temura hacía las cosas diferente según sus deseos, pues todo el poder que tenía le permitía eso y más...
esa noche como manda la tradición, se llevó a cabo la ceremonia que convertía a Naiko en Dana de Tenshi… era una ceremonia íntima, donde solo estaban Tenshi, Shiatsu, la dueña de la okía a la cual pertenecían y Naiko Temura…además de las criadas de la casa de te, y la dueña de la casa quien había realizado todos los arreglos con el mayor esmero, pues el señor Temura era su cliente mas importante, y esta era la primera vez que el se hacía Dana de alguien….luego de la ceremonia y la cena, Naiko pidió a Tenshi que danzara para el, y eso hizo ella…Naiko sentía una rara hipnosis cada vez que veía danzar a Tenshi…tenía mucho de no verla y observar su danza, sus movimientos dentro del salón…lo hacían transportarse a otro lado…pudo notar que Tenshi se había hecho mas mujer y se sentía sumamente atraído por ella, como nunca antes con otra mujer ……
al terminar de danzar, Tenshi se sentó al lado de Naiko , y seguidamente le hizo una reverencia, antes de servirle una copa de saque…entonces Naiko le dijo: Tenshi, quiero que arregles tus cosas y estés preparada para mañana, viajaremos unos días fuera de Gión…Tenshi se sorprendió y no pudo evitar preguntarle: a donde me llevará Naiko san?...Naiko le dijo: es una sorpresa, y antes de marcharse le dijo: no olvides empacar el otro kimono que te regalé, quiero ver como luces en el…y sin mas se marchó…
Tenshi sabía lo que eso significaba, estaba muy cerca de tener su mizuaje con su Dana…
esa noche Tenshi no durmió, la ansiedad mezclada con excitación y alegría no la dejaba …imaginó toda clase de cosas y se sentía nerviosa de no estar bien preparada y no complacer a su adorado Naiko …sin embargo recordó todo lo que había hecho esos meses para estar lista y una calma empezó a invadirla……cuando el chofer llegó a recogerla, lucía realmente encantadora, aunque llevaba un kimono mas sencillo, resaltaban tanto sus ojos, que el chofer no pudo evitar mirarla de reojo durante todo el camino desde la okía hasta las oficinas del señor Temura, donde éste la esperaba para tomar el tren que los llevaría a su destino…
Tenshi estaba realmente nerviosa, pero había aprendido a mostrar una serenidad pasmosa, Naiko la veía mientras ella le preparaba y servía cuidadosamente una taza de té…estaba absorto, nunca había visto una mujer tan hermosa y delicada, de ella emanaba una luz interior que jamás había percibido…a pesar de su juventud, Tenshi había aprendido tan bien el arte de ser geisha, que parecía por sus movimientos y su dominio que había sido geisha desde tiempos inmemoriales…mientras Naiko pensaba en todo esto, a Tenshi la carcomía la duda de adónde se dirigían y porqué…así que intempestivamente ella lo sacó de sus pensamientos preguntándole: hacia donde vamos Dana san? Tenshi quisiera saber cual es la sorpresa que tiene Dana san para ella…el solo la miraba, y ella pensó que había sido un gran error preguntar eso y que el se enfadaría mucho con ella, se le arrugó el corazón de solo pensarlo…pero antes de que ella pudiera disculparse, Naiko estalló en una risa, que la dejó atontada…luego suspiró y le dijo entre risas aún:…si no fueras curiosa, dejarías de ser mujer Tenshi…su risa era tan divertida que ella no pudo evitar reírse con el……
después de 6 horas de viaje agotador, por fin llegaron a su destino, Tenshi no tenía ni idea de donde estaban, pero el solo hecho de estar con su Dana la llenaba de tal felicidad, que le importaba muy poco donde estuviera mientras estuviera con el…al salir de la estación de trenes, desesperaba una especie de carreta tirada por dos caballos, manejados por un hombrecito delgado y calvo que llevaba un kimono negro de algodón, sencillo pero perfectamente impecable…ellos subieron a la parte de atrás, donde había un puesto para dos personas y un espacio para colocar el equipaje…era semi descubierto, lo que permitía disfrutar del paisaje, sin sufrir las inclemencias del fuerte sol…
Tenshi nunca había visto un lugar tan hermoso, el paisaje era de vivos colores…ella nunca había estado tan cerca de la naturaleza…Naiko la notó extasiada y le preguntó: te gusta?...a lo que ella respondió: OH!, Dana san! es lo mas hermoso que haya visto Tenshi jamás…el pareció muy complacido, aunque a ella le preocupaba que hubieran seguido el camino en tanto silencio…
