12 de Febrero de 2003

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Si pudiésemos fabricar agua!

Quien no habrá soñado alguna vez con fabricar agua. Si, simplemente con poder fabricar el agua para beber, la higiene personal o el refrescante baño. Parece un cuento sin sentido y mucho mas si uno nunca padeció sed o vivió esas circunstancias de carencia que en algunos lugares, del mundo hacen imposible la vida.

Pero en la mayoría de los lugares civilizados basta con abrir el grifo y allí está el preciado líquido, frío, caliente o templado, como uno lo desee.

Y que placer tomar agua sacadita de un pozo, después de ensayar varia bombeadas para que emerja fresca y clara. Tan fresca que empaña el vaso que la contiene.

Decididamente al no tener carencias, al poder ir al Super y comprar unas botellitas de la mineral traída de los manantiales de la alta montaña, o las profundidades de las pampas, uno se queda en la comodidad y ya no tiene ganas de fabricar agua.

En las épocas de bonanza todo está bien, en los lugares donde abunda, se la usa derrocha (pese a que no se debe).Pero en las zonas desérticas de nuestro país por ejemplo, todo esto no se puede hacer, cada gota se la atesora muchísimo fruto de su escasez. Para utilizarla en forma común habría que traerla desde lejos y gastaríamos lo que no tenemos.

¡Si pudiésemos fabricar dinero! Desgraciadamente no podemos, porque con dinero, con mucho dinero, hasta en esas zonas desérticas, el agua podría usarse normalmente.

Supongamos por un instante que sí, tenemos el dinero, y podemos transformar el citado lugar en un sitio donde el agua sea de uso común. La usaríamos despreocupadamente y hasta llegaría el momento en que la costumbre nos haría desvalorar el preciado bien de tenerla, olvidando la vieja carencia.

¿Que pasaría si ya no tenemos el dinero que nos permite traer el agua desde el origen? Su importancia y valor se incrementarían dramáticamente y en forma inmediata Escasearía y pese a que tenemos necesidad de consumirla y mentalidad de no valorarla, obligatoriamente deberíamos volver a la vieja costumbre de cuidarla como oro.. Entonces seguro pensaríamos nuevamente ¡ Si pudiésemos fabricar agua!

En nuestro país el problema que nos acontece a los bioquímicos es bastante parecido, el dinero hoy

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