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EL LUNFARDO EN INTERNET

Alguna vez escuché que cuando uno tiene que caminar mucho para encontrar una farmacia es porque en ese barrio hay que poner una farmacia. Construí este sitio porque, en 2002, cuando busqué información sobre lunfardo en internet, no encontré nada que me satisficiera. Hallé datos desactualizados, informaciones poco serias (algunas multiplicadas por páginas que se crean copiando y pegando, y que Google difunde con su lógica mercantil) y diccionarios descuartizados, cuyos autores no han sido nombrados por los responsables de los respectivos sitios. Digo "descuartizados" porque (casi) nunca queda claro de dónde se tomaron las palabras, cuál fue el criterio para que aparezcan algunos términos y otros no, etc. De todas maneras, si se busca el significado de una palabra, será cuestión de confrontar las definiciones que ofrecen algunos de estos vocabularios para llegar a buen puerto.

Es cierto que la definición de lunfardo es tema de discusión. Pero así como no todos los delanteros que caen en el área sin que el árbitro cobre penal deben ser amonestados, no toda palabra nueva, rara, de minorías, de jerga, heterodoxa, etc., es lunfarda. Por lo tanto, me parece importante dar un marco teórico que evite los malentendidos que durante décadas marginaron al lunfardo. Antes, esa concepción equivocada lo circunscribía al ámbito del delito ("la tecnología de la furca y la ganzúa", según dijo Borges). Ahora, a partir de lo que encontré en los sitios a los que me llevaron los buscadores cuando tipeé "lunfardo", me parece que el problema pasa por la improvisación o por el desconocimiento; para decirlo con un lunfardismo, el problema es el chanterío. Superproducidos sitios que no van más allá del eslogan, afirmando que "el lunfardo es el idioma del tango argentino", y otros que lo tratan con la ligereza de la mesa de café, reduciéndolo a la condición de pasatiempo más o menos vulgar, impiden, así, que se lo vea como un fenómeno de la cultura popular, que permite (y merece) la investigación, la teorización y, fundamentalmente, el tratamiento serio.

Quienes quieran consultar on line un diccionario lunfardo (y quienes quieran hacerlo en forma de libro, también), no encontrarán nada mejor ni más serio que los diccionarios de Gobello y de Conde. Yo no encontré ningún sitio en el que se puedan consultar, lo cual, sobre todo en el caso de los diccionarios de Gobello, no quiere decir que no existan. De hecho, la mayoría de los sitios que ofrecen vocabularios, glosarios o diccionarios lunfardos (más o menos completos, más o menos arbitrarios) ha tomado las palabras de ellos.

Un diccionario muy recomendable, en cambio, sí puede consultarse en la red: se trata del Lexicón compilado por Adolfo Enrique Rodríguez, que incluye términos lunfardos y, también, muchas voces populares castellanas y extranjeras usadas en Buenos Aires.

En el mismo sitio, www.todotango.com, pueden encontrarse poesías lunfardas de varios autores y una importante recopilación de letras de tango. Otro web site donde es posible consultar miles de letras de tango es uno que parece pertenecer a la Universidad de Múnich.

La Academia Porteña del Lunfardo no tiene un sitio propio en internet: sólo un reciente espacio, pero ya desactualizado, en www.todotango.com. Fue esta carencia la que me llevó a brindar informaciones y algunas publicaciones en la parte dedicada a esta institución. Entre ellas, algunas de sus comunicaciones académicas.

Desafortunadamente, los interesantísimos artículos de Miguel ángel García para Argentango han dejado de estar disponibles en castellano y, en este último tiempo, también en italiano. Uno de ellos, "El lunfardo no existe, ¡viva el lunfardo!", era especialmente recomendable. Hasta que reaparezca en la web, lo rescatamos aquí.

Notable por lo desmitificador y esclarecedor es el artículo de Ricardo Ostuni sobre el origen de la palabra atorrante.

Es asimismo llamativo "El expediente judicial, una fuente para lunfardólogos", de Daniel Antoniotti, en el sitio del Poder Judicial de la Nación.

El profesor Héctor Balsas, de la Academia Nacional de Letras del Uruguay y de la Academia Porteña del Lunfardo, brinda una visión del lunfardo desde la orilla oriental del Plata en su artículo "Lunfardo, aquí y allá".

También son destacables "El lunfardo, un lenguaje inventado por José Gobello", del escritor colombiano Javier Navarro, y "El lunfardo rioplatense", de Jorge B. Rivera, que hace una reseña histórica y la ilustra con algunos ejemplos de la literatura lunfardesca.

Oscar Conde, el estudioso del lunfardo más serio y activo de este momento, participó del efímero sitio SentirTango; aquí, ponemos el enlace a la primera parte de uno de sus artículos, "A qué llamamos lunfardo".

El profesor Ricardo Terrio recopila y muchas veces transcribe textualmente (sin citar las fuentes ) pasajes de varios sitios de internet y de algunos libros, y, sin embargo, logra darle cierta coherencia a “su” texto sobre “El lunfardo en el rock y la cumbia villera”. Algunos pasajes de la primera parte, que trata del contexto sociocultural en que germinó el lunfardo, traducida íntegramente de este sitio italiano, presentan, no obstante, algunas imprecisiones. En el mismo sitio de la revista digital de la carrera de Letras de la Universidad del Salvador, encontramos un artículo de Oscar Conde sobre "La poesía del tango".

