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¡Oh, cuando rígido y
estéril, blando y fértil, rojo y desértico, verde y
selvático,
contenía las vidas y las esperanzas y los recuerdos, en
aquel tiempo!
¡Oh, cuando surcaba los vientres rocosos y arcillosos y
arenosos, en aquel tiempo!
¡Oh, cuando era etéreo ropaje de horizontes, en aquel
tiempo!
¡Oh, cuando como infinito aliento acariciaba las
geografías y los espacios, en aquel tiempo!
¡Oh, cuando en sangre y oro y hasta escondido era luz y
calor, en aquel tiempo!
¡Oh, cuando aún no era hombre, lo era todo... en aquel
tiempo!
Por eso, nostálgico y solitario busco, en algún suelo,
en algún hilo de agua, en alguna nube,
en alguna brisa, en algún rayo de sol..., mis propios
rastros hacia el Eterno...Gracias a un envío de mi Amigo Modus
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