12 de Septiembre de 2002

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Esta vez el silencio no es salud

Aceptando el ofrecimiento de ACAMI de gestionar una reunión con las tres cámaras que representan a la medicina prepaga, el Comité de Emergencia Bioquímica ( C.E.B) presentó hace ya un par de semanas la nota solicitando dicha reunión.

Habíamos tenido oportunamente un encuentro con autoridades de CIMARA y pretendimos hacer lo mismo con las de ADEMP, pero éste nos fue negada.

Por eso nos pareció que reunir a las tres Cámaras que representan a las prepagas, más el C.E.B. y CAPRODI ( representante de nuestros proveedores), era la mejor opción para avanzar rápido y seguro hacia alguna mejora de aranceles.

Esperamos el tiempo prudencial, reiteramos en varias oportunidades el pedido telefónicamente y en las últimas horas lo hicimos nuevamente por escrito; pero hasta ahora la reunión tripartita que nos prometieron no se celebró, no tenemos fecha de realización y es más, no obtuvimos respuesta alguna.

Debemos aclarar que ni siquiera pudimos explicitar, cuál es la recomposición arancelaria que aspiramos los bioquímicos. Es lógico pensar que ellos tendrán sus cálculos de aumentos que serían correctos admitir y desgraciadamente los que están dispuestos a admitir aunque no sean los correctos.

También se debe considerar que el lograr un acuerdo entre entidades prepagas tan disímiles debe ser una tarea ímproba y lleva tiempo. Entendemos todos los problemas, pero hemos soportado ya casi nueve meses en situación extrema por lo que no se puede esperar más.

Si bien el camino del diálogo sigue abierto, debemos tener una ruta alternativa que no se base solamente en la espera de la ansiada reunión. No obstante, el tiempo transcurrido lograr un acuerdo consensuado sigue siendo nuestra prioridad.

Que usted conozca claramente lo actuado, que sepa realmente a qué atenerse por lo menos en el futuro inmediato y se involucre en la lucha, es nuestro segundo objetivo.

Alertar a la opinión pública de los alcances de la crisis que atravesamos y lo cerca que estamos de no poder continuar con nuestra tarea, es el tercer objetivo.

Las prepagas aumentan las cuotas a sus clientes, pero NO NOS TRASLADAN UN SOLO CENTAVO y no tienen intenciones, por lo menos explícitas, de hacerlo.

Le sugerimos que con el programa que CALAB le envió, calcule sus costos actuales; comprobará que trabajamos a pérdida en la mayoría de la rutina, y en gran parte de la alta complejidad.

Insistimos en la necesidad de difundir nuestro problema en todo ámbito que se pueda. El instalar un tema en la opinión pública es muy difícil y mucho más complicado aún es decirle a nuestros pacientes que la prepaga a la que pertenece debe solventar los mayores costos bioquímicos; pero que si ella no lo hace, lo deberá PAGAR ÉL.

Mientras tanto y aprovechando nuestro silencio, los financiadores envían misivas explicando que los aumentos de cuotas se deben a aumento de insumos, con un mensaje que pretende subliminalmente convencerlos de que el dinero es para el prestador

Nos parece que la opinión pública debe saber lo que ocurre. Difundamos nuestra verdad; que se sepa que los mayores costos los soportamos nosotros solos.

Por fin, demos razón aquello tan conocido de que “la excepción valida la regla” ya que en este caso fundamentalmente “ El silencio NO es salud”

Carlos Oliveto
Presidente

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