En la sección dedicada al tango del sitio de El Ortiba pueden encontrarse varios artículos sobre tango y lunfardo de diversos autores, incluyendo la transcripción íntegra de nuestra recopilación de palabras usadas en la Argentina (por lo menos, ponen la fuente...). El punto más destacado es el “Mataburro lunfardo”, que no se limita a copiar diccionarios lunfardos, sino que agrega material propio. Como en el resto del sitio, que trata especialmente sobre política, literatura y psicología con cierto tono zumbón, el (¿neo?) setentismo puede resultar agobiante. Están advertidos.

Para quienes lean francés, puede ser de interés un "pequeño glosario de la prostitución", donde se pueden hallar varias palabras lunfardas.

El Centro Informático Científico de Andalucía brinda una sección sobre El mundo del flamenco, que incluye, entre mucha otra información, una página sobre términos del caló usados en el cante flamenco. En esta última dirección se encuentra un enlace que lleva a un vocabulario caló-español, donde se pueden encontrar muchas voces lunfardas que aún hoy se usan en Buenos Aires, el Río de la Plata y cualquier lugar adonde hayan llegado, generalmente de la mano del tango.

Diccionarios e información sobre lenguas americanas prehispánicas, como el quechua, el guaraní y el mapundungum, se pueden consultar en la sección de diccionarios del sitio de ProDiversitas, que además ofrece un apartado de literatura indoamericana y otros trabajos acerca de la diversidad cultural.

Un conjunto de insultos, injurias y otras groserías usadas en la Argentina (más bien, en Buenos Aires y su área de influencia) puede consultarse aquí, traducidos al inglés, junto con puteadas comunes en otros países hipanoamericanos.

Muchas de las comparaciones que en tono jocoso emplean los porteños (aquí bien podría leerse "los argentinos", pero seguramente en cada región habrá modismos locales) se encuentran en esta página, que apunta al humor, pero que puede aprovecharse desde el punto de vista sociolingüístico. Algunas son verdaderamente usuales, y otras, meras creaciones chistosas.

1001 palabras que no están en el Diccionario del habla de los argentinos ofrece exactamente eso, como efecto de una elección arbitraria de palabras que no aparecen en ese repositorio ni en el DRAE. Existe una segunda parte, y una tercera, que no llega a esa cifra.

La Academia Argentina de Letras ofrece, en el ítem "servicios" de su sitio web, el Registro de Lexicografía Argentina, pero hay un problemita... Uno escribe la palabra que busca y no encuentra su significado, sino el o los diccionarios en que se encuentra esa palabra. 01:46 a.m. 08/01/2009Esta institución oficial, cuyas actividades son sufragadas con dineros públicos, bien podría brindar a la sociedad los resultados de sus investigaciones de un modo menos engorroso. O podría haber tomado el ejemplo de la Academia Mexicana de la Lengua, que tiene el Diccionario breve de mexicanismos en la red para ser consultado fácilmente, a un clic de distancia.

La Academia Nacional de Letras del Uruguay puso en línea un vocabulario de "1000 palabras del español del Uruguay", varias de las cuales son conocidas y usadas en la orilla occidental del Plata. En el mismo sitio hay otra recopilación lexicográfica, en este caso acerca de ¿Cómo habla Montevideo? ¿Y los montevideanos?.

También la Real Academia Española tiene su Diccionario de la lengua en la red. Además, en su completísimo sitio, se pueden consultar las actualizaciones del diccionario y las conjugaciones de los verbos (con la forma tradicional de la segunda persona, y vosotros, pero también con la que usa vos y ustedes), entre otros recursos. últimamente, ha agregado la posibilidad de consultar el Diccionario panhispánico de dudas.

Es amplísimamente abarcativo y recomendable Diccionarios de variantes del español, de José R. Morala, de la Universidad de León. El autor brinda cerca de un millar de enlaces a páginas con vocabularios que recogen voces populares de España y América y una breve descripción de ellos, incluyendo casi todas las que yo podría recomendar. En el apartado dedicado al Río de la Plata se ofrecen 71 sitios, entre los cuales hay varios que contienen más o menos completos y más o menos confiables vocabularios lunfardos.

De sus recomendaciones destacamos a Jergas de habla hispana, que ha incorporado un foro a su ya conocida e importante recopilación de americanismos discriminados por países. En él, internautas interesados en las múltiples teselas que conforman el mosaico del español americano pueden participar, bien haciendo consultas, bien respondiéndolas. En el mismo camino de nutrirse con las colaboraciones de los visitantes encontramos un nuevo sitio, www.asihablamos.com, que se presenta como "el diccionario latinoamericano". Sin embargo, estar en el mismo camino no implica llegar al mismo destino, y aún carece de la riqueza y profundidad investigativa de Jergas de Habla Hispana.

Uno de los primeros enlaces que recomendamos en esta página fue el del sitio de Le Vieux Coq. Luego, dejó de funcionar, pero ahora lo reencontramos, junto con sus vocabularios y su particular humor, y descubrimos que nuestra (mi) página figura entre sus recomendadas… Eso sí, seguimos discrepando de sus consideraciones sobre el lunfardo.

El sitio del canal de televisión elgourmet.com ofrece un diccionario con las distintas palabras que se utilizan en la América hispana para nombrar verduras, animales, especias y demás ingredientes utilizados en las recetas, que, de paso, también pueden consultarse. Se extrañan, eso sí, las creaciones de Sebastián Tarica, que cocinaba con milongas de Edmundo Rivero de fondo.

Asimismo, puede visitarse Unidad en la diversidad, servicio informativo sobre la lengua española, con artículos sobre el castellano y una importante sección de enlaces.

Quien quiera enviarme comentarios, sugerencias, información, etc., puede comunicarse conmigo, Nora López, a la dirección de correo electrónico lunfa2000*yahoo.com.ar.