La opinión de Calab acerca del aumento de sueldos para el personal de sanidad (Convenio 108/75)
¿Es justo?, ¡ES JUSTÍSIMO!
¿Pueden los laboratorios de análisis clínicos
pagarlos?, ¡NO!
¿Y entonces qué pasará?
NOSOTROS NOS PREGUNTAMOS LO MISMO.
¿Los laboratorios de análisis clínicos no
pueden pagar o no quieren?
¿Qué es lo que les pasa?
¿Los laboratorios, estuvieron realmente representados en la paritaria?
¿Cuantos laboratorios que actúan en las entidades que se sentaron
en la mesa, tienen voz y voto en las estructuras de las mismas?
Los laboratorios SON VICTIMAS Y NO VICTIMARIOS. Están trabajando a valores ínfimos, vigentes desde 1991. Luego de la devaluación, los insumos, reactivos y la atención técnica de los aparatos aumentaron más de un 200% y finalmente los aumentos que el gobierno otorgó en forma generalizada, durante 2004 y 2005, terminaron por desequilibrar definitivamente las finanzas. Casi no existe la reinversión y es imposible la puesta al día en las cargas impositivas.
Desde el 2001, Calab, junto con otras entidades del sector, comenzaron con la prédica por aumentos arancelarios. Prédicas que hasta hoy no fueron escuchadas por ninguno de los interesados (financiadores, gobierno, etc.), demostrando claramente que NO LES IMPORTAN LOS PRESTADORES NI LA SALUD y que por consiguiente ningún aumento sería concedido, tal como ahora sucedió.
Bregamos por una adecuación arancelaria y predijimos que seguramente si nos la otorgaban, no alcanzaría a cubrir el aumento de sueldos que se propondría. Hoy con el hecho consumado, estamos aún peor, nos enfrentamos a una erogación mucho más importante y sin aumento en los aranceles.
Todos los que participaron de la paritaria sabían, a priori, que estos valores no se podían pagar (no hablamos de justicia, hablamos de no tener con qué). Lo sabían quienes lo solicitaban y quienes lo aceptaron y firmaron. Uno se pregunta, ¿cuál es la verdadera razón? ¿Como se puede defender una postura cuando hay entidades patronales que directamente se benefician de este aumento?. Esto, cuando menos, es poco ético.
Por otro lado los financiadores (¿deberíamos seguir llamándolos así?), aumentarán sus arcas con muchos mas aportes o cuotas, ya puestas en vigencia con la excusa de aumentarle a los prestadores.
Considerando a la salud como una mercadería, no como un servicio imprescindible, e invocando la desregulación del mercado de la salud, no se convoca a la Comisión Permanente de Concertación, creada por una ley QUE ESTA VIGENTE Y NO FUE DEROGADA, desoyendo los pedidos que desde distintas entidades del sector se efectúan reiteradamente.
Pretenden dejar a los laboratorios inermes ante quienes, abusando de su posición dominante, manejan el mercado a su antojo. Olvidan que el derecho a la salud tiene protección constitucional y no pueden pretender, inocentemente, que desconocen que las obras sociales han duplicado sus ingresos y las prepagas, que ya habían aumentado mas de un 50 %, han subido nuevamente las cuotas con el pretexto que deben aumentar los valores de las prestaciones.
Esta medida tiende además a la concentración del trabajo en pocos mega-laboratorios, lo que traerá aparejado una considerable reducción de la fuente laboral.
¿Cuáles pueden ser las consecuencias de este desatino? ¿Más desocupación? ¿Personal manifestando en la calle? ¿Bioquímicos manejando taxis?. El golpe de gracia a los pocos representantes en pie, de una clase media instruida, que invirtió y creyó en el país.
El estado de crisis es hoy aún mas profundo. Con valores de sueldos impagables, argumentando cuidar la paz social, los firmantes del acuerdo paritario, han puesto a los laboratorios al borde del colapso final, lo que traerá, precisamente, una inevitable alteración de lo que proclaman cuidar.
La única salida es que prestadores, financiadores y gobierno, se sienten a una mesa de concertación, de la misma manera que se debieron concertar los sueldos. No sólo es justo, es lógico.
La proclamada EMERGENCIA BIOQUÍMICA, que antes nos acechaba, hoy la tenemos encima.
C A L A B
Comisión Directiva