Luego de 30 minutos, llegaron a un lugar que ella jamás podría olvidar… ante ella se elevaba una especie de castillo imperial… en la entrada se veía un puente en forma de medio arco, que atravesaba una hermosa laguna
…el castillo como tal estaba rodeado por jardines muy bien cuidados, y a la entrada del castillo se podían ver sendas estatuas de dos samurais, blandiendo sus espadas, lo que formaba una especie de arco antes de llegar a la puerta…en la entrada los esperaban dos criadas y otro hombre que supo posteriormente que era el director de una de las empresas de Naiko Temura…
Cuando recién entró quedó deslumbrada por el increíble gusto con el que estaba decorado el castillo, pues con mucho refinamiento aún conservaba ese toque de antigüedad que lo hacía lucir lleno de misterio…
caía ya la noche, y el paisaje a la luz de la luna era aún mas hermoso que durante el día…ella se hallaba en una habitación que habían dispuesto para que ella se arreglase…le habían dado el mensaje que se alistara con el kimono que el señor Temura le había obsequiado, pensaba ella que tendrían esta noche una gran recepción y quería dejar muy complacido a su Dana, para que se sintiera orgulloso de haberla tomado como protegida…fue presa del pánico al verse sola en esa habitación enorme, de tanta emoción, no se había percatado de que habían viajado solos, y que el señor Chen no estaba para ayudarla a vestirse…ya se había bañado y comenzaba a maquillarse cuando cayó en cuenta, se le humedecieron los ojos al no saber que hacer, ya iba a empezar a llorar, cuando tocaron a la puerta y casi se cae redonda en el tatami, al ver que frente a ella, estaba el señor Chen, mirándola… tenía una expresión graciosa en el rostro, supuso después, que fue por haber visto como se le abrían los ojos y casi se le salían de las cuencas… ella quiso preguntarle como era posible aquello, pero el señor Chen se le adelantó y sin pensarlo mucho dijo: llegué ayer por órdenes del señor Temura, y tomando los implementos comenzó a vestirla como si fuera tan normal todo lo que sucedía……
Cuando ya estuvo lista, bajó al salón como así se lo habíaindicado el señor Chen, esperaba encontrarlo lleno de hombres y otras geishas, pero para su sorpresa, solo estaba el señor Temura……
no hizo falta que el dijera mucho, cuando ella lo miró vió en sus ojos un brillo diferente, era como si el hubiera abierto las ventanas de su alma y por allí se colara toda la luz interior… podía ver en su mirada una mezcla de sentimientos, y sentía ella dentro de si un remolino de cosas que la arrastraban hacia él…como estaba dispuesto, ella preparó la ceremonia del té, cantó y danzó para él y luego de la cena, el dijo con una voz tan dulce y suave que parecía acariciar los oídos de Tenshi como la seda vestía su cuerpo…Tenshi, hoy es el día…hoy será tu mizuaje…ella ya lo sabía y con una expresión de felicidad en el rostro asintió con la cabeza y salió detrás de el ha cumplir su destino…
él la tomó de la mano, ella se estremeció al toque de su piel, tenía manos grandes pero no toscas y tan suaves que parecían de algodón…la condujo por un pasillo largo, que llevaba a sus aposentos…al entrar vió un hermoso tatami y dos futones perfectamente arreglados...había un gran ventanal que dejaba colar la luz de la luna…ella no sabía si era el ambiente o si era ella, pero sentía como si el amor flotara en el aire, él la acercó a su cuerpo y ella pudo sentir como latía su corazón, tan intensamente que creyó por un momento que le explotaría el pecho …al tenerlo tan cerca y sentir su olor, la suavidad de su piel, la ternura de sus brazos, se quedó en blanco…una oleada de temor la abrazó y por un instante creyó que moriría …no podía pensar, ni recordar todo lo que Shiatsu le había recomendado…su cuerpo comenzó a temblar sin que ella pudiera evitarlo y sintió como él temblaba también…Naiko estaba tan excitado que no sabía si Tenshi temblaba de terror o porque sentía algo por el…decidió hacer una pausa y sentándose en el futón le pidió a Tenshi que se quitara todo el maquillaje…ella lo miró con extrañeza, pero igual obedeció. Sin decir ni una palabra Tenshi se quitó todo el maquillaje, y dejó ver su piel desnuda, tan tersa y lisa como podía esperarse…Naiko le pidió también que se desatara el moño y dejara sus cabellos sueltos…quiero verte al natural, le dijo…y ella volvió a obedecer…
