Estoy Harta
Estoy harta de que para colmo, después se caguen en lo que yo y millones de argentinos votamos y saquen y pongan a sus amigos o enemigos a su antojo… Estoy harta de saber que están todos arreglados, favoreciéndose unos a otros y pensando solo en su propio interés. Estoy harta de que se nos rían en la cara con total impunidad mientras nos siguen robando no solo dinero sino las esperanzas de una democracia real y la ilusión de un país mejor… ¿o lo que pasó ayer no fue eso??? Estoy harta de laburar, pagar impuestos, cumplir mis obligaciones como ciudadana y cuidar la guita todos los días para que unos politiqueros corruptos (porque ya ni para políticos les da el nombre) se afanen todo con total desfachatez e impunidad. Estoy harta de escuchar esta gran mentira de que hace 21 años que “vivimos en democracia”. Estos tipos no tienen idea de lo que es democracia (o peor, saben, y se cagan en ella). Democracia es “el gobierno del pueblo”. ¿O el de los amigos del tirano de turno? Democracia es transitar libremente por mi país. ¿O andar esquivando todos los días algún piquete o corte o protesta? Democracia es sentirse seguro. ¿O es vivir enrejado porque los ladrones y policías son la misma cosa? Democracia es poder trabajar y estudiar. ¿O que regalen “planes” para que después los voten sin chistar? Democracia es saber que nuestros hijos van a tener una buena educación. ¿O que el nivel va a ser cada vez más bajo, para que no sepan escribir bien ni siquiera su propio nombre? Los que me conocen saben que me considero apolítica… y quizá lo sea por “cagona” o egoísta o porque además de trabajar 8 ó 9 horas por día soy mamá, esposa, amiga, estudiante, cocinera, mucama, colaboradora comprometida con mi grupo social y familiar. Me considero una persona con muchos defectos, pero una persona honesta que no pegaría dentro de ese antro podrido que es el congreso y la política argentina hoy (y de hace 21 años). La verdad, no me los banco más. Y no me banco más mi propia hipocresía y esta apatía de seguir bancándomelos. Tengo una sensación de desprotección total y tengo miedo por mis hijos… Es por ellos que necesito hacerme escuchar… Muchos me dicen “seguí laburando, que no vas a cambiar nada…” o “confiá en Dios…”, pero creo que tengo que hacer algo… El problema es que no sé cómo ni qué y por eso te pido ayuda… Si recibiste esta carta es porque creo que me entendés y sentís lo mismo que yo… Si es así, pasala… A alguien se le va a ocurrir algo... Y si no es así, disculpá la molestia. Gracias. María Valeria Bajda
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