Tan Linda en Camison Juliana

Esa noche soño que ella lo devoraba.
Comenzaba royendole la uña del meñique.
Despues,minuciosamente,cariñosamente,le arrancaba los dedos
y lamia cada falange con su rosada lengua de gata.
No dolia,era mas bien agradable.El seguia sintiendo los dedos
arrancados
ya de la mano,los sentia en las manos de ella ,en la boca de
ella,
en los crueles dientes de ella que trituraban sin piedad,
hasta arrancar el ultimo trozo de carne.
cuando los huesecillos quedaban completamente pelados,blancos,
los arrojaba a el suelo,al pie de la cama,
y empezaba a morderlos en el cuello,en los hombros.
El dolor,el verdadero,el hondo dolor,tenia principio en la
tetilla izquierda,
cuando ella le abria el pecho con las uñas y metia sus dos manos
y sacaba el corazon y parecia la sacerdotisa de un culto
antiquisimo,
elevando ese pedazo caliente y palpitante,ensangrentado
hacia una alta deidad invisible,sonriendo con los ojos cerrados
tan feroz,tan ella misma,tan linda en camison,Juliana.
Desperto de golpe,sintiendo que se habia mojado la cama y
diciendole idiota,
sos un idiota,ya no tenes edad de poluciones nocturnas,que va a
decir doña Sabinita.
Pero doña Sabinita no diria nada,el era su pensionista
predilecto,
el que merecia tallarines con crema los domingos y podia
atrasarse
hasta quince dias en el pago sin hacerse acreedor a reproches,
a leche cortada o bifes rancios.
Se vistio lentamente,paladeando aun el sueño delicioso y
terrible.
Lo primero que hizo al llegar a la oficina,fue buscar con los
ojos a Juliana
Ella menuda y casi insignificante en su tailleur gris,estaba en
el escritorio
del rincon,escribiendo a maquina.Como de costumbre.¿Como de
costumbre?
No,tenia que pasar algo distinto,tenia que suceder cualquier cosa
fuera de lo rutinario,de lo cotidiano...Tenia que atreverse,de
uan buena vez,
a hablar con Juliana.Se le acerco mucho,simulando qeu buscaba
unos expedientes para no provocar la ira de Bermudez,el petiso
Bermudez,
que desde que era jefe de personal se creia quien sabe que cosa.
Cuando rozaba con su mejilla el pelo lacio de Juliana,murmuro
apenas :
"Anoche soñe con vos" - ... y tuvo que apartarse de
golpe,casi como si le hubieran
contestado con una bofetada,cuando capto el sentido de la
respuesta femenina :
"Yo tambien" - "Vos tambien" ¡juramelo!
.Ella alzo los ojos casi amarillos,
los ojos felinos.Y ronroneo - "Te lo juro Carlitos" .
Aquello era mucho mas de lo que nunca esperara.
Tartamudeo tratando de decir algo mas. Al cabo le salieron tres
palabras :
" ¿Y esta noche?"-.Juliana dejo de teclear por un
instante.
Parecia que estaba a punto de maullar y de resfregarse contra el.
Una tos seca de Bermudez la contuvo.
Pero dijo :_"Bueno Carlitos,soñemos tambien esta
noche".
No se volvieron a hablar en toda la mañana,
pero el se la paso silbando de puro contento.
Fue un sueño simple,casi ingenuo.Juliana estaba sentada en la
cama,
con las piernas delgaditas y morenas cruzadas como las de un
faquir.
Tenia un camison amarillo con muchas cintas en su escote.
Y el cabello suelto.Infantil,preciosa. !!! Nena mia.!!!
El le tendia las manos,ella las tomaba entre las suyas,apretando
suavemente,
y se las llevaba a la boca empezando a mordisquearle las uñas.
Una deliciosa cosquilla en las yemas de los dedos y despues
la profunda negrura del olvido.
Al otro dia se levanto radiante.Hizo como treinta flexiones
y al enfrentarse con el espejo,mientras se afeitaba,se encontro
rejuvenecido.
Se peino con cuidado,y recien cuando se anudaba la corbata
noto que tenia las uñas comidas . Recordo el sueño.
Cuando llego a la oficina le mostro las manos a Juliana.
Juliana sonrio , y le dijo, "Sos un amor" - .
El sueño de la noche siguiente fue mucho mejor.
Juliana,con un camison celeste estampado,de conejitos blancos y
rosas,
tenia todo el aspecto de una niña traviesa.
Juguetearon un rato en la cama ; cosquillas y esas cosas.
Cuando ella empezo a morderle las manos,el penso que moria de
gozo.
Fue una lastima despertar, y un problema marcar el numero de la
oficina
para avisar que no podia ir porque se habia quedado sin dedos.
Llamo a gritos a doña Sabinita,invento un accidente increible,
le pidio que telefoneara por el.Doña Sabinita,entre aterrada
y compasiva ( pero contenta con el nuevo tema de charla
que la trasformaria en la reina de la cola del kerosen),lo ayudo,
lo vendo y le preparo un caldito de gallina.
Le costo convencerla de que no llamara a el medico,pero lo logro.
El sueño siguiente no se hizo esperar demasiado.
Ni siquiera dos horas.Despues del caldo empezo a cabecear
y se adormilo sin darse cuenta.
El camison de Juliana era rojo
y le caia pliegues rectos desde los hombros dorados.
Juliana estaba comiendo algo que parecia una pierna humana
masculina,
blanca.musculosa,con algunos pelos hirsutos ; el miro hacia abajo
para comprobar,
naturalmente,que esa pierna era al suya.
La cosa le gusto bastante,porque los dientes de Juliana
hincandose en el muslo
le produjeron una sensacion deliciosa,que no duro mucho puesto
que doña Sabinita
lo despertaba ya,sacudiendolo y gritando deseperadamente algo
acerca de piernas y de sangre mientras elevaba,como un trofeo,
un femur descarnado- "Pero si no es nada,señora,le aseguro
que no es nada !"
insistio el,pensando que de todas maneras las piernas solo sirven
para caminar
y que uno no necesita caminar para soñar.
El ultimo sueño,esa misma noche,con Juliana amorosa,desnuda,
debajo de un baby-doll de encaje negro,fue sin duda el mejor.
Ella se inclinaba sobre su cuerpo,su pobre cuerpo ya sin dedos y
sin piernas;
lo besaba largamente en los labios y despues seguia besandolo en
el cuello,
en el pecho,deteniendose alrededor de las tetillas y descendiendo
luego
mas abajo,mas abajo,mas abajo !!!
- ¡Yo solo senti un grito terrible ! - eexplicaba poco despues
doña Sabinita
a los desconcertados policias.
- ¡ Un grito como de dolor y alegria a lla vez !
Y vine corriendo como loca y ustedes ven...
¡ no encontre mas que esto ! .-
Y doña Sabinita lloraba,señalando el cadaver de Carlos
horriblemente mutilado.
Eduardo Gudiño Kieffer.