cuando Naiko la tuvo frente a si, no pudo resistir tanta belleza, si con maquillaje era la criatura mas hermosa que había visto jamás, sin el era casi perfecta…sus ojos destellaban tal emoción que de verlos Naiko se volvió a excitar incontroladamente y la apretó contra el para darle un beso que a Tenshi la dejó paralizada…ella no estaba preparada para eso, pues no es usual que las geishas se besen con sus hombres, fueran éstos sus danas o cualquier otro, y entonces pudo comprobar que la fama de su Dana por hacer las cosas a su manera no era gratuita……
Al sentir los labios de Naiko sobre los suyos, Tenshi sintió como si un fuego ardiera dentro de ella…en medio de aquel beso, sin saber como, Naiko le había desatado el hobbi y había ido retirando magistralmente todas las piezas que conforman el vestuario de una geisha…en poco tiempo se hallaba desnuda frente a el, y aunque hacía frío, ella no era capaz de sentirlo pues el fuego de la mirada de Naiko la abrazaba dándole un calor indescriptible……
parada frente a él, inmóvil, Naiko se deleitaba viendo su cuerpo desnudo, tenía la piel blanca, los pechos erguidos y redondos del tamaño justo para acariciarlos con una mano, sus pezones erectos y rosados, le recordaban el botón de una rosa que aún no abre sus pétalos…sus caderas redondeadas eran sinuosas y su vientre plano invitaba a recorrerlo…Naiko siguió bajando la mirada hasta detenerse en aquella sombra negra, que lo estaba llamando a explorar su contenido, que lo incitaba a hacer suya esa cueva inexplorada…
para sorpresa de el, ella avanzó hacia él y comenzó a desatar su kimono, estaba nerviosa, pero decidida a complacer a su Dana como le había indicado Shiatsu…cosa que no le resultaría tan difícil por como se estaban dando los acontecimientos…ayudada por el propio Naiko , Tenshi había logrado quitarle el kimono, y ahora podía observar frente a ella el cuerpo desnudo de Naiko , era fornido y muy varonil, el olor que despedía su piel la incitaba a acercarse, no podía dejar de mirarlo aunque con esto corriera el riesgo de ser mal vista por el…sin embargo, para sorpresa de ella, al cruzarse con los ojos de él, pudo ver la inmensa satisfacción que le producía ser visto de aquella manera por Tenshi…
de pronto lo notó, apareció frente a ella, la tan nombrada anguila…era exactamente como Shiatsu la describió, y aunque en aquel momento sintió algo de rechazo a semejante narración, ahora agradecía infinitamente a Shiatsu que le diera toda aquella información…
Naiko le pidió que se diera la vuelta, quería verla desde todos los ángulos…cuando Tenshi se volteó, Naiko se sintió aún mas excitado…la espalda de Tenshi era perfecta, y retirando el cabello hacia un lado podía verse parte de su columna vertebral sobresalir de su piel, sus nalgas eran redondas y firmes, tan suaves al tacto, que los dedos de Naiko resbalaban como si su piel estuviera untada de aceite…se acercó a ella y la abrazó desde atrás, ella pudo sentir su anguila rozando sus nalgas, y descubrió como ese pequeño detalle la excitaba…… Naiko jugueteaba con sus pezones y acariciaba sus pechos como si fueran flores a punto de deshojarse…la levantó entre sus brazos y la llevó al futón, se acercaba aquel momento tan anhelado por ambos……
una vez en el futón Naiko pidió a Tenshi se acostara, dispuso bajo sus caderas una toalla y luego se posó sobre ella, besándola con tal pasión que Tenshi no parecía ser dueña de su cuerpo…ya en esos instantes no necesitó seguir mucho las instrucciones de Shiatsu, simplemente se dejó llevar por su instinto que en ese momento parecía dominarla y llevarla por un camino, que aunque desconocido, la llenaba de un inmenso placer…Naiko comenzó a explorar aquella tan ansiada cueva con sus dedos y siguiendo sus deseos y las respuestas del cuerpo de su amada geisha se dispuso a explorarla y a hacerla suya…el momento del mizuaje había por fin llegado…Tenshi sintió la anguila de su adorado Naiko entrar en ella y marcar su territorio como ya ella sabía que sucedería…embriagados de emoción y placer, continuaron toda la noche explorándose, mientras Tenshi se dedicaba a complacer a su adorado Naiko san…
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